jueves, 2 de enero de 2020

Castillo de Moratalla (Murcia)


El Castillo de Moratalla se encuentra situado en la población homónima de la Región de Murcia. 

El cerro cónico sobre el que se levanta el conjunto castral es el origen de la propia Moratalla. Allá por los remotos tiempos del Neolítico su cumbre sirvió de pequeño poblado para las gentes que cultivaban las tierras linderas, tal como prueban las hachas de diorita y los restos de cerámica, encontrados al realizar las últimas obras de acondicionamiento de su entorno. 

Sobre estos restos, en época ibérica se levanto un recinto defensivo con grandes piedras, una de cuyas caras aún se puede ver en la base de la Torre del Homenaje, en su lado Norte. Seguramente también se utilizaría en tiempos romanos, porque tanto el topónimo (Murata+tallea= la que está amurallada con palos -teoría del profesor Romera Marcos-), como los restos arqueológicos encontrados en la zona urbana, dan fe de su pasado romano. 

Pero, sin lugar a dudas, fue durante el periodo islámico cuando configuró su espacio y cuando defendió la población que había nacido al refugio de sus murallas. Hisn de Muratalla dicen las fuentes musulmanas refiriéndose a todo el pueblo. Sus fortificaciones fueron refugio en las turbulentas fitnas que sacudieron las tierras andalusíes. Su espolón altanero fue seña de rebelión durante el periodo de Taifas. En él se hizo fuerte Ibn Hilal frente a su primo Ibn Mardanís, el Rey Lobo, allá por 1147. Desde sus almenas contempló su esposa el bárbaro cegamiento a que fue sometido como coacción para su entrega. 

Junto con otra abundante cadena de fortificaciones, fue la defensa del Iqlim de Segura, el distrito serrano de la Taifa de Murcia, extendido por tierras que hoy son de otras comunidades, gracias a la división provincial de Javier de Burgos. Cuando las taifas se desmoronaban al avance imparable de la espada de Fernando III, el Comendador Mayor de Castilla, el aguerrido Pelay Pérez Correa, conquistó estas tierras en 1242, recibiendo del mismo monarca la Orden de Santiago su señorío. 

Ya bajo poder cristiano, desde 1245, fue sede de la Encomienda de Santiago, cuyo primer comendador fue Lope Hernández, en dicho año. Desde entonces el castillo ha sido el núcleo principal de esta Villa de fronteras del Reino de Murcia. Desde él salía la muralla que, con varios torreones, una puerta y un portillo, encerraba el recinto medieval. 

Uno de los elementos fundamentales de la historia y del paisaje urbano de Moratalla es su castillo-fortaleza. Y lo primero que se identifica en la silueta de la villa es el pináculo de su Torre del Homenaje, señoreando sus grises tejados, recortada y airosa sobre el fondo de montes de greda. Él fue su seguridad y su símbolo, su testimonio más señero de una época de tierras de frontera. Su importancia hasta el siglo XVI deriva, precisamente por su situación fronteriza con el Reino de Granada. 

Hacia el siglo IX se levantó la primera estructura islámica sobre restos neolíticos e ibéricos, constituyendo un punto importante dentro de la organización defensiva de al-Andalus. La Orden de Santiago lo reconstruye, destacando la Torre del Homenaje, del siglo XV, de estilo gótico militar levantino, con 22 metros de altura y 9 de lado. Sobre la puerta, la reja en la que fue colgado el cuerpo del Comendador Alfonso de Vozmediano en 1465. El patio mantiene el empedrado original, habiendo desaparecido la galería porticada. 

El recinto se completa con cinco torres más, en una de las cuales se encontraba la capilla dedicada a la Magdalena. Las otras cuatro torres son: la Redonda, reconstruida por la Orden de Santiago sobre un torreón musulman; la Blanca, con estructuras de sillares en las esquinas; la llamada de los Limones o Quebrada y la de los Cuatro Vientos. 

El edificio cuenta con tres plantas. En la inferior, el aljibe con pilar cruciforme central y, sobre él la Sala de Armas con la magnifica bóveda de aristas, gran clave central y tres saeteras abocinadas. A través de la llamativa escalera de caracol se llega a la Sala del Homenaje, donde resaltan las tres bóvedas paralelas de medio cañón levantadas sobre arcos ojivales, y las ventanas ajimezadas orientadas a oriente y poniente; la puerta de salida del caracol es llamativa por su dovelaje bicolor. En la pared Este de la sala arranca la escalera mural de acceso a la terraza almenada, último reducto defensivo de la fortificación. 

La última reparación del castillo-fortaleza pudo producirse a mediados del siglo XVII ya que en el cuaderno de visita realizada a Moratalla en 1747 se indica su estado de abandono. En el año 1865 pasa a manos de particulares que lo utilizan para crianza de vino. Fue adquirido por el Ayuntamiento tras la Guerra Civil por 8.500 pesetas.

Fuentes: Wikipedia
               regmurcia.com
               Ximo G. Rico (Fotos)

Galería:





















No hay comentarios:

Publicar un comentario