lunes, 16 de diciembre de 2019

Castillo de la Palma (Sástago, Zaragoza)


El Castillo de la Palma, también conocido como Castillo de Sástago, casi en ruina total, se encuentra situado en lo alto de un cerro cercano a la población de Sástago en la provincia de Zaragoza (Aragón). 

El castillo es de época musulmana, pero fue seguramente modificado tras su conquista aragonesa. No se conocen los nombres de sus tenientes, si los tuvo, por lo que sería de realengo. 

En 1199 Pedro II lo tuvo que empeñar ante sus problemas económicos, siendo el castillo adquirido por Artal de Alagón por 5.000 morabetinos. Volvieron a la Corona más tarde pasando al señorío del obispo de Zaragoza, aunque 1232 consta su cesión por Jaime I a Blasco de Aragón a cambio de Morella y María de Huerva. 

Así la villa se vinculo a una de las ocho grandes familias de reino, sus descendientes no hicieron sino aumentar el patrimonio de la familia en la zona, tras la cesión de Pina de Ebro por Artal II de Alagón, además de otras lugares de la Ribera Baja del Ebro. En 1511 los Blasco fueron nombrados condes de Sástago. En 1693 el condado recae en una rama de los Fernández de Córdoba. 

Es complicado llegar hasta uno de los castillos más misteriosos y menos conocidos del reino de Aragón. Visible desde la carretera, dirección Sástago hay que coger un camino a la derecha, tras serpentear por este camino complicado llegamos a los pies del castillo, desde donde debemos hacer la última ascensión a pie. 

El lugar aislado de la civilización, a pesar de su lamentable estado, esta lleno de magia y permite al visitante trasportarse en el tiempo hasta la época en que un imponente castillo musulmán protegía la ribera baja del Ebro. Los ruinosos torreones y murallas de éste castillo, situado en el altozano del Cerro de la Rosa, envuelven en su centro, a la Ermita del Pilar, de estilo barroco, de la última década de siglo XVII. 

En una posición fuertemente estratégica, sigue la tipología de las grandes fortalezas islámicas, de planta oblonga e irregular, adaptada al cerro donde se asienta, con poderosas murallas de tapial y mampostería de piedra irregular, de unos 80 por 20 metros. 

Con abundantes entrantes y salientes, típicamente islámicos, al igual que sus torreones rectangulares, destacando por su altura una torre, muy esbelta, en estado de ruina, abierta por el centro, de 8 por 6 metros de planta y alzado tronco piramidal, característicamente islámico. 

La torre estaba distribuida interiormente en cuatro plantas. En el interior del castillo se encuentra la ermita. En pie, pero en estado calamitoso, abandonada desde el año 1936, victima del abandono y la erosión. Se intento recuperarla por los curas Don Julián Díez y Don Víctor Pinilla, con un grupo de personas, sacando los escombros y limpiando el recinto eclesial. Con ello se logró, arrancar del olvido este magnifico castillo, y la tradición de peregrinar las dos veces que solía hacerse anualmente. Una el dos de enero, celebración de la Venida de la Virgen y la otra se hacía o se hace al domingo siguiente de la fiesta del 12 de octubre. 

Fuentes: Wikipedia
               castillos.net
               aragonmedieval.com

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