El Castillo de Castañares de las Cuevas, o también llamado Castillo de Torres Fuertes, se encuentra en las paredes de un barranco que penetra en la Sierra de Moncalvillo, en las proximidades de la localidad de Castañares de las Cuevas, en la Comunidad de La Rioja.
Se
puede llegar a él por un sendero que salle detrás de la iglesia y
asciende hacia una casa. Tras pedir permiso en la casa, pues se ha de
pasar por su finca y prados con caballerías, se asciende a mano
izquierda por cualquiera de los senderos que parten de ese prado.
Tomando la dirección de una gran cueva en la pared de la montaña se
va ascendiendo por la ladera hasta encontrarse con los restos del
castillo, que no son visibles hasta estar bastante próximos a él.
Es
una edificación de los siglos XII-XIV. El castillo se sitúa sobre
la población, bajo los escarpes rocosos que flanquean el río
Iregua. Conforma un complejo defensivo muy completo. En su
construcción se aprovecharon las numerosas y amplias cuevas
naturales de la pared de roca del barranco, adosandose las torres
fuertes a las paredes del mismo y abriéndose pasadizos artificiales.
Hoy día, la mayoría de esas grutas y pasadizos han desaparecido o
se encuentran arruinadas por los continuos desprendimientos de roca,
el último importante ocurrido en 1931.
Su
planta es muy irregular, debido a la adaptación al terreno, y se
divide en dos recintos muy diferenciados. El primer recinto es el más
amplio, cuenta con una torre en el extremo este y un muro que cierra
una extensa covacha en la que hay una fuente. El segundo recinto
tiene aspecto de torre y está unido al anterior por un corredor de
13 metros. Unida a éste último hay una habitación más pequeña a
distinto nivel.
Se
desconoce como debió ser su distribución interior, aunque los
restos de mechinales y ventanas indican que los dos recintos y el
torreón estaban divididos en tres plantas. Se han conservado
vestigios de dos puertas de acceso, una hacia las viviendas rupestres
del exterior y otra hacia el interior y la iluminación le llegaba a
través de estrechas aspilleras abocinadas.
La
torre suroeste es la que se encuentra en mejor estado. La planta baja
presenta una puerta de acceso con dovelas. La puerta de la planta
noble es mucho más grande por el aprovechamiento de la covacha;
cuenta además con un amplio ventanal geminado con arquillos de medio
punto, dos bancos de piedra adosados y dos saeteras. La última
planta conserva una abertura en el extremo sureste. Los muros son de
mampostería con ripios y sillería en los esquinazos, jambas y
dovelas de puertas y ventanas.
Fuente: Castillos del Olvido
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