El Castillo de Coria, también llamado Castillo de los Alba, se halla situado en la población homónima de la provincia de Cáceres (Extremadura).
El castillo, de típica fisonomía cristiano-medieval, se
levanta al sureste de la localidad de homónima, como baluarte o
puesto avanzado de la fortificación de la ciudad.
El
castillo de Coria puede datar del siglo XV o incluso del XVI, y tal
vez lo mandó construir el conde de Coria don Gutiérrez de Solís,
Gran Maestre de Alcántara, título que recibió de Enrique IV.
Coria y su castillo siguieron la corriente de las Comunidades de
Castilla y, cuando se inició la Guerra de la Independencia
portuguesa, fue sitiada por el ejército lusitano, aunque sin
resultado positivo.
Durante la Guerra de Sucesión española,
motivada por la falta de sucesión al trono a la muerte de Carlos II
y en la que una parte defendía los derechos del Archiduque de
Austria y la otra los de Felipe de Anjou, rey después con el nombre
de Felipe V, Coria fue ocupada por el General portugués, Marqués de
las Minas, y en el verano de 1809 el Mariscal francés Soult, Duque
de Dalmacia, se apoderó de la ciudad en donde permaneció más de
dos meses. El señorío de la ciudad estuvo a cargo de los Duques de
Alba hasta finales del siglo XIX.
El
castillo, de típica fisonomía cristiano-medieval, tiene forma de
pentágono irregular, y contaba con cinco pisos y una gran terraza
que lo hacía inexpugnable. Todo él está hecho con fábrica de
sillería labrada.
El castillo se asemeja en su forma al de
Tajamar de Puente. Su planta pentagonal puede reducirse a un cuadrado
con la afición de uno de los lados de un triángulo cuyos vértices
sobresale del recinto de murallas. Uno de sus ángulos rectos está
achaflanado para dar cabida a la escalera interior. En la parte alta
del centro de cada uno de sus cinco lienzos sobresale un a garita o
torrecilla semicilíndrica, y por ella y los lienzos corre una
cornisa de arquillos sobre canes, con bolas en ellos.
El
almenaje está renovado y junto a la escalera hay una puerta antigua
cegada. En su alrededor hay un tambor almenado y en lo alto está
coronado de esbeltos garitones sobresaliendo el conjunto sobre las
restantes fortificaciones. Hoy día hay otra entrada, que da a una
cámara baja que comunica con otra medio destruida y por una escalera
a una cámara alta o salón principal cubierto por una sólida bóveda
gótica de crucería, que conserva una chimenea grande y mechinales
para galería corrida que se conserva mal y desde la que se sube a la
terraza.
El
castillo de Coria es uno de los pocos que se conservan en bastante
buen estado, pero, aunque la obra es resistente, está ya muy
deteriorada por el abandono.
Fuentes: Asoc. Amigos del Castillo de Coria
Castillos del Olvido
Edujoser
Galería:
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