El Castillo de Turís, también llamado localmente el Castellet de Turís, es una fortaleza de origen árabe de reducidas dimensiones construida sobre un asentamiento de la Edad del Bronce, situado en un cerro alargado al sudoeste de la población homónima de la provincia de Valencia (Comunidad Valenciana).
La primera fortificación del actual castillo se realizó a inicios del siglo XI. Ocupaba solo unos 500 m2 y se componía de un oratorio y un torreón, unidos ambos por una doble muralla. El oratorio (zagüiya) contenía la sepultura (maqbara) con los restos de una persona santa. Era visitado por los lugareños que accedían por el muro de la alquibla, orientado hacia La Meca. Este edificio tenía una cubierta plana diseñada para recoger el agua de lluvia que se almacenaba en una cisterna (al-jubb) en el exterior del recinto. También a inicios del siglo XI se edificó el torreón, que servía de residencia a una pequeña guarnición que controlaba la ruta del valle del río Magro. Cada uno de los edificios tenía un acceso propio, además de existir una puerta en la zagüiya para el acceso desde el torreón.
Con el desarrollo de la taifa de Valencia en la segunda mitad del siglo XI, se hizo necesaria una mejor defensa, La zagüiya fue suprimida, aprovechándose como torre principal la torre del sur de la fortaleza. Se edificó una nueva muralla, en la cual se situó una puerta que sustituía el suprimido acceso por la alquibla. Ante la nueva puerta se construyó un patio de armas que también funcionaba como albacar en periodos de paz y hasta de barbacana, en tiempos de guerra. El gran torreón pasó a servir de residencia y atalaya dentro del recinto, agrandado por una nueva muralla que sustituyó a las dos iniciales, arrasadas. Los nuevos accesos incluían un camino carretero y el conjunto alcanzó casi los 3000 m2.
Durante el primer tercio del siglo XIII los almohades llegaron a la fortaleza y realizaron diversas reformas. El torreón se modificó, pasando a ser más alto y estrecho. También realizaron mejoras en el adarve y nuevas dependencias en el interior, pero la cisterna siguió quedando fuera del recinto. El castillo formaba parte de la red de defensa almohade, en línea de visión directa con los de Macastre y Buñol.
Tras la conquista cristiana en el año 1238, el castillo se transformó en sede de un señorío. Así, era la residencia del gobernador y ocasionalmente del señor, contando con bodegas y almacenes para los impuestos recaudados, e instalaciones para su transformación. En la parte oriental se construyeron la serie de habitaciones para residencia señorial o del gobernador, como la sala grande, el estudio, la cambra y la recambra. También se edificó una gran cocina, aparte de un granero, dos lagares y tres bodegas. El torreón fue destinado a mero almacén y armero. En la antigua barbacana se habilitó una porqueriza, una cuadra y pequeños graneros, y se construyó en el interior otra cisterna de 40 m2, mayor que la inicial del complejo.
A inicios del siglo XV, la amenaza del reino de Castilla desde la zona de Requena, llevaron a realizar mejoras en las defensas del castillo. Las almenas fueron sustituidas por parapetos con troneras, de forma que se facilitaba su uso para disparar espingardas y ballestas. Así mismo, la torre sur fue rebajada para emplazar en ella una bombarda. Con la modificación de la torre sur, la antigua cisterna quedó sin suministro de agua y sólo se utilizó como abrevadero.
La
fortaleza dispone de un recinto externo, muy amplio, que debió
albergar la primitiva alquería. De este primer recinto se conservan
restos de largos lienzos de la muralla y los restos de la torre
situada al nordeste y algunos basamentos de otras.
El
recinto interior se situaba en la parte más elevada del cerro, con
una torre al sur y otras al este construidas con tapial. En la parte
más alta se sitúa la Torre del Homenaje, de planta rectangular,
tres plantas
y
terraza almenada, toda ella construida en mampostería.
Fuentes: Wikipedia
Castillos de la Comunidad Valenciana
Galería:
No hay comentarios:
Publicar un comentario