miércoles, 13 de noviembre de 2019

Castillo de Almenara (Peñaflor, Sevilla)




El Castillo de Almenara es una construcción defensiva de época musulmana, ubicada junto al km. 7 de la carretera SE-140, de Peñaflor a la Puebla de los Infantes, en la localidad de Peñaflor en la provincia de Sevilla (Andalucía). 

Se sitúa cronológicamente en el periodo almohade, en el siglo XII, con distintas reestructuraciones desde la Edad Media al menos hasta el siglo XVIII. 

Se encuentra situado sobre un aguzado espolón de las estribaciones de Sierra Morena, en la finca denominada como Almenara, rodeado de cotas de mayor altura salvo por el sur que es la comunicación natural con el valle del Guadalquivir. En su proximidad brota la fuente de Almenara. 

Se trata de un importante yacimiento arqueológico que da muestras de hábitat desde la Edad del Bronce hasta la Baja Edad Media, según cerámica de superficie. En cuanto a la época romana existen varias hipótesis para este yacimiento, desde un vicus dependiente de Celti, una zona de control militar en la calzada romana Écija-Mérida para vigilancia de ésta y de las minas de los alrededores, la anonna comarcal que recogería los productos controlados por el estado de las zonas dependientes de Celti, o una villa romana. Los vestigios romanos son muy importantes. De la época medieval las estructuras más importantes son las del propio castillo, conservándose varias líneas de muralla, la torre del homenaje y diversas estructuras habitacionales. Se halla en un avanzado estado de deterioro debido a las inclemencias del tiempo y al deterioro producido por la acción continuada de los buscadores de “tesoros”. 

Las primeras referencia escrita sobre el castillo de Almenara se deben a las razzias cristianas del siglo XII antes de la conquista cristiana de la zona. En junio de 1.189 penetra Alfonso VIII en Andalucía, sitia y toma Reina, se enfrenta con las tropas almohades junto al castillo de Almenara, donde los derrota y continúa raziando los campos de la comarca hasta su vuelta a Toledo en el mes de Agosto. Tras la conquista cristiana el 6 de marzo de1.241 Fernando III dona a la Orden del Hospital y a su prior en Castilla y al comendador de Consuegra los castillos de Setefilla, Almenara y el de Lora con su villa. En 1.249 Fernando III confirma la donación aumentándola con los castillos de Malapiel, Peñaflor y Alcolea, determinando los límites con los términos colindantes. El 4 de diciembre de 1.282 Sancho IV confirma la donación hecha a la Orden y el 1 de septiembre de 1.317 la confirma Alfonso XI. Pedro I, con el consentimiento del concejo de Córdoba, da en merced en 1355 el castillo y la dehesa de Almenara a don Gonzalo Fernández de Córdoba, primer señor de Aguilar. 

A partir del siglo XVI  el uso militar de la fortaleza cae en desuso y con el tiempo se irá abandonando, a la vez que la población residente se traslada a núcleos mayores. Al no existir necesidades defensivas Almenara se convierte en una simple dehesa de aprovechamiento ganadero fundamentalmente, y continúa dentro del mayorazgo del condado de Palma, por lo que el señor de Palma será el señor de Almenara, a quien corresponde el nombramiento de su alcaide, de los que no tenemos más noticias. 

La planta del Castillo es rectangular con el lado mayor de unos 70 metros orientado en la dirección Norte-Sur y el menor de 20 metros, todo este contorno está limitado por una cerca con pilares de hor­migón unidos con cajas de tapial, y toda ella es de poco espesor. La planta está compartimentada en tres recintos, divididos por muros de la misma entidad que la cerca. 

El recinto norte, punto débil de la posición, es el mejor organizado defensivamente, tiene una magnífica torre en el centro de planta octogonal cimentada sobre otra cuadrada que sería la primitiva, la parte que se conserva es maciza, alternando la piedra, el tapial y remiendos de ladrillo, se observan restos de la cimentación del arco que la comunicaba con el recinto intermedio o residencial. Una torre octogonal similar se encuentra en la muralla de Plama del Río, fechada en los últimos años de la primera mitad del siglo XIV, por lo que su construcción debio realizarse en la etapa señorial de Fernando González de Córdoba (1355-1372). 

En el recinto intermedio se conserva en alberca una habitación con ventana a poniente y restos de los arcos de su bóveda, sobre la que estaría situada, la estancia principal de la fortaleza. 

El recinto meridional o patio de armas, es el mayor de los tres, con una superficie mitad que la total de la fortaleza, no afloran restos de edificación alguna, observándose en el centro una zona rectangular más elevada que el resto, donde posiblemente estuviese el aljibe. 

En la ladera de poniente hay dos entradas a una amplia cueva de techo plano, situada debajo del primer recinto, que se originaría al extraer la piedra para la construcción del castillo, en la actualidad se utiliza para refugio de pastores y ganados. El castillo está muy destruido, no solamente debido a la acción del tiempo, sino por el incesante excavar de los buscadores de tesoros, y de los suministradores de piedra para el horno de cal que hay en sus proximidades. 

Fuentes: Wikipedia
               castillos.net

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