El Castillo de Cornago está situado en la localidad del mismo nombre en la Comunidad Autónoma de La Rioja.
Está situado sobre un cerro que domina desde el norte la población. Se trata de una construcción en sillería de caliza gris, de planta rectangular con cuatro torres en los ángulos y dos muros o cercas. El exterior tiene un recorrido de sureste a noroeste, con acceso en puerta de arco de medio punto al sureste, llamado "Arco de la Campanilla", y pudo ser el antiguo albacar en el que hoy se asienta la iglesia parroquial. Otro muro paralelo al noreste del castillo continúa abrazándolo por la parte noroeste.
Es posible que estos restos de anillos defensivos enlazasen con la cerca de murallas que rodeaban la población, de las que sólo queda el recuerdo de los nombres de ellas: "del Ortigal" hacia el oeste, "de la Villa" al este y "de la Manteca" al norte. El acceso principal al castillo se encuentra en el lienzo noroeste, y es en forma de arco apuntado al exterior y rebajado en el intradós. Otro acceso existía en el muro sureste que fue ampliado posteriormente, cegándose el primero.
Las torres que flanquean los ángulos son tres circulares, de dimensiones diferentes, y una cuadrada al noreste. La torre suroeste no ha conservado el coronamiento y actualmente su interior se halla ocupado por una estructura metálica que permite la subida a la segunda planta, accediendo por un vano adintelado desde la primera mediante una escalera situada en el interior del recinto. La torre noroeste conserva matacanes ornamentales ciegos y aspilleras, así como acceso adintelado al adarve o paso de ronda, al igual que las otras torres. La sureste todavía mantiene almenas aspilleradas y una bóveda de piedra.
El recinto interior conserva en sus muros huellas de la existencia de pisos holladeros, que se reflejan en dos hileras de mechinales. También, en el muro suroeste, se conservan dos vanos rebajados de doble asiento a la altura de una segunda planta, y otro inferior adintelado. El muro noreste conserva algunos desagües. En el patio se conserva una cámara excavada de unos 7 metros de profundidad, semicircular y con asiento corrido, con acceso escalonado y apertura circular al patio del castillo. Parece que en algún momento fur utilizada como fogón o silo. Asimismo, se conserva otro aljibe o pozo excavado en el suelo del Patio de Armas.
La
defensa de la puerta podía llevarse a cabo desde la parte superior
de las dos torres que flanquean el muro donde se halla y desde la
parte superior del mismo adarve. dos saeteras hay destinadas a la
defensa directa, una con un ensanchamiento que permitía una mayor
libertad de acción al defensor y colocada en la torre del oeste a una
altura que corresponde a la parte media de la puerta y otro más
pequeña en la torre de la izquierda a la altura de los adarves. La
torre del oeste es la única, cuya planta baja es utilizable, en las
otras tres torres parece no se utilizaron o por lo menos no se conoce
por donde podían comunicarse con el resto del edificio.
Suponemos
que el coronamiento de las dos torres que flanquean la puerta sería
igual en las dos; sólo se conserva el de la izquierda. Dicho
coronamiento es de notar por el resguardo que presta al defensor y a
la vez por la facilidad con que puede atacar al enemigo en todas las
direcciones. Está formado por almenas, pero tan juntas entre sí que
su separación forma una estrecha saetera; son estas ocho en total,
distribuidas en espacios iguales, mas no todas están construidas de
igual forma; cuatro de ellas llegan a rasgar el coronamiento por la
parte superior, mientras que las otras cuatro que alternan con las
anteriores comienzan al nivel de las primeras y rasgan el
coronamiento por la parte inferior y coincidiendo la saetera, entre
dos ménsulas forman un interesante y rudimentario matacán.
De
la parte superior del adarve se defendía también la puerta
principal por un matacán del que sólo quedan las artelas que lo
sostenían. Disponía la puerta de otra defensa que era otra pequeña
puerta que dificultaba el acceso a la principal y que unía el muro
de construcción anterior del que ya hemos hablado con la torre del norte todavía se ve en ésta el arranque del arco de dicha puerta.
Los
muros han sufrido la apertura de vanos y boquetes, algunas zonas han
sido rehechas y otras cegadas con ladrillo y mampuestos. En el 1813
se vació el interior del recinto para utilizarlo como cementerio,
sirviendo la torre suroeste de osario. Esta función del castillo se
mantuvo hasta comienzos de los años 80 del siglo XX, en el que se
han efectuado distintas obras de limpieza y restauración
(arquitectos Ana Achiaga y Antonio del Castillo).
La
historia del castillo de Cornago se relaciona con el linaje de los
Luna, de origen aragonés, cuyo señorío se extendió a lo largo de
los siglos XIV, XV y XVI, aunque no podemos descartar la posibilidad
de la existencia de una fortaleza anterior a la actual, construida
por esta familia hacia 1450.
Sin
embargo, el año 1420 el rey Juan II le concedió como regalo de
bodas Cornago y otros lugares que habían pertenecido a su padre. En
1422 fue nombrado Condestable de Castilla. En 1440 creó el mayorazgo
de Cornago y Jubera para su hija natural María de Luna a la que casó
con su primo Juan de Luna, hijo de Juan Hurtado de Mendoza.
Durante
el señorío de Juan y María de Luna, la villa recibió de Juan II
de Castilla un privilegio de exención de tributos en compensación a
los servicios prestados y daños sufridos durante las luchas internas
que tuvieron lugar en su reinado y por su situación fronteriza con
Navarra. A María de Luna debió suceder en el señorío su hijo Juan
de Luna, según se desprende del inventario que su hermano Pedro
mandó realizar de los bienes que dejó a su muerte, ocurrida el 11
de enero de 1497 . Este inventario pone de manifiesto la decadencia
económica a la que se había visto reducida la casa, obligando a
Juan de Luna a empeñar el señorío a su poderoso vecino el conde de
Aguilar.
Fuentes: Wikipedia
turismolarioja.es
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