El Castillo dels Alcalans es una fortificación medieval situada en el término municipal de Monserrat, en la provincia de Valencia (Comunidad Valenciana).
Se
encuentra en las proximidades del río Magro, en un paraje denominado
Els Castellars. Se
localiza sobre un espolón o cuerda de ladera que separa las
diferentes depresiones o barrancos por donde se produce la
escorrentía de aguas de una vertiente, que forma el Valle de los
Alcalans (del que toma su nombre), al este, que es el lado más
accesible y en el que se desarrolla el sistema defensivo, se ubica en
el margen izquierdo del río Magro, enfrente de la Loma Plana y las
lomas de los Castellars.
Los
restos encontrados en la zona, indican la relevancia de la fortaleza
de Alcalá debió alcanzar en su época. Aún puede distinguirse que
la estructura se articula en dos recintos a los que normalmente se
denominan recito superior e inferior, teniendo en cuenta su
localización topográfica el recinto superior (llamado Alcazaba por
algunos autores o Torre del Homenaje o celoquia por otros), debía
tener como era costumbre un marcado carácter militar y residencial
simultáneamente. Presentaba una planta rectangular, con patio a
cielo abierto y se completaba el conjunto con un práctico aljibe,
así como otras dependencias que son motivo de estudio todavía.
Por
su parte, el recinto inferior presentaba una subdivisión en dos
partes, de un lado un gran albacar que rodeaba el recinto superior
por el Norte, Oeste y Sur; mientras al este existía una liza, que se
encontraba defendida por un antemuro, alero o muralla, del que se han
conservado restos que alcanzan los tres metros de altura.
Respecto
al período de su construcción éste parece ser se llevó a cabo al
menos en dos fases constructivas, una primera que podría
considerarse como la fundacional, que es la más antigua, la que se
inició en el siglo XI asociada a la taifa de Valencia; y una segunda
etapa iniciada en el siglo XII y que se extendería hasta el siglo
XIII, coincidiendo con el periodo almohade en la que se llevaría a
cabo obras de refuerzo del sistema defensivo, sobre todo en la zona
este del castillo ya existente.
El
castillo se considera de origen árabe, posiblemente (atendiendo a
los restos de cerámica que se han encontrado en las excavaciones
arqueológicas llevadas a cabo) sobre un asentamiento íbero
anterior. Es considerado como una muestra de la fisionomía de un
típico castillo o fortificación islámica, pese a que actualmente
sólo quedan restos de algunos lienzos de lo que fueron sus murallas,
así como los basamentos de las que fueron sus torres, de lo que fue
en su día fue un importante punto de defensa de la zona.
En
el siglo XI un rey de la Taifa de Valencia decidió construir un
castillo que permitiera controlar los cultivos existentes cerca del
río Magro. Llegó a ser un importante castillo taifal, que se citaba
incluso en la Crónica de Alfonso X (en la que se narra como el Cid,
en una de sus acciones militares por el reino de Valencia, capturó a
su alcaide, hecho que dio nombre al lugar como Vall d'Alcal, conocido
más tarde como la Vall dels Alcalans.
El
castillo, además de la defensa de la zona, también era utilizado
para las tareas de recolecta de impuestos agrícolas y ganaderos del
valle de Alcalá en época musulmana. Este cobro de impuestos queda
reflejado en el Llibre del Repartiment. El imperio almorávide empezó
a tener problemas de cohesión tan pronto y rápidamente como
anteriormente se había producido su surgimiento. Esta circunstancia
fue aprovechada Alfonso I de Aragón, el Batallador, que pactó
alianzas con musulmanes reticentes a los nuevos califas almorávides
con la intención de ocupar Balansiya (Valencia).
Se
produjo entonces una respuesta por parte de los almorávides que
trajeron de Marruecos un ejército para hacer frente a esta alianza.
La batalla tuvo lugar el 1129 en el castillo de los Alcalans, y de en
ella se produjo la derrota de los almorávides. Esta derrota
desprestigió a los almorávides de Sharq al-Andalus y poco después
se proclamarían unos segundos reinos de taifa en Sharq al-Andalus (a
partir de 1144 en Balansiya), esto si se tiene en cuenta al poeta
valenciano-musulmán Ibn al-Abbar.
Así,
tras la Reconquista, Montserrat fue donada en 1240 a Eiximén de
Tovià, y poco después Joan Brusca le otorgó Carta Puebla en 1245.
Con el devenir de los años, paso unas manos a otras, hasta que la
familia Pérez de Calatayud pasara a ser la propietaria. En 1763 se
integró en el ducado de Villahermosa hasta la abolición de los
señoríos.
Fuentes: Wikipedia
Castillos de la Comunidad Valenciana
castillosricsol.org
Galería:
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