La Batería de San Isidoro y Santa Florentina se encuentra situada en la bocana del puerto de la ciudad departamental de Cartagena, en la Región de Murcia.
Se sitúa en el llamado frente izquierdo o frente de levante, a los pies del
cabezo de San Pedro (una estribación rocosa en las faldas del monte
de San Julián), cerca de la popular y pequeña playa Calacortina.
Este enclave de las fortificaciones portuarias se sitúa entre las
baterías de San Leandro y la de Santa Ana Acasamatada.
El
acceso se realiza desde Cartagena, por la carretera que corre
paralela al barrio de Santa Lucía y las instalaciones portuarias, en
dirección al muelle de La Curra. Antes de llegar a éste, se toma el
desvío hacia el valle de Escombreras, a la izquierda, y a unos cien
metros, tras pasar la batería de San Leandro, se encuentra el
control de accesos a los enclaves defensivos de San Isidoro y Santa
Florentina, y Santa Ana Acasamatada y Complementaria. Esta batería
es propiedad del Ministerio de Defensa y su entrada no está abierta
al público.
Los orígenes de esta batería se han de situar en el siglo XVIII, cuando en el contexto de las grandes obras militares en la ciudad, se realizan diversas acciones que culminan con un completo despliegue artillero en la bocana del puerto. Originariamente eran dos las baterías, de ahí su nombre, pero al final quedaron unidas por una cortina.
La construcción de aquella centuria se limitó a unas plataformas donde emplazar piezas de artillería y proteger a sus sirvientes tras los merlones y parapetos, además de crear pequeños repuestos y polvorines para el almacenaje de las municiones.Pero conforme se desarrolló el Plan de Defensa de 1860 el edificio fue adquiriendo mayor envergadura hasta que en las reformas que se llevaron a finales del siglo XIX quedó con su aspecto actual, con bajos perfiles, casi enmascarados en la costa y moldeados con hormigón.
La batería se inscribe en una planta irregular, adaptada al terreno y a las construcciones preexistentes. Aparece por tanto una estructura acasamatada, construida a unos 16 m. sobre el nivel del mar, de manera paralela a la costa y perfectamente preparada para cerrar con sus fuegos la bocana portuaria.
En su frente, hormigonado y camuflado casi en el paisaje, se abren los vanos concebidos como cañoneras, que corresponde cada uno a una casamata con bóveda a prueba de bombas, donde iba situada la pieza de artillería, en una disposición que se ideó para resistir eficazmente los disparos enemigos, que podían proceder de algún buque atacante. En la terraza también se establecieron emplazamientos a barbeta para colocar ocho cañones de menor calibre.
Fuentes: Wikipedia
www.regiondemurcia.com
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