lunes, 2 de diciembre de 2019

Castillo de Coria (Cáceres)


El Castillo de Coria, también llamado Castillo de los Alba, se halla situado en la población homónima de la provincia de Cáceres (Extremadura). 

El castillo, de típica fisonomía cristiano-medieval, se levanta al sureste de la localidad de homónima, como baluarte o puesto avanzado de la fortificación de la ciudad. 

El castillo de Coria puede datar del siglo XV o incluso del XVI, y tal vez lo mandó construir el conde de Coria don Gutiérrez de Solís, Gran Maestre de Alcántara, título que recibió de Enrique IV. 

Coria y su castillo siguieron la corriente de las Comunidades de Castilla y, cuando se inició la Guerra de la Independencia portuguesa, fue sitiada por el ejército lusitano, aunque sin resultado positivo. 

Durante la Guerra de Sucesión española, motivada por la falta de sucesión al trono a la muerte de Carlos II y en la que una parte defendía los derechos del Archiduque de Austria y la otra los de Felipe de Anjou, rey después con el nombre de Felipe V, Coria fue ocupada por el General portugués, Marqués de las Minas, y en el verano de 1809 el Mariscal francés Soult, Duque de Dalmacia, se apoderó de la ciudad en donde permaneció más de dos meses. El señorío de la ciudad estuvo a cargo de los Duques de Alba hasta finales del siglo XIX. 

El castillo, de típica fisonomía cristiano-medieval, tiene forma de pentágono irregular, y contaba con cinco pisos y una gran terraza que lo hacía inexpugnable. Todo él está hecho con fábrica de sillería labrada. 

El castillo se asemeja en su forma al de Tajamar de Puente. Su planta pentagonal puede reducirse a un cuadrado con la afición de uno de los lados de un triángulo cuyos vértices sobresale del recinto de murallas. Uno de sus ángulos rectos está achaflanado para dar cabida a la escalera interior. En la parte alta del centro de cada uno de sus cinco lienzos sobresale un a garita o torrecilla semicilíndrica, y por ella y los lienzos corre una cornisa de arquillos sobre canes, con bolas en ellos. 

El almenaje está renovado y junto a la escalera hay una puerta antigua cegada. En su alrededor hay un tambor almenado y en lo alto está coronado de esbeltos garitones sobresaliendo el conjunto sobre las restantes fortificaciones. Hoy día hay otra entrada, que da a una cámara baja que comunica con otra medio destruida y por una escalera a una cámara alta o salón principal cubierto por una sólida bóveda gótica de crucería, que conserva una chimenea grande y mechinales para galería corrida que se conserva mal y desde la que se sube a la terraza. 

El castillo de Coria es uno de los pocos que se conservan en bastante buen estado, pero, aunque la obra es resistente, está ya muy deteriorada por el abandono. 

Fuentes: Asoc. Amigos del Castillo de Coria
                Castillos del Olvido
                Edujoser

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