El Castillo de El Papiol se alza sobre la cima de un promontorio a cuyo alrededor se distribuye el casco urbano de la localidad del mismo nombre, en la comarca del Baix Llobregat, provincia de Barcelona (Cataluña).
A
comienzos del siglo IX, cien años después de que los musulmanes
invadieran la península Ibérica, y tras largos años de luchas y
enfrentamientos, se constituyó la llamada Marca Hispánica, una zona
fronteriza entre los musulmanes del emirato de Córdoba y los
cristianos del reino franco. Las tierras catalanas pasaron a formar
parte de este territorio de frontera, y organizadas por el imperio
Carolingio en condados gobernados por condes.
A finales del XI
el condado de Barcelona había consolidado su poder y sus fronteras
frente a los musulmanes, gracias al extenso sistema defensivo formado
por las numerosas fortificaciones que se repartían por los
territorios entre los ríos LLobregat y Foix.
El castillo de
El Papiol, documentado en el XII (1116), aunque sería construido
mucho antes con toda seguridad, formó parte de los castillos de
frontera de la Marca Hispánica, concretamente de la linea de
fortificaciones fronterizas del Llobregat, en la Marca de Barcelona.
El castillo a su vez, dada su cercanía a Barcelona (pocos kilómetros
lo separan de ella) junto a otros vecinos de la linea del Baix
Llobregat (Bajo Llobregat), como Castellciuró, Castelldefels,
Cornellà o el de Rocafort en Martorell entre otros, formó parte del
sistema defensivo de la ciudad condal, la sede del condado de
Barcelona.
A finales del X (985), el califa Ibn Amir
(Almansur) rompe la linea defensiva del Baix Llobregat, arrasando el
castillo inmediato al de El Papiol, el de Castellciuró, y varias
fortalezas más de la comarca, y logra entrar en la ciudad de
Barcelona, saqueándola.
La jurisdicción sobre el castillo y
el término perteneció en principio a Berenguer de Cortilles (1395),
transfiriéndose casi inmediatamente a Ramón de Papiol (o
Despapiol). La baronía pasó posteriormente a los Marimón, señores
del castillo de Sant Marçal (Cerdanyola del Vallès) y después a
los Guimerá. En el año 1610 era propiedad de los Desbosc. Un fuerte
terremoto en 1448 causó grandes estragos en el castillo, por lo que
se tuvo que reconstruir casi por completo la fortaleza.
El
castillo de El Papiol es uno de los mejores ejemplos de castillo
roquero de toda Cataluña. No tiene cimientos, pues se encuentra
sustentado por una gran roca. Su planta es de forma rectangular, y
posee muros de contención y una torre cuadrada de considerable
altura. Ha sido restaurado recientemente, y se encuentra en buen
estado de conservación.
Fuentes: Wikipedia
castillos.net
Galería:
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