Las Murallas de Astudillo se encuentran situadas en el casco urbano de la población homónima de la provincia de Palencia (Castilla-León).
Las
murallas rodeaban la villa y cuyo trazado venía a coincidir con la
actual carretera de circunvalación. Fue levantada a principios del
siglo XIII, formada por piedra y tierra. En el siglo XIV se amplía
por el sur con una segunda cerca en torno al monasterio de Santa
Clara, abriendo un postigo en la muralla para comunicar la villa con
el nuevo recinto, conocido como la Puebla del monasterio.
Según
figura el plano de Coello de 1852, contaba con seis puertas: de
Revilla, Santa Eugenia, San Pedro, Santoyo, Santa Clara y San Martín,
aunque la de Santoyo o Santa María como también se la menciona,
debía estar ya arruinada puesto que Madoz pocos años antes no la
menciona, aunque si cita la de Revilla derribada en 1749. No obstante
aún se conservaban vestigios de la puerta de Santoyo en 1927.
Las
puertas de Santa Eugenia y Santa Clara fueron derribadas en 1914, asi
como los restos de la de San Pedro. En esa fecha ya había
desaparecido la de Revilla, también denominada de San Marcos o Real.
Según Anacleto Orejón la de Santa Clara era la más elegante de
todas. La puerta de San Martín es la única que se conserva. Esta
magnífica puerta, construida en el siglo XV, se enmarca dentro de
una alta y esbelta torre con un gran arco apuntado en el exterior y
rebajado en el interior. Encima de ella tres aspilleras en el frente
y una más a cada lado, la servían de defensa.
Estaba
coronada por almenas con remate piramidal. En su interior se aprecian
claramente dos pisos. Debe su nombre a la imagen del santo colocado
sobre su arco. Adosado al convento de Santa Clara se encuentran los
restos rehabilitados de un esbelto torreón y de un lienzo de la
muralla. El torreón se asemeja en la construcción a la puerta de
San Martín, almenas con remate piramidal y aspilleras.
Estos
restos probablemente correspondían a la segunda cerca que rodeaba el
Barrio de la Puebla, que pertenecía a la jurisdicción del convento
de Santa Clara por favor otorgado por el rey Pedro I. A finales del
siglo XIV fue derribada de forma injustificada por el señor de
Astudillo, Fernán Sánchez de Tovar.
La
puerta de Santa Clara se encontraba cerca del torreón y las llaves
de la misma las tenía la abadesa del convento. Fue tapiada en varias
ocasiones por Fernand Sánchez de Tovar al negarse la abadesa a
entregárselas. Se conserva una fotografía de la misma en el
Catálogo Monumental de la Provincia de Palencia, en la que se ve una
soberbia torre-puerta realizada con buena cantería, probablemente en
el siglo XIII, presentando al exterior un alto arco menos apuntado
que la de San Martín, con su clave adornada con un escudo, y al
interior un arco rebajado.
También
existe una fotografía de la puerta de Santa Eugenia, igualmente del
XIII, en este caso publicada en la Historia de Astudillo, de Anacleto
Orejón. Muy similar a la de San Martín, con arco menos apuntado
aunque de gran altura. Entre sus arcos se instaló una pequeña
capilla humilladero y se remató la puerta con una modesta espadaña.
A
partir del último tercio del siglo XVIII la muralla fue
desapareciendo al arruinarse y por el uso de su material por parte de
los vecinos para empedrar las calles. En el subsuelo de la población,
sin salir del recinto que delimitaba la muralla, existen una serie de
pasadizos
hipogeos situados debajo de las casas, siguiendo la fachada de las
mismas y comunicados entre si. Están revestidos con sillería, con
bóvedas de cañón y arcos fajones. Según algunos autores pudieran
tratarse de «minas» que permitieran sorprender al enemigo desde la
retaguardia. Parte de estos pasadizos se cegaron y otros han servido
de bodega.
Fuente: Castillos del Olvido
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