viernes, 17 de enero de 2020

Castillo de Peñarroya (Sumacárcer, Valencia)


El Castillo de Peñarroya, también conocido simplemente como Castillo de Sumacárcer, está localizado en las cercanías de la localidad de Sumacárcer en la comarca de la Ribera Alta en la provincia de Valencia (Comunidad Valenciana). 

Sumacárcer era un alquería de origen musulmán sobre la cuál se edificó el castillo. Le correspondían unas veinte alquerías del contorno, entre las que se encuentran Cárcer, Cotes, Alcántara, Beneixida, Ráfol de Beneixida, etc... Poseía un albacar para proteger la población de todas esas alquerías en caso de ataque. Parece que estuvo también funcionando como poblado permanente. Tuvo Carta Puebla después de su conquista por el rey Jaime I y más tarde a consecuencia de la expulsión de los moriscos en el año 1609 por el rey Felipe III. 

A partir del siglo XIII fue abandonado en favor del nuevo emplazamiento de la población junto al río Júcar, y a pesar de que en el siglo XIV está documentado un permiso real para reconstruirlo, lo cierto es que desde entonces quedó abandonado, sobreviniendo su rápida ruina. Actualmente sólo pueden verse algunos lienzos de murallas y bases de torreones, en un entorno de gran belleza paisajística. 

En el siglo XIII, en tiempos de Jaime I el Conquistador y del proceso de colonización feudal, el castillo y su valle pasarían a constituir un señorío territorial. La fortificación se transformaría, así, en el símbolo eminente de la potestad jurisdiccional de los barones. El señorío o la baronía de Sumacárcer, así conocida, pasaría a manos de sucesivos linajes nobiliarios, entre 1276 y 1433: los Próxita, los Cervató-Munyos, los Quintavall y los Pardo de la Casta. A partir de 1433, y hasta la disolución de los señoríos territoriales, el pueblo perteneció a los Crespí de Valldaura, condes de Sumacárcer y de Orgaz desde el siglo XVIII y propietarios del palacio del pueblo hasta el año 1991. 

Aquellos señores feudales de época medieval y moderna eran caballeros cristianos, residentes en ámbito urbano, que explotaban económicamente a las aljamas o comunidades de vasallos musulmanes del territorio. De hecho, el lugar de Sumacárcer continúo habitado por moros (siglos XIII-XV) y moriscos (siglo XVI), hasta la expulsión o limpieza étnica de 1609. 

Tras el vaciado poblacional, la localidad fue repoblada con vasallos cristianos viejos, valenciano-hablantes, que son los antepasados directos de los actuales sumacarcerers. Durante los siglos XVII al XIX, el castillo de Sumacárcer continuó teniendo una importancia simbólica. Sin embargo, la pérdida de interés estratégico y bélico de la fortaleza, comportará un progresivo progreso de abandono y ruina. 

En la actualidad, los restos del castillo suscitan el interés de historiadores, arqueólogos y turistas, por su relevancia cultural y patrimonial. En este sentido, el Ayuntamiento de Sumacárcer se esfuerza día tras día en la puesta en valor del monumento, y darlo a conocer a vecinos y a visitantes. 

En la actualidad, el castillo, que lleva el nombre de un altozano montañoso estrecho y alargado a 150 m. de altitud sobre el nivel del mar y elevado a 120 m. sobre el llano aluvial de la Ribera Alta, apenas resaltan algunos muros y ciertas torres desmochadas. Son evidencias la existencia de una antigua fortaleza islámica y feudal, que se levantó sobre el solar de un antiguo poblado de la edad de bronce. 

Gracias a la labor de historiadores y arqueólogos, se han podido determinar las sucesivas fases de construcción y reforma de la fortaleza, entre el siglo IX (sociedad islámica) y el siglo XIV (sociedad feudal). También se ha podido reconstruir el aspecto aproximado que representaría el castillo en época medieval, cuando sus torres, muros y paramentos se conservaban en buen estado. 

En el 929 de nuestra era, las tropas del primer califa de Córdoba, Abd al-Rahmán III, asaltaron la fortaleza y la incorporaron al Califato Omeya. En esta época y en los tiempos del reino taifa de Valencia (siglo XI) se completarían las fortificaciones que todavía se observan: 

1) un recinto inferior, en la parte frontal y más accesible, con funciones de albacar (al-baqqar), refugio para el ganado. 2) un enclave superior, alargado y prácticamente inexpugnable, en donde improvisar casas o barracas para refugiarse la población del término (el alcázar de la cima o Summa Qasr), y 3) un reducto más fortificado o celoquía (saluqiya) en la cumbre del recinto superior, con su torre granero, su aljibe (al-jubb) y departamentos para el alcalde (al-qaid) y la guarnición de soldados. 

Con la ocupación del territorio por feudales catalanes y aragoneses, y con su incorporación al nuevo Reino de Valencia, el recinto superior y la celoquía andalusí quedaron en desuso. Se conservaron las murallas y accesos, eso sí, y se reforzó el conjunto con la erección de otro fortín (entre 1308-1310) en la parte trasera del recinto superior. El castillo bajomedieval consta de una torre-granero, residencia eventual del alcalde del señorío, un reducto protegido por cortes artificiales en la roca, y un aljibe capaz y de buena consistencia. 

En cuanto al aspecto original del castillo, cabe retener que la obra de los paramentos es de tabiya o tapial de encofrado, típica de la arquitectura andalusí. Cuando se acababa de levantar el muro, se enlucía y se enjalbegaba, para darle una mayor sensación de grandeza y solidez. En ocasiones, los muros o torres principales se decoraban o bendecían con versículos coránicos en bajo relieve dorado, enmarcados por filacterias negras. El espacio en torno a la fortaleza se deforestaba en su integridad, por obvias razones estratégicas. 

Fuentes: Wikipedia
               Castillos de la Comunidad Valenciana
               Gatho (Fotos)
               castillosricsol.org

Galería:


















No hay comentarios:

Publicar un comentario