martes, 21 de enero de 2020

Castillo-Palacio de los Borja (Valencia, Valencia)


El Castillo-Palacio de los Borja, también conocido como Palacio de los Condes de Benicarló, se encuentra localizado en el casco antiguo, en pleno centro urbano de la ciudad de Valencia, capital de la provincia y de la Comunidad Valenciana. 

El linaje de los Borja es oriunda de la población de Borja (Zaragoza) en Aragón y pasaron a establecerse en Játiva y Canals, donde consiguieron gran poder y prestigio. Baste recordar que dos miembros de esta familia fueron Papas y otro sería elevado a los altares (San Francisco de Borja). 

El 3 de diciembre de 1485 el entonces cardenal y futuro Papa, Rodrigo de Borja, compra a Fernando el Católico para su hijo natural Pedro Luis de Borja, el castillo de Bairén y el estado de Gandia. El día 20 de diciembre le concede a Pedro Luis de Borja el título de duque para él y sus sucesores. 

El Castillo-Palacio de los Borja se construyó a finales del siglo XV como residencia en Valencia de la familia Borja, Duques de Gandía, sobre unas casas o edificio anterior donde estuvo instalada la Escuela de Arte y Gramática de la ciudad desde 1408. En este año el "Consell de la Ciudad" había comprado varias casas a Pere de Vilaragut y Martina Pérez Dorries para instalar en ellas la Escuela de Gramática. En 1414 el "Consell" vende a mosén Aymerich de Centelles, señor de Llombai las casas. Posteriormente consta que los terrenos eran propiedad de la familia Guillem Catalá. El solar fue adquirido el 24 de agosto de 1484 a Joan Guillem Catalá, barón de Planes para Pedro Luis de Borja, I Duque de Gandía. 

Las obras del palacio fueron iniciadas por Francesc Martínez alias "Biulaygua" (maestro en obras de albañilería) pero murió inmediatamente a finales de 1484. Le sucedieron diversos maestros como Joan Vilar, Francisco Agras y Juan Agras (albañiles), Joan Perales y Guillem Gilabert (carpinteros), Joan Corbera y Pere Compte (canteros). Éste último realizó hacia 1485 la escalera volada de piedra del patio interior. También pintores como Joan Guillem y Pere Guillem. 

A mediados del siglo XVIII, extinguido el linaje de los Borja, el Ducado de Gandía pasa por herencia a los Condes de Benavente y duques de Osuna, que abandonaron el cuidado del palacio y quedó en estado ruinoso y utilizado para diversos usos. Así entre 1796 y 1797 fue utilizado como cuartel. 

En 1846 el XVI Duque de Gandia, don Mariano Tellez Girón, vendió el palacio a Francisco Pujals para establecer aquí una fábrica de hilaturas de seda (Pujals y Cia.). Para adecuarlo a dicha función el arquitecto Salvador Monmeneu realizó una amplísima reforma interior. Entre otros usos que tuvo el palacio conviene destacar el de almacén de granos, teatro operístico o viviendas particulares. 

En 1905 Juan Pérez de Sanmillán y Miquel aparece como titular del palacio por su matrimonio con Emilia Fontanals que a su vez había heredado de la familia Pujals. Juan Pérez de Sanmillán recibe el título de Marqués de Benicarló y desde entonces el palacio será conocido como Palacio de Benicarló. Este nuevo propietario realizó numerosas remodelaciones en el edificio que alteraron su fisonomía anterior. En esta etapa renace la vida del palacio que recibirá ocasionalmente la visita de Alfonso XIII. 

Durante la guerra civil fue sede del gobierno republicano instalado en Valencia. Después de la guerra es devuelto a su propietario Guillermo Pérez de Sanmillán y Fontanals, II Marqués de Benicarló. En 1973 el Estado Español compra el palacio como sede de la Jefatura Provincial del Movimiento. En la actualidad es la sede de las Cortes Valencianas Para esta función los arquitectos Carlos Salvadores y Manuel Portaceli adecuaron sus salas para esta función entre 1988 y 1994, además recuperaron en la medida de lo posible los elementos originales del palacio. 

En su interior podemos contemplar salones que van del gótico hasta el modernismo pasando por el neoclásico, así como los cimientos de una casa de época romana del que se conservan muros, arcos, columnas y dos impresionantes mosaicos descubiertos recientemente. No en vano su parte trasera linda directamente con la VIA AUGUSTA, actual calle del Salvador. 

Del palacio gótico se conserva una portalada con arco de medio punto y la "logia" de ventanas del último piso. A mediados del siglo XVIII los sucesores de los Duques de Gandía abandonaron el cuidado del palacio que quedó en estado ruinoso hasta que, a mediados del siglo XIX, fue adquirido por la familia Pujals para establecer aquí una fábrica de hilaturas de seda. 

El edificio de planta rectangular tiene un amplio jardín posterior que estructura gran parte de la manzana en torno a él. Originariamente de estilo gótico tardío, sufrió una remodelación en el siglo XIX que lo desfiguró, adscribiéndolo a un estilo neogótico. Al edificio, recientemente rehabilitado, se accede desde la Plaza de San Lorenzo, antiguamente llamada de la Inquisición por estar allí asentado el Palacio de dicha institución. 

La principal característica del palacio es su amplia fachada limitada en uno de sus extremos por una torre que supera en poco la altura del cuerpo principal. Sin embargo todo lo amplio que tiene la fachada lo tiene de escaso en profundidad y es que en la Baja Edad Media la importancia de una familia también se medía por la grandeza de su palacio y esta fachada tan extensa hacía presumir un poder y una nobleza superior. En origen la torre debía estar almenada, ya que antaño se trataba de una torre de defensa del palacio, pero en la actualidad tal defensa ha desaparecido y aparece un tanto desmochada y plana. 

Fuentes: Wikipedia
               Castillos de la Comunidad Valenciana

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