sábado, 11 de abril de 2020

Alcázar de los Duques de Feria (Zafra, Badajoz)


El Alcázar de los Duques de Feria, también conocido como el Castillo de Zafra, es una edificación fortificada que se encuentra en la ciudad de Zafra, en la provincia de Badajoz (Extremadura). 

Lorenzo II Suárez de Figueroa, II Señor y I conde de Feria fue quien en el año 1437 mandó construir el alcázar, que hoy en dia es el Palacio de los Duques de Feria y actualmente convertido en el Parador de Turismo "Duques de Feria". La idea entonces del II Señor de Feria fue tanto disponer de una nueva residencia acirde con su rango, como completar las defensas urbanas de la villa de Zafra en su punto más débil. Fue construido en un tiempo récord de tan sólo seis años y, curiosamente, la autorización real de Juan II de Castilla para su construcción no llegó hasta 1441, fecha en que las obras ya estaban bastante avanzadas. 

El edificio, más que como una edificación abaluartada a pesar de su aspecto al gusto de los palacios de la época, se planifica como una residencia señorial fortificada. De trazas góticas, la decoración responde al gusto mudéjar y extramuros muestra su aspecto fiero y más solemne. La entrada al alcázar se sitúa intramuros y ante ella se extendía la Plaza de Armas, hoy convertida en una bonita plaza de Zafra.El recinto tuvo una barbacana o antemuro de la misma altura que la muralla de Zafra, a la que sustituía en esta zona, hoy desaparecida. Entre los elementos de la fábrica destaca la fabulosa Torre del Homenaje, símbolo del poder del I conde de Feria. 

El alcázar ha llegado a nosotros conservando en gran parte su disposición condal medieval inicial, a pesar de haber sufrido alteraciones importantes durante la época ducal. Así, del patio central sólo se conservan los muros pero no la arquería y crujías que fueron sustituidas por el delicioso patio actual cuando los Feria llegaron a la categoría ducal (siglo XVI). El II conde de Feria lo sometió durante su mandato a una serie de reformas entre las que sobresale la construcción de la llamada "Sala Dorada", y quizás la reforma de la capilla, a la que se añade el impresionante artesonado mudéjar, que cubre el ábside, y que es coetáneo a la sala dorada. 

La gran reforma se produce cuando los Feria alcanzan el ducado y la grandeza de España, convirtiendo el alcázar en un verdadero palacio. Los cambios, iniciados durante el mandato del II duque (1571-1609) serán profundos aunque se tuvo especial intención de mantener los viejos signos externos para dejar clara la antigüedad del linaje. En una primera fase se añaden dos alas de nueva factura adosadas a ambos lados de la puerta principal y dos galerías o corredores a uno y otro lado de la torre sureste; se reestructuran algunas dependencias interiores y se construye el patio interior de mármol blanco, cuyas trazas fueron erróneamente atribuidas a Juan de Herrera, constructor del Monasterio de El Escorial. 

En una segunda fase, iniciada en el año 1605 y que dura cuatro años, se edifica una galería para unir el palacio a la cercana Iglesia de Santa Marina y se reedifica ésta. Desaparecidos los Suárez de Figueroa, el palacio sufre una larga decadencia siendo dedicado a distintas funciones (cuartel militar, prisión, hospital, sede de algunos servicios oficiales, colegio, instituto de bachillerato, escuela de artes y oficios, etc.) hasta que en el año 1965 comienzan las obras para transformarlo en Parador Nacional de Turismo. 

Este hecho marcó el resurgir del edificio y a ello tenemos que agradecer que haya llegado hasta nuestros días con todo su esplendor. Y asñi, ahora podemos contemplar el alcázar-palacio de la Casa de Feria convertido en  Parador de Turismo "Duques de Feria", que hasta hace unos años se llamó Hernán Cortés, parador que además de acoger a quienes visitan la ciudad de Zafra presta sus dependencias a toda clase de actividades culturales. 

Fuentes:  turismobadajoz.com
                 Ayuntamiento de Zafra
                 castillos.net

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