El Castillo de Jarandilla de la Vera, también conocido como Castillo-Palacio de los Condes de Oropesa o Castillo de Carlos V, es una fortaleza del siglo XIII que se encuentra en la población del mismo nombre de la provincia de Cáceres (Extremadura).
La
villa de Jarandilla de la Vera dependió de la ciudad de Plasencia
durante casi toda la Baja Edad Media.
La
historia del castillo es paralela a la de Plasencia: el origen de
ambas es musulmán y durante el reinado de Alfonso VII, llamado
también «el de las Navas de Tolosa» o «el Noble» se volvió a
fundar. Hasta el aó 1311 fue posesión de la Corona y en 1369 e
entregó por Enrique II a los Álvarez de Toledo, futuros Condes de
Oropesa y más tarde, Duques de Alba.
Hay evidencias de la
realización de obras de mejora en la fortificación a mediados del
siglo XV, lo cual hizo cundir la alarma por parte de los Zúñiga que
reclamaron la ciudad de Plasencia. A pesar de ello, continuaron las
obras y se terminó la construcción del castillo tal como puede
verse en la actualidad, si bien se ha producido la pérdida de
ciertos elementos. La Guerra de la Independencia también hizo
estragos en él. El rey Carlos I vivió en el castillo antes de que
fuese construida su residencia en el Monasterio de Yuste.
Tenía
un recinto exterior para regular la parte circundante a modo de “glacis forzado”, de tal manera que pudiera divisarse al enemigo o
cualquier otra persona que se acercase cuando aún estaba a larga
distancia del castillo. Hacia el interior tenía otro recinto
amurallado de mayor empaque y contundencia defensiva con cubos y
torrecillas redondeadas en medio de los lienzos o en las esquinas de
ellos.
Todo ello aún se conserva en lo que debió ser la puerta
principal, flanqueada por dos cubos cilíndricos, los cuales tienen
como recursos defensivos propios las almenas, troneras y adarves, que
recorren toda la parte superior de este recinto como todavía puede
verse en el flanco de la parte trasera y, además, los restos de un
foso que permite suponer que contaba con un puente levadizo, que se
sustituyó por otro fijo de obra.
En
el interior de este segundo recinto está el cuerpo principal del
castillo, de forma cuadrangular, alrededor de un patio central de
grandes dimensiones, con torres cilíndricas en dos de sus esquinas y
prismáticas en las otras dos, alternadas. Todo recorrido por la
parte alta está jalonado por una sucesión de canecillos a modo de
cornisa, donde se apoyan almenas en voladizo, muy eficaces a la hora
de repeler los ataques del exterior.
La
zona norte, entre las dos torres prismáticas, la ocupaban las
dependencias más importantes, con un corredor porticado de dos
pisos, muy futurista para aquellas épocas. Todo es de estilo gótico,
con una estructura muy atrevida en el último piso donde, además de
un murete de seguridad, elemento decorativo formado por combinaciones
de figuras geométrica, con arco prismático.
La
Torre del Homenaje está rematada en una cornisa con matacanes a lo
largo de toda ella pero carece de almenas, cosa ciertamente curiosa
en este tipo de construcciones defensivas.
Actualmente la fortaleza esta gestionada por la red de Paradores Nacionales de Turismo, ya que se trata de un establecimiento hotelero.
Fuentes: paradoresturismo.es
Ayuntamiento de Jarandilla de la Ver
Wikipedia
Galería:
Actualmente la fortaleza esta gestionada por la red de Paradores Nacionales de Turismo, ya que se trata de un establecimiento hotelero.
Fuentes: paradoresturismo.es
Ayuntamiento de Jarandilla de la Ver
Wikipedia
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