El Castillo de Enguídanos es una fortificación situada en el municipio homónimo de la provincia de Cuenca (Castilla-La Mancha).
De
origen musulman, construido entre los siglos X y XI, adopta planta
rectangular e irregular con tres torres en forma de cubos en tres de
sus angulos. El cuarto angulo no dispone de torre. Durante los siglos
XIV y XV la fortaleza es reforzada, sus muros se hacen mas elevados y
una de sus torres se eleva cumpliendo funciones de torre principal o
maestra. Su estrátegica situación le hace ser fortaleza adelantada
del Reino de Valencia sobre el Reino de Castilla. Construido en
mamposteria, incluyendo su torre principal, tanto la torre como el
perimetro exterior está restaurado.
Es una fortaleza de los
llamados castillos de guarnición, es decir que el mismo alojaba una
pequeña guarnición que controlaba el territorio bajo la supervisión
de un alcaide. Con la unificación de los Reinos Hispanicos
por los Reyes Católicos, el castillo perdería importancia militar y
entró en un estado de abandono que llevó al Concejo de Cuenca a
pedir su demolición en 1509, cosa que afortunadamente no
ocurrió.
En las "Relaciones Topográficas"
encargadas por el rey Felipe II en 1579, en uno de sus capitulos y a
pregunta de que tipo de fortalezas hay en el lugar, los enguidanenses
responden: "que este pueblo tiene una fortaleza antiquísima
arruinada por su antigüedad, de cal y canto, con su barbacana
maltratada".
En 1443 el alcaide del castillo era Sancho
de Jaraba (hijodalgo del Campillo) y en 1790 consta como alcaide don
Juan Nicolás Alvarez de Toledo y Borja Parada. De Sancho de Jaraba
se dice que estuvo en conflicto con el Concejo de Cuenca a cuenta del
castillo, porque según parece tenía abandonado el castillo y al
cuidado de un pastor.
Accederemos
por su puerta norte, con arco de medio punto sobre la entrada. La
muralla conserva tres torres reforzando las esquinas. La torre
principal tiene forma de D, semicircular por el exterior y plana en
el interior. Si observamos el perímetro, las torres asoman por fuera
de la muralla en semicírculo: la razón es que así resistían mejor
los cañonazos, frente a la torre de planta cuadrada medieval, cuando
aún no se usaba la pólvora.
Durante
los siglos XIV y XV se le dotó de su aspecto actual, elevando la
torre principal para cumplir funciones de vigía.
La
restauración nos permite disfrutar de esta fortaleza en casi todo su
esplendor, formando un castillo a caballo entre el estilo gótico y
el renacentista.
Fuentes: Wikipedia
castillos.net
El Arte en Cuenca
Galería:
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