El Castillo de Nieva de Cameros se levanta sobre un peñasco que domina por el noreste desde su altura a la localidad del mismo nombre en la Comunidad de La Rioja.
Como
otros tantos otros de Cameros, el lugar debió estar relacionado con
la familia de los Señores de Cameros. En 1109 se cita a Fortún
Ximénez de Nieva. En 1355 y 1556 hay provisiones de Pedro I al
merino mayor de Castilla para que se respeten los derechos de Alfonso
Téllez de Haro y su hermano Alvar Díaz, hijos de Juan Alfonso de
Haro, pues el lugar había sido dado por juro de heredad por Alfonso
XI.
En
1579 seguía siendo de la familia cuando se ordena que se guarde a
Urraca de Guzmán, hija de Inés de Haro, la merced de Nieva. Pero
ésta acaba vendiéndolo en 1402, con Torre, Luezas y Arenzana, a
Diego López de Zúñiga y Juan de Velasco, de quienes proceden los
Condes de Nieva, señores del lugar a partir del siglo XV.
Sobre el peñasco que domina la localidad, se alzan las ruinas de lo que fuera la Torre del Homenaje y unas cuantas defensas de esta fortificación de cronología de los siglos XV-XVI. En interior de la torre consta de dos alturas y aspilleras, con planta sensiblemente rectangular y orientación noreste-sureste. A pesar de la cercanía al centro urbano de la población, lo escarpado del cerro y la intensa vegetación existente impiden un acceso fácil, aunque gracias a que existe un sendero que parte del núcleo urbano podemos alcanzar la fortificación sin más problemas.
Sus
muros, de diferentes grosores, dibujan una planta planta rectangular
irregular. La torre tuvo al menos dos plantas, quedando restos de
mechinales en los muros este y norte. Hacia el interior hay dos
aspilleras derramadas, con jambas de toba y dinteles de caliza, una
en el lado este y otra en el sur. Al norte hay una tronera labrada en
un bloque de toba.
El conjunto está defendido por un escarpe
natural al sur y al este, pero debió contar con otras defensas
exteriores de las que hoy solo se adivinan algunos restos en
mampostería varios metros más abajo, que se adaptarían al contorno
del cerro en dos niveles distintos, formando una planta irregular,
alargada en sentido norte-sur. Sus muros son de mampostería, con
sillería en los esquinazos y algo de sillarejo.
Fuentes: castillos.net
lariojaturismo.org
Galería:
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