miércoles, 6 de mayo de 2020

Castillo de Muro de Aguas (La Rioja)


El Castillo de Muro de Aguas se encuentra situado sobre el cerro bajo el cual se desarrolla la localidad del mismo nombre en la Comunidad de La Rioja. 

La villa pasó a pertenecer a los Condes de Aguilar, Señores de Cameros, gracias a una donación que Enrique II realizó en 1369 a Juan Ramírez de Arellano. No se han encontrado datos históricos sobre esta fortificación antes del siglo XIV. De la villa se dice que estaba fuertemente amurallada, no conservándose ningún resto. Se añadió el 12 de junio de 1369 al Señorío de Cameros, donado tres años atrás por el rey Enrique II de Trastámara al caballero navarro Juan Ramírez de Arellano como recompensa por el apoyo que éste venía presentándole en la lucha contra Pedro I el Cruel. 

Se encuentra situado junto a las ruinas de la iglesia vieja, ascendiendo por el sendero que sube al cerro. La torre principal se encuentra ubicada sobre el cerro que domina desde el norte la villa, con un uso claramente defensivo por la inexpugnabilidad a la que somete al territorio por su posición. 

Forma parte de las ruinas de la antigua iglesia de Santa María, del siglo XVI, la cual se construyó sobre el mismo castillo, al caer éste en desuso. Más tarde se utilizó como cementerio. Con la construcción en el pueblo de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción en el siglo XVIII, la de Santa María no se arregló más, y ahora se encuentra en ruinas, al igual que la fortaleza. 

Del castillo, del cual se presume que fue levantado a finales del siglo XIV o comienzos del XV de origen medieval cristiano, quedan tres muros que formaban parte de la Torre del Homenaje. Dicha torre era de grandes dimensiones y tenía una planta pentagonal. Asimismo, quedan los restos de una sola aspillera con derrame interno. De la torre solo se mantiene en pie parte de dos muros en escuadra: uno norte-sur y otro este-oeste. Están fabricados en sillería de arenisca, bien escuadrados en mampostería y ripio en el macizo. 

El muro norte-sur es ciego en sus restos, que se levan hasta los 9 metros. El muro este-oeste forma un ángulo de 110º con el anterior y se quiebra a los 4,50 metros para tomar una dirección de 90º. En esta zona se abre una saetera con derrame al interior. La torre está construida sobre la roca viva y la degradación de la misma se advierte sobre todo en cuatro puntos: la coronación de la totalidad de los muros, por el desprendimiento de los sillares de los paramentos; la aspillera, en la que en su derrame interior se ha desprendido el sillar del cargadero y los sillares que forman el lateral derecho; la parte superior del muro norte-.sur, donde aparece una grieta importante y la plataforma interior, debido a la degradación de los pequeños muros de mampostería que corren el riego de desprenderse. 

Fuentes: castillos.net
                J.M. García Cuevas (Fotos)

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