miércoles, 4 de diciembre de 2019

Castillo de Enguídanos (Cuenca)


El Castillo de Enguídanos es una fortificación situada en el municipio homónimo de la provincia de Cuenca (Castilla-La Mancha). 

De origen musulman, construido entre los siglos X y XI, adopta planta rectangular e irregular con tres torres en forma de cubos en tres de sus angulos. El cuarto angulo no dispone de torre. Durante los siglos XIV y XV la fortaleza es reforzada, sus muros se hacen mas elevados y una de sus torres se eleva cumpliendo funciones de torre principal o maestra. Su estrátegica situación le hace ser fortaleza adelantada del Reino de Valencia sobre el Reino de Castilla. Construido en mamposteria, incluyendo su torre principal, tanto la torre como el perimetro exterior está restaurado. 

Es una fortaleza de los llamados castillos de guarnición, es decir que el mismo alojaba una pequeña guarnición que controlaba el territorio bajo la supervisión de un alcaide. Con la unificación de los Reinos Hispanicos por los Reyes Católicos, el castillo perdería importancia militar y entró en un estado de abandono que llevó al Concejo de Cuenca a pedir su demolición en 1509, cosa que afortunadamente no ocurrió. 

En las "Relaciones Topográficas" encargadas por el rey Felipe II en 1579, en uno de sus capitulos y a pregunta de que tipo de fortalezas hay en el lugar, los enguidanenses responden: "que este pueblo tiene una fortaleza antiquísima arruinada por su antigüedad, de cal y canto, con su barbacana maltratada". 

En 1443 el alcaide del castillo era Sancho de Jaraba (hijodalgo del Campillo) y en 1790 consta como alcaide don Juan Nicolás Alvarez de Toledo y Borja Parada. De Sancho de Jaraba se dice que estuvo en conflicto con el Concejo de Cuenca a cuenta del castillo, porque según parece tenía abandonado el castillo y al cuidado de un pastor. 

Accederemos por su puerta norte, con arco de medio punto sobre la entrada. La muralla conserva tres torres reforzando las esquinas. La torre principal tiene forma de D, semicircular por el exterior y plana en el interior. Si observamos el perímetro, las torres asoman por fuera de la muralla en semicírculo: la razón es que así resistían mejor los cañonazos, frente a la torre de planta cuadrada medieval, cuando aún no se usaba la pólvora. 

Durante los siglos XIV y XV se le dotó de su aspecto actual, elevando la torre principal para cumplir funciones de vigía. 

La restauración nos permite disfrutar de esta fortaleza en casi todo su esplendor, formando un castillo a caballo entre el estilo gótico y el renacentista. 

Fuentes: Wikipedia
               castillos.net
               El Arte en Cuenca

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