El Castillo de Fermoselle, también llamado Castillo de Doña Urraca por haber morado en él, es una pequeña edificación defensiva situada en el municipio del mismo nombre en la provincia de Zamora (Castilla-León).
El castillo pudo tener origen en un asentamiento castreño, siendo varios los moradores ilustres de él, como Doña Urraca que la eligió como fortaleza para lugar de retiro o el Obispo Acuña, en cuyo castillo se hizo fuerte al comienzo de las Guerra de las Comunidades y en cuyas mazmorras estuvo preso el alcalde Ronquillo de Fermoselle.
Se
encuentra situado en el casco histórico de Fermoselle. Fue
construido sobre los imponentes farallones desde los que se
facilitaba la defensa de esta localidad amurallada.
Existen
indicios de que antes de su construcción, su solar estuvo ocupado
por un asentamiento castreño. Según fuentes de comienzos del siglo
XIII el castillo era propiedad de la diócesis de Zamora. Con
anterioridad perteneció a doña Urraca, esposa del rey Fernando II
de León. Más tarde, en el siglo XVI fue plaza fuerte en la guerra
de las Comunidades y bastión frente a la vecina Portugal, llegando a
ser tomado durante la guerra de Restauración portuguesa por las
tropas portuguesas en 1654.
Parece
ser que en el siglo XVIII es objeto de distintas reparaciones por el
ingeniero Benigno Garrido Marcos, sin embargo, el proceso de ruina,
por un lado, y las desafortunadas construcciones realizadas en su
solar y entorno han provocado que los vestigios se limiten a pequeños
lienzos de muralla en su lado meridional. Junto a ellos quedan restos
de una puerta denominada «la del Villar» o «el Arco» por
conservar de ella el arco apuntado.
Los
exiguos restos del castillo tienen la protección específica con
categoría de bien de interés cultural, conforme al Decreto 22 de
abril de 1949 sobre Castillos Españoles.
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