La muralla de la Villa Vieja de Berlanga rodea el monte sobre el que se alza el castillo, contiguo a la actual población de Berlanga de Duero, en la provincia de Soria (Castilla-León).
La
primera fortificación de la que se tiene noticia en este cerro del
castillo es de época celtibera, como demuestran los restos de
viviendas circulares encontradas en los años sesenta junto a una
necrópolis medieval excavada en roca.
Durante
la dominación árabe está documentado un castillo que probablemente
tuviera su propia muralla, aunque no se aprecian restos ni del uno ni
de la otra. La primera cerca es coetánea del primer castillo
construido en el siglo XII, tras la repoblación aragonesa. Una
primera ampliación se realizó en el siglo XIV al construir el
segundo castillo empotrado en la reconstrucción del XVI y del que se
ven los muros y la torre del homenaje cilíndrica. Está última
reconstrucción es simultanea a la obra del palacio de los duques de
Frías con los jardines a sus espaldas, que eran portentosos según
las crónicas de la época.
Algunas
de las columnas que los decoraban se pueden ver sujetando los
soportales de la plaza mayor, y se aprecian todavía los canales de
riego y algunos sillares entre las ruinas. Con los jardines y con el
palacio acabaron los franceses en la guerra de la independencia. Y
del resto, como siempre, se ocupó el tiempo.
La
primera cerca de mampostería, de menor altura y grosor que la
actual, se construyó en el siglo XII y protegía la población que
se agrupaba en su interior, a los pies de un castillo de esa época
del que no quedan restos apreciables. Todavía queda parte de los
lienzos de esta primera muralla en los tramos que bordean la hoz del
río Escalote, ya que por lo inexpugnable del lugar no necesitaron
reforma.
Con
la construcción de un nuevo castillo en el siglo XIV se realizó un
recrecido de los tramos más vulnerables, añadiendo los cubos que
hacen de contrafuertes. Se aprecian en el interior los huecos de las
vigas de las viviendas o chozas que se construyeron a su abrigo.
Para
construir el palacio en el siglo XVI, cuando ya la muralla había
perdido la función defensiva y la villa crecía extramuros, se
eliminó un tramo de la misma y sobre cuatro de los cubos se
colocaron otros tantos miradores contiguos a los jardines. En esta
época se eliminó también la puerta principal, que estaba entre los
dos cubos colocados a menor distancia uno de otro, a la derecha del
palacio, en el espacio que ahora ocupa un muro de tapial. También de
esta reforma es la puerta del mercado, a la izquierda del palacio que
probablemente sustituyó a una anterior.
Dentro
del perímetro de la muralla se encuentran las ruinas de una iglesia
románica donde se encontraba la imagen de la virgen del Mercado, que
hoy puede verse en la colegiata. Esta iglesia ha mantenido el arco de
triunfo en pie hasta el año 2004. Todavía se ven los arranques de
los muros y del ábside. Se encuentra en ruina progresiva, pero en
muchos tramos se conserva bastante entera.
Fuente: Castillos del Olvido
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