miércoles, 6 de mayo de 2020

Castillo de Nieva de Cameros (La Rioja)


El Castillo de Nieva de Cameros se levanta sobre un peñasco que domina por el noreste desde su altura a la localidad del mismo nombre en la Comunidad de La Rioja. 

Como otros tantos otros de Cameros, el lugar debió estar relacionado con la familia de los Señores de Cameros. En 1109 se cita a Fortún Ximénez de Nieva. En 1355 y 1556 hay provisiones de Pedro I al merino mayor de Castilla para que se respeten los derechos de Alfonso Téllez de Haro y su hermano Alvar Díaz, hijos de Juan Alfonso de Haro, pues el lugar había sido dado por juro de heredad por Alfonso XI. 

En 1579 seguía siendo de la familia cuando se ordena que se guarde a Urraca de Guzmán, hija de Inés de Haro, la merced de Nieva. Pero ésta acaba vendiéndolo en 1402, con Torre, Luezas y Arenzana, a Diego López de Zúñiga y Juan de Velasco, de quienes proceden los Condes de Nieva, señores del lugar a partir del siglo XV. 

Sobre el peñasco que domina la localidad, se alzan las ruinas de lo que fuera la Torre del Homenaje y unas cuantas defensas de esta fortificación de cronología de los siglos XV-XVI. En interior de la torre consta de dos alturas y aspilleras, con planta sensiblemente rectangular y orientación noreste-sureste. A pesar de la cercanía al centro urbano de la población, lo escarpado del cerro y la intensa vegetación existente impiden un acceso fácil, aunque gracias a que existe un sendero que parte del núcleo urbano podemos alcanzar la fortificación sin más problemas.

Sus muros, de diferentes grosores, dibujan una planta planta rectangular irregular. La torre tuvo al menos dos plantas, quedando restos de mechinales en los muros este y norte. Hacia el interior hay dos aspilleras derramadas, con jambas de toba y dinteles de caliza, una en el lado este y otra en el sur. Al norte hay una tronera labrada en un bloque de toba. 

El conjunto está defendido por un escarpe natural al sur y al este, pero debió contar con otras defensas exteriores de las que hoy solo se adivinan algunos restos en mampostería varios metros más abajo, que se adaptarían al contorno del cerro en dos niveles distintos, formando una planta irregular, alargada en sentido norte-sur. Sus muros son de mampostería, con sillería en los esquinazos y algo de sillarejo. 

Fuentes: castillos.net
                lariojaturismo.org

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