El Castillo de Corbera se halla situado a las afueras de la población homónima en la provincia de Valencia (Comunidad Valenciana).
Aunque
de origen romano, no será hasta la llegada de los árabes cuando el
castillo adopte su forma definitiva al ser edificado a finales del
siglo XI. El castillo es citado por primera vez por Ibn al-Jatib en
el 1229 que señala que la fortificación depende de Alzira.
Corbera
fue conquistada a los musulmanes por Jaime I el Conquistador en el
año 1248, siendo cedido a Raimón de Rocafull. En 1263 Jaime I lo
vuelve a ceder pero esta vez a favor de su hijo Pedro de Aragón, que
a su vez lo cedió a Jofré Gilabert de Cruilles. Pedro III de Aragón
(1276-1285) al tiempo que confirmaba a favor de los vecinos y
pobladores de Corbera las franquicias que les otorgara su padre,
autorizó en 1281 la construcción de casas alrededor de la
fortaleza.
El
castillo ha tenido numerosos propietarios entre ellos el ya citado
hijo de Jaime I. En 1291 el castillo vuelve a la monarquía y en 1327
el rey Jaume II el Just (1291-1327) lo entrega a su hijo el infante
Juan. Pedro IV el Ceremonioso (1336-1387) entregó el castillo y el
pueblo a Pere de Xérica en 1349 y más tarde perteneció a Ramón
Berenguer, a los Terranova, y a los Carròs de Vilaragut entre
otros.
Durante
las Guerras de las Germanías (1519-1523), el castillo fue atacado
por el dirigente agermanado Guillem Sorolla siendo el castillo
incendiado y nuevamente incendiado al proceder Joan de Borja i
Enríquez, duque de Gandia, y propietario del castillo a su
recuperación. Finalizadas las hostilidades el duque procedió a
reconstruir el castillo. En el siglo XVII pasa definitivamente a la
Corona de España junto con la Baronía de Corbera.
El castillo destaca por sus grandes dimensiones, y ejercía jurisdicción sobre un amplio territorio entre el río Júcar y la Sierra de Corbera. Aprovecha la orografía del terreno, no disponiendo de torres defensivas y teniendo una estructura muy similar a la del Castillo de Sagunto. Fija la fecha de su construcción en el siglo XI, y tiene una superficie total de aproximadamente 7850 metros cuadrados.
Su
interior se encuentra completamente destruido y en estado de
abandono, se adivina el patio de armas y algunas estancias de difícil
identificación. Conserva una parte de su torre central o del
homenaje. Se mantiene en pie un enorme muro, lo que nos indica las
grandes proporciones que tuvo. Destacan los contrafuertes de más de
medio metro de espesor, que sostienen los muros altos exteriores.
También destacan las almenas y los bastiones que coronan los
muros.
También destaca sobre el perímetro defensivo una torre albarrana y la llamada Torre de la Cárcel. El conjunto presenta restos de las ampliaciones efectuadas por los almohades al final del siglo XII o comienzos del siglo XIII. Durante la Baja Edad Media el castillo sufrió una serie de reformas con el fin de acondicionarlo a las necesidades de la sociedad feudal, añadiendo la zona noble y reforzando la parte superior con un almenado provisto de aspilleras y un pretil protector, que debió ejecutarse a principios del siglo XIV una vez conquistado el edificio a los musulmanes.
En la actualidad, y debido a su mal estado de conservación está prohibida la entrada al mismo por el Ayuntamiento de la localidad, por peligro de desprendimientos.
Fuentes: Wikipedia
Castillos de la Comunidad Valenciana
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