sábado, 2 de mayo de 2020

Castillo de Castañares de las Cuevas (La Rioja)


El Castillo de Castañares de las Cuevas, o también llamado Castillo de Torres Fuertes, se encuentra en las paredes de un barranco que penetra en la Sierra de Moncalvillo, en las proximidades de la localidad de Castañares de las Cuevas, en la Comunidad de La Rioja. 

Se puede llegar a él por un sendero que salle detrás de la iglesia y asciende hacia una casa. Tras pedir permiso en la casa, pues se ha de pasar por su finca y prados con caballerías, se asciende a mano izquierda por cualquiera de los senderos que parten de ese prado. Tomando la dirección de una gran cueva en la pared de la montaña se va ascendiendo por la ladera hasta encontrarse con los restos del castillo, que no son visibles hasta estar bastante próximos a él. 

Es una edificación de los siglos XII-XIV. El castillo se sitúa sobre la población, bajo los escarpes rocosos que flanquean el río Iregua. Conforma un complejo defensivo muy completo. En su construcción se aprovecharon las numerosas y amplias cuevas naturales de la pared de roca del barranco, adosandose las torres fuertes a las paredes del mismo y abriéndose pasadizos artificiales. Hoy día, la mayoría de esas grutas y pasadizos han desaparecido o se encuentran arruinadas por los continuos desprendimientos de roca, el último importante ocurrido en 1931. 

Su planta es muy irregular, debido a la adaptación al terreno, y se divide en dos recintos muy diferenciados. El primer recinto es el más amplio, cuenta con una torre en el extremo este y un muro que cierra una extensa covacha en la que hay una fuente. El segundo recinto tiene aspecto de torre y está unido al anterior por un corredor de 13 metros. Unida a éste último hay una habitación más pequeña a distinto nivel. 

Se desconoce como debió ser su distribución interior, aunque los restos de mechinales y ventanas indican que los dos recintos y el torreón estaban divididos en tres plantas. Se han conservado vestigios de dos puertas de acceso, una hacia las viviendas rupestres del exterior y otra hacia el interior y la iluminación le llegaba a través de estrechas aspilleras abocinadas. 

La torre suroeste es la que se encuentra en mejor estado. La planta baja presenta una puerta de acceso con dovelas. La puerta de la planta noble es mucho más grande por el aprovechamiento de la covacha; cuenta además con un amplio ventanal geminado con arquillos de medio punto, dos bancos de piedra adosados y dos saeteras. La última planta conserva una abertura en el extremo sureste. Los muros son de mampostería con ripios y sillería en los esquinazos, jambas y dovelas de puertas y ventanas. 

Fuente: Castillos del Olvido

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