El Castillo de Simancas se encuentra situado en la localidad del mismo nombre en la provincia de Valladolid (Castilla-León).
En
esta fortaleza, desde 1540, se instaló en el Archivo General de
Simancas. En el siglo XV la familia Enríquez, Almirantes de
Castilla, ejerció el señorío de Simancas. Reconstruyó la vieja
fortaleza árabe y de esta época es la capilla. Poco después, los
Reyes Católicos la reclamaron para la corona y la convirtieron en
prisión de Estado.
Aquí
estuvo preso y fue ejecutado con garrote vil el obispo de Zamora, don
Antonio de Acuña, capitán comunero de Castilla. La ejecución fue
realizada por el alcalde Lic. Rodrigo Ronquillo y Briceño en 1521,
por orden expresa del Rey, en uno de los cubos del castillo, llamado
ahora Torre del Obispo. Este personaje tomó parte activa en la
batalla de Villalar.
Los
tres comuneros (Juan de Padilla, Juan Bravo y Francisco Maldonado)
fueron ejecutados al día siguiente de la batalla, pero él fue
encerrado en la torre del castillo dándole la oportunidad de
arrepentirse. No se arrepintió sino que estranguló al alcaide de la
fortaleza y al tratar de huir fue capturado de nuevo y el alcalde
Ronquillo ordenó su muerte. El mariscal Pedro de Navarra, que fue
apresado en 1516 en la segunda contraofensiva para recuperar el Reino
de Navarra tras su conquista, fue asesinado en este castillo el 24 de
noviembre de 1522.
Felipe
II transformó el castillo en Archivo General del Reino albergando
uno de los archivos más importantes de Europa con 35 millones de
documentos. Las reformas que se hicieron dieron lugar al aspecto que
tiene en la actualidad.
El
muro que lo rodea, los cubos, las almenas, el foso, la entrada y dos
puentes son de la época medieval, de finales del siglo XV. La capilla
fue reformada por la familia Enríquez en el siglo XV. La actual es
una reforma de los años 1950. Tiene una hermosa bóveda estrellada
pintada, donde están representadas las armas de sus fundadores: Don
Alonso Enríquez y Doña Mª de Velasco. Se conserva también la
cámara de tormentos.
El
castillo propiamente dicho se debe a las reformas del siglo XVI, de
Juan de Herrera y Francisco de Mora. Se proyectó la linterna de
la Torre del Obispo con forma acampanada. Hubo más
reformas en los siglos XVII y XVIII. Se han efectuado grandes e
importantes obras para conservar el edificio como Archivo General.
Entre otras estancias valiosas existe una cámara incombustible donde
están la mayoría de los documentos.
Fuente: Castillos del Olvido
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