El Castillo de Muro de Aguas se encuentra situado sobre el cerro bajo el cual se desarrolla la localidad del mismo nombre en la Comunidad de La Rioja.
La
villa pasó a pertenecer a los Condes de Aguilar, Señores de
Cameros, gracias a una donación que Enrique II realizó en 1369 a
Juan Ramírez de Arellano. No se han encontrado datos históricos
sobre esta fortificación antes del siglo XIV. De la villa se dice
que estaba fuertemente amurallada, no conservándose ningún resto.
Se añadió el 12 de junio de 1369 al Señorío de Cameros, donado
tres años atrás por el rey Enrique II de Trastámara al caballero
navarro Juan Ramírez de Arellano como recompensa por el apoyo que
éste venía presentándole en la lucha contra Pedro I el Cruel.
Se
encuentra situado junto a las ruinas de la iglesia vieja, ascendiendo por el
sendero que sube al cerro. La torre principal se encuentra ubicada
sobre el cerro que domina desde el norte la villa, con un uso
claramente defensivo por la inexpugnabilidad a la que somete al
territorio por su posición.
Forma parte de las ruinas de la antigua iglesia de Santa
María, del siglo XVI, la cual se construyó sobre el mismo castillo,
al caer éste en desuso. Más tarde se utilizó como cementerio. Con
la construcción en el pueblo de la iglesia de Nuestra Señora de la
Asunción en el siglo XVIII, la de Santa María no se arregló más,
y ahora se encuentra en ruinas, al igual que la fortaleza.
Del
castillo, del cual se presume que fue levantado a finales del siglo
XIV o comienzos del XV de origen medieval cristiano, quedan tres
muros que formaban parte de la Torre del Homenaje. Dicha torre era de
grandes dimensiones y tenía una planta pentagonal.
Asimismo, quedan los restos de una sola
aspillera con derrame interno. De la torre solo se mantiene en pie
parte de dos muros en escuadra: uno norte-sur y otro este-oeste.
Están fabricados en sillería de arenisca, bien escuadrados en
mampostería y ripio en el macizo.
El
muro norte-sur es ciego en sus restos, que se levan hasta los 9
metros. El muro este-oeste forma un ángulo de 110º con el anterior
y se quiebra a los 4,50 metros para tomar una dirección de 90º. En
esta zona se abre una saetera con derrame al interior. La torre está
construida sobre la roca viva y la degradación de la misma se
advierte sobre todo en cuatro puntos: la coronación de la totalidad
de los muros, por el desprendimiento de los sillares de los
paramentos; la aspillera, en la que en su derrame interior se ha
desprendido el sillar del cargadero y los sillares que forman el
lateral derecho; la parte superior del muro norte-.sur, donde aparece
una grieta importante y la plataforma interior, debido a la
degradación de los pequeños muros de mampostería que corren el
riego de desprenderse.
Fuentes: castillos.net
J.M. García Cuevas (Fotos)
Galería:
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