jueves, 16 de abril de 2020

Torre del Alfiler (Trujillo, Cáceres)


La Torre del Alfiler se encuentra situada en el centro urbano de la ciudad de Trujillo, en la provincia de Cáceres (Extremadura). 

La torre es uno de los símbolos más característicos del perfil monumental de Trujillo. Esta torre que observa la plaza desde arriba fue desmochada en su día por la Reina Católica y reconvertida en la Torre del Homenaje del Palacio de Chaves-Cárdenas que hoy, conserva la cadena sobre su puerta, que hace gala de los privilegios por haber hospedado al rey Felipe II. 

Esta torre edificada con sillares romanos que fue espigón defensivo de la villa musulmana y posteriormente reutilizada como blasón nobiliario alberga hoy un museo didáctico que desgrana la historia de las culturas que han forjado esta tierra superponiendo y reutilizando sus piedras. 

Es un baluarte castrense, pues en sus orígenes medievales se construyó como torre defensiva, formando parte de la muralla de la alcazaba. Tras el proceso reconquistador de la ciudadela, Trujillo se extiende lo largo del llano, ubicándose el centro neurálgico de la ya ciudad (concesión del rey Juan II en 1432) en el siglo XVI "fuera del recinto amurallado". 

Desde la torre se domina, como hemos indicado, la Plaza, que se configura urbanística y definitivamente en el siglo XVI, constituyendo el centro de desarrollo de una amplia gama de actividades de carácter lúdico, religioso, civil y económico, pero en todas las actuaciones siempre hubo un dirigismo o intención subyacente de índole municipal. 

La presencia próxima de la Torre del Alfiler a las Casas Consistoriales, la Cárcel o el edificio del Peso Real en una plaza que era el lugar habitual para los pregones concejiles, son algunos datos que hablan de ese carácter público y municipalizado. Es un espacio urbano solariego desde el siglo XVI, cuando los trujillanos trasladan su lugar de residencia desde la ciudadela hasta la Plaza.  Luis de Chaves que era el propietario de un edificio nobiliar, conocido actualmente como Palacio de Chaves-Cárdenas, reaprovechó la torre defensiva. 

Más adelante la Casa-Fuerte de la Cadena será de los sucesores del mayorazgo de Martín de Chaves, hermano de Luis de Chaves, y en él se entroncan los Orellanas por el matrimonio de Nuño García de Chaves, hijo de Martín de Chaves con Francisca de Orellana. Esta casa gozó del privilegio de asilo, del que aún hoy es testimonio la enorme cadena de hierro que cuelga en su fachada, por el motivo ya expuesto. 

Llama la atención la varilla metálica clavada en el cimborrio que cubre el plano donde estuvo el almenaje que fue desmochado, como los de otros palacios, por Isabel la Católica para acallar la arrogancia de la nobleza castellana. Presenta este cimborrio ricos azulejos talaveranos en los que campean las armas de los Chaves-Orellana. Es una torre rectangular de 367 metros cuadrados, con ventanales y crestería góticos que se colocaron cuando la fábrica perdió su finalidad militar. Esta torre da prestancia y belleza a la plaza, y debe conservarse con acertado esmero y con riguroso criterio de rehabilitación.

Fuentes: Castillos del Olvido
                turismotrujillo.com

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