El Castillo de Astudillo, también conocido como Castillo de la Mota, se encuentra situado en la población de Astudillo, en la provincia de Palencia (Castilla-León).
Construido
en la segunda mitad del siglo XV, sobre una fortificación anterior
ya documentada en 1035. En el siglo XI se hace referencia a la
localidad como Stadellum, aunque su término ya estuvo poblado en
época romana. El rey Alfonso VII le concedió Fueros que son
ratificados y ampliados más tarde por Fernando III el Santo, que
convirtió la villa en una importante plaza fuerte.
Diversas
reinas ostentaron el señorío a lo largo de la historia. A finales
del siglo XII fue de Leonor de Aquitania, esposa de Alfonso VIII de
Castilla, y a principios del XIII su hija Berenguela. En 1248
perteneció a la esposa de Alfonso X, Doña Violante. A ésta le
sucedió María de Molina, quien a finales del siglo XIII hubo de
hacer frente al rebelde Juan Núñez de Lara que había tomado el
castillo por la fuerza. Poco tiempo después fue derrotado en los
campos de Astudillo.
En
tiempos de Pedro I el Cruel fue residencia habitual del monarca. Su
hija Beatriz ostentó el señorío en 1341. En 1355 era señora de la
villa María de Padilla, que dos años antes había fundado el
convento de Santa Clara. Por concesión de Enrique II en 1366, el
señorío pasó a la familia Tovar, en concreto al Almirante Fernán
Sánchez de Tovar. El comportamiento despótico de esta familia dejó
mal recuerdo en la villa y dio lugar a bastantes quejas de los
vecinos que en ocasiones recibieron el apoyo real.
Juan
de Tovar, señor de Astudillo, participó en la rebelión contra el
favorito del rey, Álvaro de Luna, y tras la derrota en la batalla de
Olmedo se refugió en Aragón. Juan II acudió a la villa a rendir el
castillo, pero el alcaide Beteta se negó a rendir la fortaleza, a
pesar de estar hostigada por el fuego de un trabuco situado encima de
la puerta de San Martín. A los pocos días una saeta disparada por
orden del alcaide contra el palacio del rey, provocó un nuevo asalto
contra el castillo, que fue tomado por las tropas reales a costa de
muchas bajas. Apresado el alcaide, pagó su desobediencia y osadía
con muerte y descuartizamiento.
Desposeído
Juan de Tovar del señorío de Astudillo en 1445, éste fue entregado
por Juan II a la familia Mendoza, futuros condes de Castrogeriz.
Restituidos los bienes a los rebeldes, tras el perdón real, retornó
Juan de Tovar a la villa, aunque el nuevo alcaide no le entregó la
fortaleza, lo que provocó, tras nuevos enfrentamientos, que
terminara por marcharse de nuevo a Aragón al no conseguir tomar el
castillo.
En
1520 la villa se adhierió al levantamiento comunero y se unió a la
Junta de Burgos. Durante la Guerra de la Independencia, en 1811, fue
ocupada por un batallón del ejército francés al mando del coronel
Simon Robert. En 1881 recibió por Orden Real el título de Muy Noble
e Ilustrísima villa. En la guerra carlista llegó hasta la localidad
el general Espartero en persecución del mariscal carlista Miguel
Gómez.
De
la imponente fortaleza sólo se conserva el cubo situado al nordeste
y parte del muro norte. Del cubo se conservan dos plantas separadas
por una imposta, aunque tuvo más altura. La parte baja está dotada
de cinco grandes troneras, una de ellas transformada en puerta,
mientras que en la superior existen varias saeteras y, sobre la
tronera central, una puerta con arco de medio punto podría comunicar
con alguna estructura exterior.
Por
encima del lienzo norte se aprecia el arranque de un muro
perpendicular con puerta de arco rebajado. La ubicación de bodegas
alrededor de la mota donde se levanta el castillo, al igual que en el
mismo recinto, han acelerado su destrucción. En 1852 ya figuraba
arruinado. Fue construido con buenas piedras de sillería y se
encuentra en ruinas.
Fuente: Castillos del Olvido
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