El Castillo de Fuenllana se encuentra localizado en un cerro cercano a la localidad homónima de la provincia de Ciudad Real (Castilla-La Mancha).
La primera construcción y ocupación conocida en el cerro data del siglo XIII, como un espacio fortificado y utilizado por la Orden de Santiago para el control y defensa de la aldea de Fuenllana. También como una plaza más en la estrategia de ocupación del territorio del Campo de Montiel durante el periodo de la Reconquista y repoblación subsiguiente. Al alejarse el frente islámico, el bastión fue perdiendo su papel militar de frontera pero, como otras tantas fortalezas, entró de lleno en las guerras intestinas castellanas.
Fue en uno de estos lances, a mediados del siglo XV, cuando se mandó derruir sus murallas. A partir de ese momento, el lugar sustituye su planta militar por un acelerado programa de monumentalización como iglesia de la villa, partiendo con toda probabilidad de la capilla existente intramuros de la fortaleza. Las obras finalizarían acabando el siglo XVI y estaría bajo la advocación de Santa Catalina.
En cuanto al castillo propiamente dicho, existe muy poca documentación sobre él. Lo poco que conocemos de esta construcción es que los castillos de Alcubillas y Fuenllana fueron mandados derribar hasta los cimientos por Don Álvaro de Luna en el año 1446, en sus luchas con Rodrigo Manrique, en castigo por habérsele insubordinado el Ayuntamiento a favor del segundo. Este episodio ha sido constatado arqueológicamente.
Fuera de estos restos exhumados y restaurados recientemente, los del llamado Torreón de Fuenllana que corona el cerro pertenecen a la iglesia dedicada a Santa Catalina. El templo se levantó en el mismo lugar donde existieron, al menos, otras dos versiones de dicha iglesia. Se sabe que a finales del siglo XV la antigua parroquia se estaba reformando al estilo mudéjar, pero debido a las expectativas de crecimiento demográfico y a la llegada de otras modas más modernas, el estilo pronto quedó anticuado y se decidió reedificarlo por completo. Por tanto, en el segundo tercio del siglo XVI se construyó la nueva y definitiva parroquia. Su declive se inició a mediados del siglo XVIII y a principios del siglo XIX ya estaba en ruinas, aunque utilizado como camposanto.
La única aportación que se puede realizar a la descripción de este castillo son los restos encontrados en los trabajos arqueológicos que se llevan a cabo desde el año 2013, en los que se ha encontrado una gran muralla de al menos 2 m. de espesor y que, se presume, rodeaba la totalidad del cerro en la que se encuentra, como lo atestiguan los diferentes lienzos de la misma, así como en las fachadas y el interior de las casas que se encuentran al este del mismo.
Se estima que encierra una superficie de unos 3800 m2, hallándose en estos trabajos también una estancia cuadrangular adosada a la muralla en su lado oeste, utilizada como un gran osario, pero cuya construcción pudo ser posterior al castillo. No se tienen datos acerca de donde se situó el acceso ni si existió una Torre del Homenaje como tal.
Fuentes: Wikipedia
Ciudad-Real.es
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