miércoles, 1 de abril de 2020

Castillo de San Pedro de Latarce (Valladolid)


El Castillo de San Pedro de Latarce se encuentra situado en la localidad del mismo nombre en la provincia de Valladolid (Castilla-León). 

Reformado en el siglo XV, actualmente está en estado ruinoso. El castillo se halla a orillas del río Sequillo, sobre una pequeña elevación del terreno que domina el paso al pueblo desde el puente. Del castillo sólo queda en pie una muralla cerrada de forma circular de aproximadamente 350 m. La altura llega en algunos tramos hasta los 12 m y la anchura de los muros es de 2,40 m. La muralla está construida con hormigón y canto rodado. 

Actualmente es propiedad municipal, tras un largo periplo que comenzó en 1999 –cuando se acordó en Pleno su compra-, hasta 2013 cuando finalmente, tras sentencia judicial, se ha ordenado su inscripción en el registro de la propiedad a nombre del Ayuntamiento. 

Su estado general es de ruina progresiva, a pesar de las recientes intervenciones y de que sacasen al castillo de la conocida Lista Roja del Patrimonio español. Solo se ha intervenido en una pequeña y muy concreta zona –la puerta original-, quedando a la espera de intervención importantes tramos en riesgo de derrumbe, desprendimientos y desplomes. No tiene uso específico alguno, aunque existe una antigua vivienda en su interior y algunos pequeños almacenes. Excepcionalmente se organizan eventos municipales en su interior, como conciertos, mercados medievales u otras actuaciones ligadas a festividades locales. 

Es una de las construcciones defensivas mandadas edificar por Alfonso IX de León para reforzar la frontera frente al Reino de Castilla a finales de siglo XII. Como el conjunto al que pertenece, es de planta ovalada, se construyó con tapiales de cal y canto de grandes dimensiones, un sistema constructivo antiguo que permitía una rápida construcción, con la peculiaridad de que en esta ocasión la técnica se perfeccionó con el uso de las agujas de varillas pareadas. Avanzada la Edad Media se construiría sobre él un castillo de mampostería encofrada, que incluiría una gran torre-puerta (en época de María de Molina); llegaría a ser propiedad de los Caballeros Templarios, que mantuvieron una de sus bailías en San Pedro de Latarce y su vecino Castromembibre. 

Después pasaría a ser de la Familia Bazán, quienes construyeron un palacio en su interior abriendo grandes ventanales con vistas al desaparecido puente medieval. Tras ser abandonado, se desmontaron todas sus edificaciones nobles interiores para construir una gran casa fuera del castillo. Hechos que fueron origen de un pleito entre el propietario, el Conde de Miranda, y su arrendatario, a finales del siglo XVIII. Finalmente se construyó un pósito en su interior, que acabaría transformándose en vivienda y dependencias agrícolas, hoy día en desuso. 

Su principal interés arquitectónico radica en la excepcionalidad tipológica y constructiva, es decir: dentro del grupo de recintos al que pertenece es el mejor conservado y el menos trasformado, y en él, se identificó por primera vez el sistema constructivo de agujas de varillas pareadas que permite asociarlo en tiempo y forma con construcciones tan lejanas como las de Granadilla (en Cáceres) o Rueda (en León). El potencial arqueológico es innegable y la campaña realizada en 2011 lo constató sobrepasando todas las expectativas, ya que se descubrió la puerta original del recinto y su torre y se identificaron al menos 3 niveles de ocupación en su interior. 

Teniendo en cuenta que existen rellenos de más de 5 metros en el interior del recinto y que las trazas de antiguas construcciones se leen en superficie en distintos puntos, por las descripciones que aparecen en el Pleito de 1786 y, ya que no se ha intervenido nunca dentro de éste recinto tan protegido, podemos pensar que existe mucho por descubrir.

Fuentes: Castillos del Olvido
                garcilanga (Fotos)

Galería:









No hay comentarios:

Publicar un comentario