Castillo de la Floresta (Lleida)

El Castillo de la Floresta se encuentra situado en la población homónima en la comarca de Les Garrigues, en la provincia de Lleida (Cataluña). 

Data de inicios del siglo XIII y conjuga elementos románicos, góticos y renacentistas. Se trata de un castillo-palacete de recreo donde sus nobles propietarios pasaban temporadas de caza. 

En los primeros tiempos de la guerra contra los musulmanes el castillo fue una fortaleza avanzada, desde la cual se asediaba tibiamente a los sarracenos, bien resguardados en la sierra de Prades. De todos modos, la precariedad de la fundación hizo que al menos en 1646, después de la guerra de los Segadores, y en 1814 después de la guerra de la Independencia española, el término quedara completamente despoblado. En lo que respecta al castillo, se sabe que en 1340 pertenecía a Ramón y Beatriu Cornell, los cuales lo transfirieron a los condes de Cardona. 

En el siglo XVI, cuando los condes ya habían llegado a ser duques, se realizaron las grandes reformas que transformaron el antiguo castillo en un palacio renacentista. Se conoce la evolución de estas reformas por los recibos de las obras conservados. Por ejemplo, en el año 1569 el maestro de obras Joan Longos presentó una factura por "...una torre de piedra en la Floresta, las escaleras, las paredes que están enyre la torre y la capilla, la fuente y las tapias.". De estas obras, el antiguo castillo salió muy transformado, ya que se añadieron una torre gallarda, nuevas ventanas a las habitaciones y escudos para los portales, aunque también se conservaron algunos elementos góticos, como el exquisito artesonado de los techos. 

En el siglo XVIII, los nuevos señores efectuaron nuevas reformas y las obras de embellecimiento, dedicadas especialmente a la decoración de los interiores, con los cuales el palacio fue perdiendo todo su aspecto militar y defensivo.

Hay que tener en cuenta que los señores de La Floresta eran aficionados al ejercicio de la halconería, difícil arte de cazar con la ayuda de halcones domesticados, aprendido probablemente de sus vecinos árabes. 

Forma un sólido conjunto de edificios donde destacan magníficos ventanales tipo alfiz lobulados, una notable torre cuadrática, ricos techos artesonados de madera y plafones de yeso policromado.

Fuentes: Wikipedia

               castillos.net

               Ricard Ballo (Fotos)

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