El Castillo de Jubera se alza sobre la cima y laderas de un cerro calizo, a cuyos pies y orientado al norte se encuentra el caserío de la localidad de Jubera, perteneciente al término municipal de Santa Engracia del Jubera, en la Comunidad de La Rioja.
Parece
ser que el castillo de Jubera es de origen musulmán. Existen varios
documentos de los siglos X y XI que mencionan la villa y castillo de
Jubera. Hacia 941 su tenente era Margo Asinari, y en 1056 Jimeno
Fortuniones. En 1062 los vecinos de Jubera donaron muchas heredades
para dotar la iglesia de San Andrés. En el año 1066 Doña Estefanía
dejó Jubera y sus aldeas (Bucesta, Lagunilla y Oprela) en testamento
al infante Don Fernando.
En 1122, durante el reinado de
Alfonso el Batallador, el tenente de la fortaleza era Lope Garcés.
En tiempos del emperador Alfonso VII aparece unida a los Cameros en
la familia de éstos, citándose como señor a Don Ximeno, y luego a
su hijo Pedro Jiménez, entre 1165 y 1175, expidiéndose algunos
documentos en Jubera. En 1207 los castillos de Jubera, Clavijo y
Ausejo fueron dados por Alfonso VIII de Castilla a Sancho VII de
Navarra como garantía de la tregua de cinco años pactada entre
ellos.
La había ocupado Diego Gómez Manrique, Conde de
Treviño, quien a su vez la cedió hacia 1380 a Diego Fernández de
Lezana, seguramente al conseguir Ocón. Más tarde, en 1419, Juan II
de Castilla donó la villa de Jubera a don Álvaro de Luna, siendo
señorío de los Luna desde entonces, tras la reiteración de
concesión de señorío hecho a María de Luna en 1453. Fueron
alcaides de este castillo y del de Clavijo Diego de Vergara y García
de Badajoz (1451).
Al comienzo de la primera guerra carlista,
en 1833, se derribó la iglesia de Santa María, para utilizar sus
materiales en la construcción de un castillo para la defensa de la
población. A esta época pertenece el pabellón rectangular situado
en la cima del cerro, en el interior del recinto superior, la
barbacana y las troneras de las barreras exteriores, así como la
utilización de la torre pequeña del núcleo principal del castillo
como aljibe.
La
fortaleza se compone de un recinto superior, asentado sobre la cima
en forma de meseta del cerro, y dos barreras defensivas exteriores
adaptadas a la topografía del terreno. La puerta principal de acceso
a la fortaleza está situada en el lado norte y defendida por una
barbacana con troneras. La puerta es de arco doblado, inferior en
mitra y superior de medio punto, con tosco dovelaje de lajas de
piedra. Por ella se llega a un amplio recinto protegido por fuertes
muros de mampostería en la vertiente norte de 1 metro de grosor, que
conservan el adarve y almenas en capirote, mientras el muro
occidental está prácticamente desaparecido. Sobre la puerta de
acceso al recinto hay una ventana de medio punto y en el muro
contiguo una aspillera con derrame al interior.
Desde la
primera barrera se accede a la segunda por el extremo suroeste. Esta
segunda barrera tiene un amplio perímetro de forma casi circular,
con muros de tapial de menor grosor, 0,60 metros, que posee
torrecillas semicirculares en todo su contorno, excepto una cuadrada
al noroeste. Esta barrera se encuentra prácticamente arruinada. En
el extremo del muro noreste existen troneras. La comunicación de
este espacio con el recinto superior se establece por dos caminos de
acceso, uno situado al oeste, en rampa y protegido por un torreón
cilíndrico, y otro en el extremo noreste, de trazado quebrado.
El
recinto superior y núcleo principal de la fortaleza es de forma más
o menos rectangular, orientado de norte a sur, con muros del mismo
grosor y aparejo de la barrera anterior, con torres cilíndricas de
flanqueo en todos sus lados, excepto a poniente, donde existe un muro
de 2 metros de grosor con un gran cubo en el centro, con múltiples
aspilleras al sesgo, derramadas al interior. Paralelo a este muro y
en su parte interna corre un foso hoy cegado en parte. En el centro
de este recinto se conserva un edificio rectangular de 26 por 7,50
metros, orientado de norte a sur, y en los extremos dos torreones
cilíndricos huecos de distinto radio, 2,30 metros y 1,10
metros.
Los orígenes del castillo de Jubera parecen ser
musulmanes. Los muros de la barrera externa, con su adarve y almenas
en capirote, y el resto de murallas flanqueadas por torrecillas
cilíndricas recuerdan al castillo de Clavijo y otros contemporáneos.
Es probable que esta fortaleza formara parte del sistema defensivo
musulmán por su estratégica situación ya que tapona perfectamente
el valle del Jubera. Si con posterioridad sufrió alguna ampliación
desde luego no mejoró la construcción primitiva por la evidente
unidad de materiales y aparejos que existe en todo el conjunto. El
arco menor de la puerta de acceso en arco de mitra y tosco dovelaje
como se ha indicado, nos remite a una cronología muy antigua (siglos
X-XI). Esto quiere decir que tanto pamploneses como castellanos
hicieron uso de él por sus magníficas condiciones militares.
Fuentes: Wikipedia
lariojaturismo.com
castillosdeespana.es
Galería:
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