Las Murallas de Galisteo, cuyos orígenes se remontan a finales del siglo XIII, se encuentran situadas en la localidad del mismo nombre en la provincia de Cáceres (Extremadura).
La localidad, cuyos orígenes se remontan a las épocas romana y árabe, vivió una gran época de esplendor entre los siglos XIII y XIX, cuando fue la villa capital del Señorío de Galisteo, con varias aldeas importantes bajo su jurisdicción.
Sobre Galisteo hay distimtas versiones que, con relativa seguridad, afirman que los primitivos moradores de Rusticiana, al multiplicarse, como el sitio donde estaba emplazada no reunía condiciones de seguridad para defenderse, y se congregaron estableciendo un "castrum" o campamento en el montículo donde se emplaza actualmente la localidad. No se conoce el nombre que le dieron al mismo.
Aunque haya algunas lagunas en la existencia de Galisteo antes de la expansión cristiana, la fundación debió hacerse tras la reconquista llevada a cabo por Alfonso IX en las tierras próximas al río Tajo, ya que aparece mencionada desde los comienzos del siglo XIII, poco después de la conquista de Alcántara con motivo del establecimiento de los límites de esta localidad que realizó el propio rey.
La
muralla de Galisteo tienen la peculiaridad de estar construida con
canto rodado, si bien resulta lógico en esta muralla pues, además
de ser un material duro era barato y duradero pues solamente había
que traerlas del muy cercano río Jerte que está a los pies del
pueblo. Su trazado es muy irregular pues se adapta a las condiciones
topográficas de la meseta donde está asentado. No tiene torres
adosadas y la defensa se basaba en las almenas rematadas de forma
piramidal de las cuales, algunas son visibles en la actualidad.
Algunas
puertas, como la de Santa María, situada frente a la Iglesia, que
combina con dos arcos, uno de granito y otro, apuntado, de ladrillo
con una «buhedera» que no es sino una especie de matacán. Tiene la
peculiaridad de que, adosada, por la parte interior, hay una doble
escalera en ángulo, de cuyo vértice arranca otra escalera que da
acceso al campanario.
La
segunda puerta, la «Puerta de la Villa», llamada también «del Río», y
de «las Angustias», tiene una disposición defensiva muy peculiar
ya que su plano es perpendicular a la muralla, similar en cierto
grado a la entrada «en recodo» que tiene gran capacidad defensiva.
A la izquierda y antes de pasar la puerta, junto a ella misma, se
construyó en el siglo XVIII, una pequeña ermita, que se denominó
de «las Angustias», con un torreón y su campana, sobre la muralla..
La tercera es la «Puerta del Rey», abierta en un amplio y bien
conservado lienzo de muralla, muestra un deteriorado escudo de los
Manriques de Lara en su parte externa y superior, tan desgastado que
es imposible reconocer sus armas; es más modesta y sencilla. Esta
puerta fue siempre la principal de acceso y salida y de ella partió
la primera carretera que se construyó para ir a Plasencia.
Hay otra
puerta, la «Puerta del Palacio», que era para uso exclusivo de los
habitantes del Palacio. Es más antigua que la mansión erigida por
el II duque de Galisteo, García Fernández Manrique de Lara. La
longitud total del perímetro del recinto amurallado es de unos 1.200
metros.
Fuentes: Castillos del Olvido
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