El Castillo de Falces se encuentra situado en las cercanías de la localidad de Tolva, en la provincia de Huesca (Aragón). Se observa desde varios kilómetros de distancia y sus ruinas se sitúan sobre una cresta rocosa a la que de accede a través de una pista forestal.
Fue
encargado por Ramiro I en 1062 a los hermanos Agila de Falces para
defender las fronteras de la Ribagorza y repoblar la zona. Se
sabe que su tenente entre 1110 y 1136 fue Pero Mir que también
gobernaba en Benabarre. Desde 1332 fue uno de los castillos que el
conde de Ribagorza debía tener a disposición del rey. En 1588
durante la guerra civil ribagorzana desatada en el reinado de Felipe
II los rebeldes tomaron el castillo.
La
planta del castillo es irregular asentándose sobre la base rocosa,
de la cual nace su recinto murado del que queda un lienzo de
mampostería que defendía uno de los lados mayores, donde se
observan los arranques de torreones cuadrados. En el otro extremo
queda algún basamento de la muralla, aunque se ha ido rebajando y
sus sillares y piedras se dispersan por la ladera. El conjunto
cuenta con una torre circular de considerable altura, doce metros, y
robustez, diez metros de diámetro. Ha perdido el remate.
En
el interior se han perdido todas sus plantas. Contaba con un
almacén, una primera planta, otro piso con una puerta de acceso
abierta al norte que debió poseer un arco de medio punto, y sobre
este piso una planta con finalidad defensiva, con siete vanos hoy muy
deteriorados.
Presenta
vanos de iluminación y aspilleras en sus caras. No sabemos
como era su remate, aunque es posible que estos siete vanos
estuvieran cerrados con dinteles de madera, y completados al exterior
con cadalsos.
Se
conservan restos de lo que pudiera ser una letrina, que en la
actualidad facilita el acceso a la torre. A un nivel inferior quedan
las ruinas de una ermita románica construida en la misma época que
el castillo.
Fuentes: Wikipedia
castillos.net
aragonromanico.org
Galería:
No hay comentarios:
Publicar un comentario