El Castillo de Cea se encuentra situado en la población homónima de la provincia de León (Castilla-León).
La
villa de Cea toma su nombre del río y elevada en su promontorio,
bajo la silueta de lo que otrora fue su castillo, forma un enorme
cortado arcilloso, con oquedades que dan pleno sentido a su nombre.
Fue construido en el siglo XV sobre un castro y un castillo anterior
destruido en el siglo XIII.
El
escudo de armas de esta villa ostentaba en campo de oro la banda
negra, propia de la Casa de Sandoval. Ya Madoz nos dice en 1847 que
Cea fue capital de los vacceos y que se honra con recuerdos de los
primeros siglos del cristianismo, apropiándose los santos mártires
Facundo y Primitivo. La villa de Cea, la «Ceiam civitaten
mirificam», fue repoblada por Alfonso III el Magno en el siglo IX.
Fue capital de extensa jurisdicción; sobre el promontorio se levanta
airosa la silueta ya desmoronada de lo que fue su castillo, mirándose
en la tabla del río.
Se
dice que Don Pelayo se retiró a Cea huyendo de las persecuciones de
Witiza. Fue muy pronto adquirida por la corona de León, con el
nombre de Zejia. Sancho de Navarra la unió al estado de Castilla,
con todo lo que cae a la banda izquierda del río Cea. El castillo
anterior sirvió de prisión del rey navarro García Sánchez III en
1053 y de condes castellanos. Fue posesión de varios señores: los
Alburquerque, los Núñez de Guzmán y los Gómez de Sandoval y
Rojas, Duques de Lerma, Denia y Uceda, señores de Cea y su término,
en el siglo XVII.
En
este castillo encerró Don Fernando I a su hermano García, rey de
Navarra, y en 1354 Don Pedro I el Cruel o el Justiciero se lo
arrebató a Don Juan Alfonso de Alburquerque, destruyendo la
fortaleza cuando en Trianos intentaba seducir a la bella Maria de
Padilla. Más tarde, en el 1419, el adelantado Diego Gómez de
Sandoval compró el señorío de la villa que luego se elevó a
marquesado en tiempos de Felipe III, vinculado a Francisco Gómez de
Sandoval y Rojas, I Marqués y I Duque de Cea.
La
fortificación medieval está compuesta por un recinto de murallas,
conservadas sólo al N. y O., de mampostería con argamasa; están
dotadas de almenas y forman un recinto de unos 90 x 40 m. En el
extremo O .se construyó en la Baja Edad Media un torreón del
homenaje de planta rectangular, de 17 x 10 m., con torres adosadas a
los ángulos. Tiene 4 plantas, abovedadas, con gran número de
elementos defensivos: saeteras, troneras de ojo de llave, almenas;
mas algunas estructuras palaciegas: cortejadores, vanos de sillería.
El acceso a las plantas superiores se realiza por pasillos
practicados intramuros, de piedra y ladrillo. Por el exterior del
recinto, al S. y E., puede verse un ancho y profundo foso que reelevó
el nivel del castro premedieval, por lo que en sus taludes se recogen
abundantes materiales de esas épocas anteriores.
Fuente: Castillos del Olvido
Galería:
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