El Castillo-Palacio de los Borja, también conocido como Palacio de los Condes de Benicarló, se encuentra localizado en el casco antiguo, en pleno centro urbano de la ciudad de Valencia, capital de la provincia y de la Comunidad Valenciana.
El
linaje de los Borja es oriunda de la población de Borja (Zaragoza)
en Aragón y pasaron a establecerse en Játiva y Canals, donde
consiguieron gran poder y prestigio. Baste recordar que dos miembros
de esta familia fueron Papas y otro sería elevado a los altares (San
Francisco de Borja).
El 3 de diciembre de 1485 el entonces
cardenal y futuro Papa, Rodrigo de Borja, compra a Fernando el
Católico para su hijo natural Pedro Luis de Borja, el castillo de
Bairén y el estado de Gandia. El día 20 de diciembre le concede a
Pedro Luis de Borja el título de duque para él y sus sucesores.
El Castillo-Palacio de los Borja se construyó a finales del siglo XV como
residencia en Valencia de la familia Borja, Duques de Gandía, sobre
unas casas o edificio anterior donde estuvo instalada la Escuela de
Arte y Gramática de la ciudad desde 1408. En este año el "Consell
de la Ciudad" había comprado varias casas a Pere de Vilaragut y
Martina Pérez Dorries para instalar en ellas la Escuela de
Gramática. En 1414 el "Consell" vende a mosén Aymerich de
Centelles, señor de Llombai las casas. Posteriormente consta que los
terrenos eran propiedad de la familia Guillem Catalá. El solar fue
adquirido el 24 de agosto de 1484 a Joan Guillem Catalá, barón de
Planes para Pedro Luis de Borja, I Duque de Gandía.
Las obras
del palacio fueron iniciadas por Francesc Martínez alias "Biulaygua"
(maestro en obras de albañilería) pero murió inmediatamente a
finales de 1484. Le sucedieron diversos maestros como Joan Vilar,
Francisco Agras y Juan Agras (albañiles), Joan Perales y Guillem
Gilabert (carpinteros), Joan Corbera y Pere Compte (canteros). Éste
último realizó hacia 1485 la escalera volada de piedra del patio
interior. También pintores como Joan Guillem y Pere Guillem.
A
mediados del siglo XVIII, extinguido el linaje de los Borja, el
Ducado de Gandía pasa por herencia a los Condes de Benavente y duques
de Osuna, que abandonaron el cuidado del palacio y quedó en estado
ruinoso y utilizado para diversos usos. Así entre 1796 y 1797 fue
utilizado como cuartel.
En 1846 el XVI Duque de Gandia, don
Mariano Tellez Girón, vendió el palacio a Francisco Pujals para
establecer aquí una fábrica de hilaturas de seda (Pujals y Cia.).
Para adecuarlo a dicha función el arquitecto Salvador Monmeneu
realizó una amplísima reforma interior. Entre otros usos que tuvo
el palacio conviene destacar el de almacén de granos, teatro
operístico o viviendas particulares.
En 1905 Juan Pérez de
Sanmillán y Miquel aparece como titular del palacio por su
matrimonio con Emilia Fontanals que a su vez había heredado de la
familia Pujals. Juan Pérez de Sanmillán recibe el título de
Marqués de Benicarló y desde entonces el palacio será conocido
como Palacio de Benicarló. Este nuevo propietario realizó numerosas
remodelaciones en el edificio que alteraron su fisonomía anterior.
En esta etapa renace la vida del palacio que recibirá ocasionalmente
la visita de Alfonso XIII.
Durante
la guerra civil fue sede del gobierno republicano instalado en
Valencia. Después de la guerra es devuelto a su propietario
Guillermo Pérez de Sanmillán y Fontanals, II Marqués de Benicarló.
En 1973 el Estado Español compra el palacio como sede de la Jefatura
Provincial del Movimiento. En la actualidad es la sede de las Cortes
Valencianas Para esta función los arquitectos Carlos Salvadores y
Manuel Portaceli adecuaron sus salas para esta función entre 1988 y
1994, además recuperaron en la medida de lo posible los elementos
originales del palacio.
En su interior podemos contemplar
salones que van del gótico hasta el modernismo pasando por el
neoclásico, así como los cimientos de una casa de época romana del
que se conservan muros, arcos, columnas y dos impresionantes mosaicos
descubiertos recientemente. No en vano su parte trasera linda
directamente con la VIA AUGUSTA, actual calle del Salvador.
Del
palacio gótico se conserva una portalada con arco de medio punto y
la "logia" de ventanas del último piso. A mediados del
siglo XVIII los sucesores de los Duques de Gandía abandonaron el
cuidado del palacio que quedó en estado ruinoso hasta que, a
mediados del siglo XIX, fue adquirido por la familia Pujals para
establecer aquí una fábrica de hilaturas de seda.
El
edificio de planta rectangular tiene un amplio jardín posterior que
estructura gran parte de la manzana en torno a él. Originariamente
de estilo gótico tardío, sufrió una remodelación en el siglo XIX
que lo desfiguró, adscribiéndolo a un estilo neogótico. Al
edificio, recientemente rehabilitado, se accede desde la Plaza de San
Lorenzo, antiguamente llamada de la Inquisición por estar allí
asentado el Palacio de dicha institución.
La
principal característica del palacio es su amplia fachada limitada
en uno de sus extremos por una torre que supera en poco la altura del
cuerpo principal. Sin embargo todo lo amplio que tiene la fachada lo
tiene de escaso en profundidad y es que en la Baja Edad Media la
importancia de una familia también se medía por la grandeza de su
palacio y esta fachada tan extensa hacía presumir un poder y una
nobleza superior. En origen la torre debía estar almenada, ya que
antaño se trataba de una torre de defensa del palacio, pero en la
actualidad tal defensa ha desaparecido y aparece un tanto desmochada
y plana.
Fuentes: Wikipedia
Castillos de la Comunidad Valenciana
Galería:
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