La Torre de la Reina Mora, también llamada Torre de Santa Ana, se encuentra situada en el Camino del Calvario, cercano a la población de Cullera, en la provincia de Valencia (Comunidad Valenciana).
El
camino del Calvario, con sus catorce estaciones, nos invitará, muy
pronto a visitar la torre, declarada Bien de Interés Cultural. Será
un buen momento para hacer un alto en el camino para observar con
detenimiento, no solamente la construcción en sí—la torre es
visitable— sino también las maravillosas vistas que se nos
ofrecen. Tanto es así que se ha habilitado un mirador perfectamente
orientado.
La
Torre de la Reina Mora en origen fue uno de los torreones de entrada
al segundo recinto amurallado o albacara del castillo. En el siglo
XVII tras siglos de inactividad militar y un estado importante de
abandono se convirtió en ermita. El propio nombre de Santa Ana se
debe al patronazgo bajo el cual se dispuso la ermita, primero
dedicada a San Rafael y posteriormente a Santa Ana.
La
torre conlleva, como muchas de las construcciones emblemáticas, su
propia leyenda según la cual una mora, casada con un rico
comerciante al que despreciaba, se enamoró del hijo del cadí. Con
el tiempo, los amantes planearon asesinar al esposo; pero un loro que
el comerciante había traído de tierras lejanas reveló a su dueño
los planes de los amantes quienes, finalmente, murieron ajusticiados
por causa de su propio engaño.
En
esencia se trata de una torre de tapial de tierra, de dos pisos, de
planta cuadrada y remate almenado. La parte superior, a la que se
accedía mediante una escalera de caracol, fue reformada en su
momento para vivienda del ermitaño. Esta construcción formaba parte
del perímetro defensivo del castillo musulmán, siendo además el
acceso al interior de la albacara, espacio rodeado y protegido que se
encuentra cerca de la fortaleza, mediante una entrada en forma de
codo, lo que facilitaba su control y defensa.
Actualmente
la torre ha sido restaurada y presenta un magnífico aspecto que
aúna, de manera armoniosa, las diferentes reformas para adaptarse a
sus diferentes usos a lo largo del tiempo. Terminada la visita a la
Torre tomaremos la escalera metálica junto a la misma para llegar al
zigzag jalonado de estaciones del Vía Crucis deteniéndonos de vez
en cuando para recuperar el aliento, beber agua y, sobre todo, para
observar los paisajes que se amplían al tiempo que ascendemos.
Fuentes: Wikipedia
Castillos de la Comunidad Valenciana
Galería:
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