La Torre de Cabanzón se encuentra situada en la localidad del mismo nombre en la Comunidad de Cantabria.
En
el margen occidental de Cantabria se localiza la torre medieval de
Cabanzón, vestigio feudal de un posible sistema defensivo del área
de influencia de la villa de San Vicente de la Barquera. La presente
atalaya formaría parte de un conjunto de fortificaciones en el
camino del Nansa: Obeso, Celis, Cabanzón, Estrada, y se caracteriza
por conservar a su alrededor una cerca almenada.
Parece
que no estamos ante una estructura arquitectónica original, ya que
pueden distinguirse varios momentos diferentes en la fábrica de la
fortificación. La torre es de planta cuadrada, contando con unos 10
m. de lado. Su altura está truncada, siendo un ejemplo de la
política de «desmoche» de fortalezas feudales ejercida en el siglo
XV. La monarquía castellana, en su proceso de estabilización hacia
un poder de carácter absolutista, decretó demoliciones de los
castillos y casas-fuertes de los bandos enfrentados en las luchas
señoriales y en los conflictos frente a la Corona.
La
fortaleza de Cabanzón se construye con muros de sillarejo unido con
mortero, exceptuando sus vanos y esquinales, donde es utilizada la
piedra labrada. La puerta de acceso se ubica en la fachada norte, y
debió estar rematada por un arco; actualmente nos encontramos con
una oquedad irregular. En la fachada occidental, a la altura de la
primera planta, existe una ventana parcialmente destruida en forma de
arco de medio punto, flanqueada por dos troneras rectangulares. La
cara oeste de la torre presenta una ventana ajimezada situada frente
a la entrada de la muralla y cercada por dos troneras. Por último,
en su fachada meridional existen un vano apuntado, con sendas
troneras rectangulares, una debajo y la otra a su lado. La escasez de
vanos puede situar en una cronología temprana esta fortaleza -siglo
XII quizás-.
En
el exterior se desarrolla una cerca de planta cuadrangular que rodea
la atalaya. Las fortificaciones medievales contaban con elementos
defensivos similares (barbacanas, fosos, contrafosos, empalizadas,
etc.) que obstaculizaban el paso del enemigo antes de llegar al pie
del recinto principal. Incluso la entrada de la muralla no era
inmediata a la torre, sino que se debía recorrer parte del corredor
para encontrar la siguiente puerta.
La
cerca de Cabanzón tiene unos 3 m. de altura, posee almenas cuadradas
y un estrecho pasillo de ronda. El acceso se realiza a través de una
puerta de arco de medio punto, destacando el «acodo» necesario para
entrar en ella. La cerca cuenta con aspilleras en forma de ojo de
cerradura, pudiendo ser destinadas para artillería ligera, lo que
nos hace vislumbrar épocas más modernas para este elemento de la
fortificación -fines del siglo XV o siglo XVI.
Fuente: Castillos del Olvido
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