El Castillo de Peñarroya, también conocido simplemente como Castillo de Sumacárcer, está localizado en las cercanías de la localidad de Sumacárcer en la comarca de la Ribera Alta en la provincia de Valencia (Comunidad Valenciana).
Sumacárcer era un alquería de origen musulmán sobre la cuál se edificó el
castillo. Le correspondían unas veinte alquerías del
contorno, entre las que se encuentran Cárcer, Cotes, Alcántara,
Beneixida, Ráfol de Beneixida, etc... Poseía un albacar para
proteger la población de todas esas alquerías en caso de ataque.
Parece que estuvo también funcionando como poblado permanente. Tuvo
Carta Puebla después de su conquista por el rey Jaime I y más tarde
a consecuencia de la expulsión de los moriscos en el año 1609 por
el rey Felipe III.
A
partir del siglo XIII fue abandonado en favor del nuevo emplazamiento
de la población junto al río Júcar, y a pesar de que en el siglo
XIV está documentado un permiso real para reconstruirlo, lo cierto
es que desde entonces quedó abandonado, sobreviniendo su rápida
ruina. Actualmente sólo pueden verse algunos lienzos de murallas y
bases de torreones, en un entorno de gran belleza paisajística.
En
el siglo XIII, en tiempos de Jaime I el Conquistador y del proceso de
colonización feudal, el castillo y su valle pasarían a constituir
un señorío territorial. La fortificación se transformaría, así,
en el símbolo eminente de la potestad jurisdiccional de los barones.
El señorío o la baronía de Sumacárcer, así conocida, pasaría a
manos de sucesivos linajes nobiliarios, entre 1276 y 1433: los
Próxita, los Cervató-Munyos, los Quintavall y los Pardo de la
Casta. A partir de 1433, y hasta la disolución de los señoríos
territoriales, el pueblo perteneció a los Crespí de Valldaura,
condes de Sumacárcer y de Orgaz desde el siglo XVIII y propietarios
del palacio del pueblo hasta el año 1991.
Aquellos
señores feudales de época medieval y moderna eran caballeros
cristianos, residentes en ámbito urbano, que explotaban
económicamente a las aljamas o comunidades de vasallos musulmanes
del territorio. De hecho, el lugar de Sumacárcer continúo habitado
por moros (siglos XIII-XV) y moriscos (siglo XVI), hasta la expulsión
o limpieza étnica de 1609.
Tras
el vaciado poblacional, la localidad fue repoblada con vasallos
cristianos viejos, valenciano-hablantes, que son los antepasados
directos de los actuales sumacarcerers. Durante los siglos XVII al
XIX, el castillo de Sumacárcer continuó teniendo una importancia
simbólica. Sin embargo, la pérdida de interés estratégico y
bélico de la fortaleza, comportará un progresivo progreso de
abandono y ruina.
En
la actualidad, los restos del castillo suscitan el interés de
historiadores, arqueólogos y turistas, por su relevancia cultural y
patrimonial. En este sentido, el Ayuntamiento de Sumacárcer se
esfuerza día tras día en la puesta en valor del monumento, y darlo
a conocer a vecinos y a visitantes.
En
la actualidad, el castillo, que lleva el nombre de un altozano
montañoso estrecho y alargado a 150 m. de altitud sobre el nivel del
mar y elevado a 120 m. sobre el llano aluvial de la Ribera Alta,
apenas resaltan algunos muros y ciertas torres desmochadas. Son
evidencias la existencia de una antigua fortaleza islámica y feudal,
que se levantó sobre el solar de un antiguo poblado de la edad de
bronce.
Gracias
a la labor de historiadores y arqueólogos, se han podido determinar
las sucesivas fases de construcción y reforma de la fortaleza, entre
el siglo IX (sociedad islámica) y el siglo XIV (sociedad feudal).
También se ha podido reconstruir el aspecto aproximado que
representaría el castillo en época medieval, cuando sus torres,
muros y paramentos se conservaban en buen estado.
En
el 929 de nuestra era, las tropas del primer califa de Córdoba, Abd
al-Rahmán III, asaltaron la fortaleza y la incorporaron al Califato
Omeya. En esta época y en los tiempos del reino taifa de Valencia
(siglo XI) se completarían las fortificaciones que todavía se
observan:
1) un recinto inferior, en la parte frontal y más
accesible, con funciones de albacar (al-baqqar), refugio para el ganado. 2) un
enclave superior, alargado y prácticamente inexpugnable, en donde
improvisar casas o barracas para refugiarse la población del término
(el alcázar de la cima o Summa Qasr), y 3) un reducto más
fortificado o celoquía (saluqiya) en la cumbre del recinto
superior, con su torre granero, su aljibe (al-jubb) y departamentos
para el alcalde (al-qaid) y la guarnición de soldados.
Con
la ocupación del territorio por feudales catalanes y aragoneses, y
con su incorporación al nuevo Reino de Valencia, el recinto superior
y la celoquía andalusí quedaron en desuso. Se conservaron las
murallas y accesos, eso sí, y se reforzó el conjunto con la
erección de otro fortín (entre 1308-1310) en la parte trasera del
recinto superior. El castillo bajomedieval consta de una
torre-granero, residencia eventual del alcalde del señorío, un
reducto protegido por cortes artificiales en la roca, y un aljibe
capaz y de buena consistencia.
En
cuanto al aspecto original del castillo, cabe retener que la obra de
los paramentos es de tabiya o tapial de encofrado, típica de la
arquitectura andalusí. Cuando se acababa de levantar el muro, se
enlucía y se enjalbegaba, para darle una mayor sensación de
grandeza y solidez. En ocasiones, los muros o torres principales se
decoraban o bendecían con versículos coránicos en bajo relieve
dorado, enmarcados por filacterias negras. El espacio en torno a la
fortaleza se deforestaba en su integridad, por obvias razones
estratégicas.
Fuentes: Wikipedia
Castillos de la Comunidad Valenciana
Gatho (Fotos)
castillosricsol.org
Galería:
No hay comentarios:
Publicar un comentario