martes, 10 de diciembre de 2019

Castillo de Javier (Navarra)


El Castillo de Javier está situado en una loma de la localidad del mismo nombre en la Comunidad Foral de Navarra. Se encuentra a 52 km. al este de Pamplona y a 6 km. de Sangüesa. Data del siglo X y en él nació y vivió San Francisco Javier, hijo de los señores de Javier de donde tomó su apellido. 

El castillo y la villa de Javier fueron ganados por Sancho VII de Navarra en torno al año 1223. Un noble aragonés los había dado como garantía por un préstamo de 9.000 sueldos, que le concedió el monarca navarro, pero al acabar el plazo y no poder hacer frente al pago, pasaron a la propiedad de Sancho. No era la primera vez, ni sería la última, pues Sancho VII fue uno de los grandes prestamistas de la Corona de Aragón y gracias a los préstamos no devueltos, se adueñó de una serie de villas y castillos entregados como aval que le ayudaron a reforzar sus fronteras con Aragón. En 1236 el castillo fue entregado por el rey Teobaldo I a Adán de Sada. 

Tras la conquista de Navarra el castillo y la villa como feudo pertenecían a María de Azpilicueta, oriunda del Valle del Baztán, casada con Juan de Caso, cuya familia defendía la independencia del reino. Por este motivo el Cardenal Cisneros ordenó la demolición completa del castillo en 1516, aunque sólo se realizó un desmochado de la parte fuerte del mismo. 

Tras sucesivas herencias, la propiedad del castillo, junto con el resto del pueblo de Javier, recayó en la Casa de Villahermosa. A finales del siglo XIX, el castillo estaba prácticamente en ruinas, y por iniciativa de sus propietarios, Maria del Carmen de Aragón-Azlor, duquesa de Villahermosa, y su marido José Manuel de Goyeneche, conde de Guaqui, se comenzaron las obras de restauración. 

Ya a principios del siglo XX, la duquesa de Villahermosa donó el castillo y la basílica a la Compañía de Jesús, con la condición de que lo mantuviera tal y como se le entregó. En la cripta de la basílica descansan los restos de quienes contribuyeron a la reconstrucción del castillo y erección de la basílica: la duquesa de Villahermosa y su marido. En la época moderna, el Castillo de Javier es el destino de una multitudinaria peregrinación a principios de marzo, en honor del santo patrón de Navarra. 

Consta de tres cuerpos, sucesivamente escalonados en orden de antigüedad. Destacan la "Torre del Santo Cristo", bastión y capilla donde se encuentra un interesante crucifijo tardo-gótico y una serie de pinturas murales representando la danza de la muerte, única en España. También es interesante la Torre del Homenaje, denominada "Torre de San Miguel", que es lo más antiguo del castillo, así como el museo dedicado a la vida del santo. 

En sus basamentos hay huellas y zócalos musulmanes que podrían ser del siglo X. En el siglo XI se formó el primer recinto envolvente que cobijó las primeras habitaciones, y en el siflo XII se agregaron por las cuatro orientaciones dos cuerpos poligonales y dos torres flanquantes.

Fuentes: Wikipedia
                turismo.navarra.com

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