El Castillo de Valencia de Alcántara es una fortificación defensiva de origen árabe del finales del siglo XII, que se encuentra situada en la localidad del mismo nombre en la provincia de Cáceres (Extremadura).
En el año 1220 el castillo fue tomado por García Sánchez, maestre de la Orden de Alcántara, y estuvo muy activa en cuanto a conflictos bélicos se refiere, pues desde que fue tomada por orden del rey Alfonso IX, hasta los siglos XVII y XVIII hubieron numerosos enfrentamientos entre portugueses y españoles, pasando la propiedad de la fortaleza de unos a otros en diversas ocasiones.
Al igual que muchas localidades fronterizas, Valencia de Alcántara con su castillo y el recinto amurallado que protegía la población sufrieron grandes daños, los mayores de ellos como consecuencia de la Guerra de Restauración portuguesa, que fue una serie de enfrentamientos armados entre el reino de Portugal y la monarquía hispana, sufriendo múltiples asedios y asaltos, sobre todo entre 1641 y 1664.
Precisamente en el Diario de la Defensa del año 1664 que se conserva en la Biblioteca Nacional de España hace referencia a los combates de ese año y menciona en sus páginas las puertas de Santiago, San Francisco y Juan Durán. Estos datos los confirma en un plano del recinto amurallado y del castillo que levantaron los portugueses durante los años de ocupación, entre 1664 y 1668, que se conserva y custodia en la Biblioteca de Ajuda, en Lisboa.
En la segunda mitad del siglo XVIII también se realizaron obras de mantenimiento, reconstrucción y mejora de la fortificación, que consistieron en la ampliación de los baluartes, lo cual tuvo un efecto positivo en cuanto a la adecuación de la fortaleza a sus tiempos, y otro negativo ya que desaparecieron los restos medievales que todavía quedaban en pie.
A finales del siglo XVI era cuadrangular e irregular su planta, con una torre en cada esquina, torres que tenían mayor altura que el adarve, por lo que eran completamente lisas hasta su coronación. Las cuatro torres eran: la Torre del Homenaje, la Torre de las Barreras, la Torre del Corral del Concejo y la Torre Nueva. La quinta torre existente es la Torre del Caracol, que está situada junto a la puerta principal de acceso a la fortaleza. La torre del homenaje fue en un principio una torre albarrana, es decir, que forma parte de un recinto fortificado con el que se comunica, aunque generalmente está exenta de la muralla, comunicándose por un puente o paso que pueda destruirse fácilmente en caso que el enemigo lograra apoderarse de ella. Sin embargo, más tarde cuando se modificó la muralla en varios sitios, esta torre quedó dentro del recinto amurallado y el centro del flanco principal.
Las ampliaciones del recinto en el siglo XVII y, sobre todo en el siglo XVIII, añadieron baluartes y revellines -fortificación triangular situada frente al cuerpo de la fortificación principal, generalmente al otro lado de un foso, cuyo objeto es dividir a una fuerza atacante y proteger los muros de cortina mediante fuego cruzado- en el flanco noroeste. También se construyeron nuevos baluartes y plataformas en el flanco suroccidental.
El castillo tenía en el siglo XVI una muralla exterior que protegía a toda la población pero con el paso de los años se fue deteriorando, desapareciendo a medida que se agrandaba el pueblo, aunque continuaron haciéndose reconstrucciones de ella. En este siglo ya se cita en documentos algunas puertas de esta muralla exterior, y así el lugar ocupado actualmente por la Puerta de las Huertas es el que ocupaba hace siglos la Puerta de Juan Durán.
Fuentes: Wikipedia
extremaduramedieval.es
turismoextremadura.es
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