El Castillo de la Torre Grossa, llamado comúnmente Castillo de Xixona (Jijona), se encuentra en esta localidad de la provincia de Alicante (Comunidad Valenciana), famosa por su dedicación a la elaboración de turrones.
El
castillo se encuentra situado en un montículo por encima de la cota
de 550 metros, colindante con el casco urbano de la población. Las
murallas descienden desde el castillo envolviendo el primitivo núcleo
de población.
Los
primeros vestigios de población en Jijona se remontan a la Edad de
Bronce. También se localizan yacimientos íberos y en menor medida
restos romanos. La dominación almohade en el siglo XII supuso la
erección del castillo.
La
primera mención de Jijona aparece en el tratado de Almizra firmado
el 26 de marzo de 1244 entre el futuro rey de Castilla, Alfonso X el
Sabio y el rey de la Corona de Aragón Jaime I. En dicho tratado se
regulaba la frontera entre los dos reinos, quedando Jijona dentro de
la Corona de Aragón. Jijona fue conquistada por Jaime I
probablemente en 1245, siendo el primer alcaide del castillo Peregrín
Baldoví en 1257.
Desde
1245 hasta 1304 Jijona fue límite meridional del Reino de Valencia,
hasta que en tiempos de Jaime II, en virtud del acuerdo de 1296 bajo
el arbitraje del rey Dionisio de Portugal, del infante Juan de
Castilla y del obispo de Zaragoza, se amplió la jurisdicción
valenciana, estableciéndose la frontera en el sur de la provincia de
Alicante. Los habitantes de Jijona participaron en la conquista de
Alicante, por lo que el rey les concedió el 16 de febrero de 1296 la
condición de villa real y el 9 de marzo de 1297, una serie de
privilegios de franqueza e inmunidad; por lo que los jijonencos
pasaban a depender de la jurisdicción señorial a la jurisdicción
real, pasando a estar representados en las Cortes del Reino de
Valencia.
Pedro
II se preocupó de fortificar el castillo en 1338, previniendo una
invasión musulmana que no se produjo. En la guerra de los dos Pedros
cayó en manos en 1364 en manos de Pedro I el Cruel, rey de Castilla,
para ser de nuevo reconquistada por Pedro IV de Aragón, quien contó
con la ayuda de las gentes naturales de Penáguila, Alcoy y
Cocentaina.
En
la guerra de Sucesión, Jijona apoyó la causa de Felipe V, por lo
que la villa y castillo fueron atacados por las tropas del Archiduque
Carlos de Austria, que obligaron a rendirse a los sitiados en octubre
de 1706. No obstante 500 hombres lograron refugiarse en los montes,
desde donde lanzaron una contraofensiva ayudados por gente de
Villena, que terminaron reconquistando el castillo y la villa. Esto
motivó la concesión de Felipe V a la villa de varios privilegios,
entre los que se encontraba la cesión de la propiedad del castillo.
Durante
la guerra de la independencia Jijona fue invadida por el ejército
francés.
El
castillo se encuentra situado en la parte más escarpada sobre un
cerro cuya altura topográfica alcanza casi seiscientos metros. El
montículo se encuentra casi exento dentro de una cadena montañosa
de mayor entidad que constituye la estribación de la Carrasqueta.
Queda próximo de las edificaciones del casco urbano que discurre a sus pies, aunque a cota sensiblemente inferior de manera que éste no altera la percepción visual de la fortificación.
El
sendero que conduce a la base del castillo presenta cierto grado de
urbanización al encontrarse algunas instalaciones de equipamientos
colectivos de la población.
Hacia
poniente parecen laderas escarpadas y cortadas en vertical que
constituyen defensas naturales del castillo.
El
edificio ocupa una planta extensa, alargada y muy estrecha de forma
irregular, que se adecua a las diferentes cotas topográficas,
apreciándose los restos de dos perímetros de las murallas, que
configuran dos recintos.
En
la parte más elevada del cerro se encuentran los restos, casi al
nivel de la cimentación o aterrados, de numerosas dependencias de
uso residencial del castillo. Las
murallas están construidas en opus incertum de unos 130 metros de
longitud en dirección NE-SW y unos 35 metros de anchura, defendidas
por cuatro torres.
En el extremo norte, situada sobre una cota inferior a la cima del castillo se encuentra la llamada Torre Grossa, una edificación en forma de prisma abierta por su lado este. Tiene un potente basamento de mampostería que regula el terreno y que sirve para colocar las hiladas de tapial de gran dureza sobre él. La torre se encuentra en la actualidad exenta, pero estaba unida en tiempos pretéritos al recinto amurallado de la fortaleza, que se encuentra en estado de semirruina a la espera de una actuación sobre ella.
Fuentes: Wikipedia
Castillos de Alicante
Guardianes de piedra
Ximo G. Rico (Fotos)
Galería:
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