El Castillo de San Miguel de Miravalles se alza sobre la cima de un cerro del mismo nombre situado a 570 m. s.n.m., al norte de la población de Huarte, en la Comunidad Foral de Navarra.
Gracias
a las investigaciones arqueológicas, ha sido posible identificar los
edificios de la planicie del monte, desde la Edad Media hasta el
siglo XX. Las fuentes escritas corroboran la información
arqueológica pues guardan referencias de la existencia de esas
construcciones en lo alto del Miravalles, como el castillo medieval
de San Miguel, la ermita dedicada al arcángel o un fuerte del siglo
XIX.
Los testimonios más antiguos son los restos de varias
vasijas hechas a mano y que se fechan en la Edad de Bronce. Se ha
recuperado una parte del primitivo castillo, cuyas referencias
documentales lo sitúan cronológicamente entre los siglos XI y
XIII.
A mediados del siglo XV, en 1459, durante la guerra
entre Juan II de Navarra y su hijo Carlos, Príncipe de Viana, los
partidarios del príncipe empezaron a construir un nuevo castillo que
no llegó a terminarse. En una fecha indeterminada con anterioridad a
1585, se construyó una ermita en el área donde se localizaba el
castillo. La ermita contaba con una casa para un ermitaño y aunque
se deterioró durante la Guerra contra la Convención (1792-1795), la
ermita siguió estando en uso hasta el siglo XIX para la celebración
de romerías en honor a San Miguel. Los trabajos militares del siglo
XIX la hicieron desaparecer completamente.
El castillo estuvo
marcado por diversos acontecimiento bélicos, entre los que destacan
las operaciones militares de la Primera Guerra Carlista (1833-1840),
librada entre el ejército de María Cristina y los partidarios del
Infante Don Carlos. El lugar estuvo abandonado hasta la Tercera
Guerra Carlista(1872-1876), cuando fue reocupado alternativamente
por carlistas y gubernamentales durante las operaciones militares
desarrolladas en torno a Pamplona.
Fuentes: castillos.net
Eduardo Argote (Fotos)
Galería:
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