El Castillo de Osma se encuentra situado en un monte en las cercanías de la localidad de Osma en la provincia de Soria (Castilla-León).
Se
asienta sobre un cerro entre los ríos Ucero y Abión, próximo a la
célebre ciudad romana de Uxama Argaela. El origen de Osma se
encuentra en la ciudad celtíbera de Uxama-Argelae, una ciudad
arévaca independiente políticamente y citada por Claudio Ptolomeo,
Plinio el Viejo o en el Itinerario
de Antonio,
lo que indica la importancia de esta ciudad que a partir del siglo
II a. C. pasó a manos romanas, siendo entonces reedificada
y construida la muralla sobre la anterior cerca arévaca.
Su
importancia se mantuvo durante la dominación romana, llegando a
acuñar moneda propia y a construir importantes infraestructuras como
cisternas, tuberías y acueductos, y haciendo llegar el agua desde el
nacimiento del río Ucero, situado a unos 20 kilómetros al norte
(cerca de Ucero queda un tramo de 100 metros de galería, a la que
llaman la Cueva de la Zorra, y que puede visitarse). Durante la época
visigoda Uxama también estuvo habitada, como lo atestiguan los
enterramientos y una diócesis anterior al siglo VI.
Los
árabes conquistaron la ciudad y la llamaron Waxsima, y construyeron
atalayas allí y en los cerros próximos. Las vías de comunicación
romanas, que en la época medieval aún se conservaban, fueron
importantes durante los hostigamientos de las tropas musulmanas y
cristianas durante la Reconquista. Uxama fue abandonada en la Baja
Edad Media, desplazándose la población a la actual Osma, y
construyendo el castillo sobre el cerro. Las murallas de Osma fueron
construidas en el siglo XV por los cristianos.
El castillo de Osma fue construido entre los siglos X y XI, y modificado posteriormente entre los siglos XIV y XV tras su reconquista cristiana.
Cuenta
la historia que en la noche del 6 de octubre de 1469 llegó
disfrazado de mercader para huir de la persecución del marqués de
Villena y del conde de Medinaceli, el príncipe Fernando de Aragón
que venía a contraer secreto matrimonio con Isabel de Castilla.
Según la leyenda, por no reconocerle el guardián de la puerta, le
arrojó un dardo de ballesta que apunto estuvo de alcanzarle y
llevarse su vida.
La
fortaleza de Osma tenía tres recintos amurallados de forma
irregular, adaptándose al cerro donde se asentaban. En el primer
recinto, o recinto interior, destacan sus aún altos muros y la
puerta de acceso, que pudo tener un arco de herradura similar al del
castillo de Gormaz. En los extremos del lado este de este recinto se
disponen dos torres, una la del Homenaje, y de la otra de donde parte
el segundo recinto.
Del
segundo recinto, que rodeaba al primero, apenas quedan restos, lo
mismo que del tercero, siendo el resto más destacado de éste último
la Torre del Agua, situada en el extremo norte. La torre del
Agua se encuentra en la base del cerro, junto al río Ucero, y
protegía tanto el acceso al puente como la recogida de agua.
La
fortaleza se encontraba rodeada de atalayas situadas a mayor cota que
él, como las de Uxama, Valdenarro y Lomero, con las que se
comunicaba visualmente. El castillo fue construido en mampostería y
sillarejo, y se aprovecharon también distintos elementos y
materiales de origen romano, como sillares, cornisas, columnas, etc.,
especialmente en la Torre del Agua.
Fuente: Castillos del Olvido
Galería:
No hay comentarios:
Publicar un comentario