El Castillo de Valderrobres se encuentra localizado en la población homónima de la provincia de Teruel (Aragón).
En
la parte alta de la localidad se levanta el castillo que preside el
lugar majestuosamente. Desde su interior se pueden contemplar amplias
vistas del valle del Matarraña.
La
historia que documenta el Castillo de Valderrobres tiene sus inicios
a finales del siglo XII y es una de las principales fortalezas de
época gótica que existen en Aragón. Su fachada es majestuosa. La
obra presenta una serie de elementos que son propios de los edificios
góticos civiles o militares que se extienden por toda la Corona de
Aragón.
La
reconquista de la plaza concluyó hacia 1170. El castillo actual
empezó a construirse en el siglo XIV. Fue residencia de varias
familias nobles como los Oteyza y los obispos y arzobispos de
Zaragoza, siendo residencia ocasional de la reina aragonesa doña
Leonor de Alburquerque y doña María de Castilla. En el Salón de
las Chimeneas se celebraron las comidas de los asistentes a las
Cortes de Aragón, que fueron convocadas por el rey Alfonso V en el
año 1429. Las reuniones tuvieron lugar en la iglesia parroquial que
había sido concluida recientemente.
Entre
sus dependencias destacan la Sala de las Caballerizas, la Sala
Capitular, el Salón de las Chimeneas, una gran cocina, la Sala de
los Leones y la Cámara Dorada. La planta del recinto es de forma
hexagonal irregular, adaptándose al terreno donde se asienta, con
todos sus lados rectos, pero desiguales. En sus vértices hay cubos
de mayor altura que el muro, rematándolo todo con almenas defensivas
comunicadas por un camino de ronda. Su ordenación interior es la
acostumbrada, con salas alrededor de un patio descubierto rodeado por
una barrera de gran altura. La mitad septentrional del castillo es de
carácter más militarista.
El
recinto se compone de tres niveles intermedios más uno superior o
terraza. Tienen ventanas y vanos de formas diferentes según los
pisos. En el primer piso se abren una serie de ventanas de medio
punto. En el segundo piso las ventanas van decoradas con tracería
gótica. En el tercer nivel había una bóveda gótica y unos amplios
ventanales con arcos de medio punto.
Hubo
una crujía en el patio, que estuvo formado por dos plantas con
arcadas. En el interior, destaca el salón de las Chimeneas, con tres
arcos apuntados con tracerías en los ventanales. Arriba hay una
espectacular galería con once arcos de medio punto. A todo esto hay
que unir una heráldica muy amplia con los escudos de los arzobispos
García Fernández de Heredia y de Dalmau de Mur y Cervellón.
Además, existe un pasadizo aéreo que comunica el castillo con la
iglesia de Santa María la Mayor.
El
material utilizado para construir esta impresionante mole defensiva
es la piedra, totalmente trabajada en sillares bien realizados y
ordenados en hileras horizontales. Se hace extensivo este sistema
tanto para los muros como para las torres que componen la estructura
del edificio. El material se extraía de la propia montaña a la que
está adosado el edificio.
El
castillo fue restaurado en los años ochenta. Originalmente fue
construido por orden de los obispos zaragozanos que habitaron en él
durante un largo periodo de tiempo hasta la segunda mitad del siglo
XVII en el que se abandonó, comenzando a partir de entonces su
deterioro y su ruina. En 1931 fue declarado Monumento Nacional.
Fuentes: Wikipedia
castillos.net
Galería:
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