El Castillo de Denia está situado sobre un cerro que domina la ciudad homónima, capital de la comarca de la Marina Alta, en la provincia de Alicante (Comunidad Valenciana).
La
ciudad de Denia está dominada por su alcazaba, situada sobre una
colina de suaves laderas y antiguamente rodeada de áreas húmedas al
borde del mar. La Alcazaba de Denia puede considerarse, junto al
complejo defensivo de la capital provincial, Alicante, como el
conjunto fortificado costero más importante de la provincia.
Su
recinto, fundado en época islámica en los fértiles tiempos de
Muyahid y la Taifa de Denia (Azuar Ruiz, 1989), posee una compleja
planta de recintos amurallados concéntricos y con una disposición
jerárquica, casi piramidal, donde en lo más alto se encuentra el
soberano y su corte residiendo en la ciudad palatina construida en el
interior de su alcazaba. De época islámica se conservan dos
puertas: la noreste, conocida como la Torre del Mig, seguramente de
época almorávide -primer cuarto del siglo XII-, de ingreso en codo
y de arco con alfíz inciso, que controlaba el acceso a la alcazaba
desde el mar. Por su eje opuesto, al noroeste, la Puerta del
Baluarte, embutida en otra de época moderna, pero visible su traza
de herradura en el interior.
La
alcazaba estaba separada de la medina islámica por un gran albacar
amurallado del que sólo se conservan algunos muros, el Portal de la
Vila y, el Portal de la Pólvora, por la que se accede a un
extraordinario conjunto de graffitis que representa la activa vida
comercial de la ciudad, conuna bahía repleta de barcos, galeras y
llaudes (Gisbert Santonja, 2009). Desde esta torre se alcanzaba la
Puerta de Oliva, cuya excavación ha permitido saber que se trataba
de un ingreso directo, defendido por sendos cubos semicirculares en
saliente (Azuar Ruiz, 1999).
La
conquista cristiana se produjo en el año 1.244, a través de un
pacto que supuso la huida de buena parte de la población musulmana.
La repoblación prevista a partir de 1.245 parece que se centró en
la franja litoral, haciéndose de forma desordenada y dispersa. El
enorme perímetro amurallado islámico dejaba excesivos vacíos de
población en su interior y condicionaba enormemente su defensa y
mantenimiento,por lo que se decidió concentrar a los habitantes en
el interior del albacar del castillo-alcazaba. El trazado de la
fortificación de la “vila medieval” será el mismo que el de las
murallas de la alcazaba islámica, manteniéndose las puertas pero
con ligeros cambios. Algunos de los accesos en codo, como el Portal
de la Vila o el Portal del Baluard, se transforman en ingresos
directos. El acceso islámico dela Torre del Mig, se cierra en el
siglo XIV, abriéndose en el lienzo un nuevo acceso con un ampuloso
arco diafragma que hoy está cegado y que recibió el nombre de Porta
dels Reis, siendo la salida al puerto (Gisbert Santonja, 2006). En
cuanto a la muralla que rodea la villa vieja, las torres andalusíes
del albacar sufrieron transformaciones a partir denla segunda mitad
del siglo XIV.
El
Siglo de Oro valenciano es el momento en el que el recinto de la Vila
sufre los mayores cambios e innovaciones con la construcción de la
Torre de la Pólvora, La Torre Roja, la Torre del Consell y la Torre
de les Puces, una serie de defensas que responden a una misma
concepción y funcionalidad. Todas son de planta cuadrada, con
aparejos de mampostería reforzada en sillería. Todas presentan su
base alamborada de sillería para amortiguar el impacto de la
pelotería artillera. En la planta superior, el espacio interno se
divide en varias estancias cubiertas con bóveda de cañón, a
excepción de la Torre del Consell, que presenta bóveda de crucería.
Como elementos defensivos combinan las aspilleras medievales con las
incipientes troneras pre-renacentistas.
De
la Torre de la Pólvora podemos precisar su cronología gracias a un
graffiti inciso que se ha conservado en un paramento de su alzado,
que permite fecharla en la primera mitad del siglo XV. En cuanto a la
Torre Roja, parece que su objetivo sería la defensa de la entrada a
la villa vieja, mostrando un buen conjunto de marcas de cantero en
sus caras este y sur. La Torre del Consell, está situada al sur de
la fortificación y es la más destacada del conjunto, la que más
elementos ornamentales presenta en el exterior e interior de su
estructura arquitectónica con arcos geminados goticistas en sus
vanos, siendo el lugar donde se reunía el Consell de Denia para
discutir y decidir sobre los asuntos del municipio. Actualmente, en
su interior se exponen materiales arqueológicos de finales del siglo
XV al XVIII. Presenta una gran variedad de marcas de cantero, sobre
todo en sus fachadas oeste y sur. La Torre Norte evidencia varias
reconstrucciones durante los finales del siglo XIII y el siglo XIV.
La mitad inferior de su alzado es de sillería y el aparejo superior
de mampostería con cantoneras de sillería. También se documentan
en sus paramentos algunas marcas de cantería, grabadas con un
delgado cincel ya poca profundidad (Gisbert Santonja, 1982).
En
cuanto al recinto superior, es coincidente con la zona de la antigua
alcazaba islámica. De todo el conjunto, destaca el Palacio del
Gobernador o Palau Vell, como se le conoce a partir del año 1.286.
Se trata de un edificio fortificado de planta rectangular, con las
fachadas meridional y occidental flanqueadas por torres de planta
semicircular. Las torres de la fachada meridional presentan talud
inferior y paramento vertical levemente alamborado (Gisbert Santonja,
1993). Se trataría de un complejo palaciego fortificado de carácter
civil, posiblemente una “domus maior”. Este edificio sufre
mejoras y reformas estructurales en su frente meridional entre 1.382
y 1.386, afectaban principalmente al patio de armas, porche, cocina,
establos y terraza.
A
principios del siglo XVI la alcazaba sufre un gran periodo de
reformas atribuidas a los Marqueses de Sandoval y Rojas, con la
construcción de la Torre del Vergeret, de planta semicircular que
presenta un potente alambor, moldura de medio bocel y troneras o
cañoneras que tenemos fechada gracias a la inscripción colocada por
el maestro de obras que reza así: “A XXVII de març del any
MDXXXVIIII ( 1.539) fou assentada la present pedra per Nofre Miralls
mestre an obrer”, obra perteneciente a la primera fase de
construcciones pre-abaluartadas promovidas por el Duque de Calabria.
Durante el reinado de Felipe II (1.556-1.598) se construye la Batería
de la Mar, que cuenta con un ancho terraplén y presenta delante un
sólido muro o escarpa ataludada con ocho troneras o cañoneras.
Esta defensa mejora la fortaleza y es debida al ingeniero militar
italiano Antonelli il Vecchio, que para las necesidades que precisa
la fortaleza calcula un gasto de 4.000 ducados, que aparte del sueldo
de los operarios, incluirán dos cañones pedreros, dos medios
pedreros y otras dos piezas de barería, dos morteretes y 100
mosquetes. (Requena Amoraga, 1997).
Con
la llegada de Vespasiano Gonzaga al virreinato de Valencia, se retoma
el interés en refortificar Denia. Obviando la existencia del recinto
amurallado en la parte baja del cerro, concluye que sería suficiente
reforzar el castillo con cuatro baluartes, medida calificada de
adecuada, pero que dada la abrupta disposición del cerro del
castillo, el proyecto nunca llegó a realizarse. De épocas
posteriores pocas menciones se han encontrado, pero en el año 1.559
sabemos que el Duque-Cardenal Francisco Gómez de Sandoval y Rojas,
Marqués de Denia, invirtió 50.000 ducados en renovar el palacio
ubicado en la parte superior del castillo, añadiéndole un nuevo
cuarto, galería y una escalinata. Ya en el siglo XVIII, se inician
reformas con la construcción del Quarter dels Infants, edificio para
albergar a las tropas y la Punta del Diamant, construcción
abaluartada avanzada que defendía el principal acceso al recinto de
la alcazaba, aunque sin embargo, el mejor conjunto de siglo XVIII es
sin duda el formado por la Torre Nord y el Baluard, este último
construcción pentagonal, maciza con un solo revestimiento de
sillería de la muralla y un portal de ingreso de medio punto.
Respecto a la Torre Nord, su parapeto, de casi tres metros de grosor,
está perforado por cinco cañoneras situadas en sus dos caras y en
el flanco sur.
A
inicios del siglo XIX, la Alcazaba de Denia se rinde a los franceses
de forma pacífica. Éstos inician una serie de obras de mejora, pero
el 16 de septiembre de 1.813 las tropas españolas inician un asedio
de casi tres meses cuyo bombardeo afectó notablemente a la
fortificación. Los impactos de proyectiles todavía son visibles en
la mayor parte de las torres y lienzos (Gisbert Santonja, 2008). Con
la llegada de la paz, y después de una serie de mejoras, en el año
1.859 se ordena el abandono y demolición de la foetaleza. Ello
origina que durante casi un siglo la alcazaba pasara a manos privadas
y convirtiéndose en finca rústica orientada al cultivo de la vid y
producción de pasa (Gisbert Santonja, 2008).
Hacia
1.947, tras un complejo proceso de expropiación, la alcazaba pasa a
ser de propiedad municipal, se hace un anteproyecto de Parque
Municipal y se realizan las obras de mejora y musealización que
podemos ver hoy día, así como la repoblación arbórea de la
colina.
Fuentes: Wikipedia
Castillos de Alicante
Guardianes de piedra
Galería:
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