martes, 5 de mayo de 2020

Castillo de Enciso (La Rioja)


El Castillo de Enciso se alza sobre la cima del cerro en cuyas laderas se asienta la villa del mismo nombre en la Comunidad de La Rioja. 

Según Cabañero Subiza, es uno de los castillos más antiguos de La Rioja, datandolo en el siglo X, porque considera Enciso uno de los enclaves fundamentales de la repoblación del valle del Cidacos. Pero tampoco se puede descartar la hipótesis de un origen musulmán, teniendo en cuenta los sistemas de construcción empleados y, sobre todo, porque en el siglo X el dominio cristiano sobre esta zona no está consolidado. 

La situación de Enciso en el camino natural que comunica el valle del Ebro con la meseta soriana, y en la salida de una estrecha hoz del río Cidacos, explicaría la ubicación de esta fortaleza que, junto con la de Arnedillo, tendrían la misión de entorpecer el paso de los cristianos a las ricas tierras de Arnedo y Calahorra. 

En 1109 se cita a Fortún Iñíguez como tenente. En 1184 Alfonso VIII donó Enciso y su castillo a Diego Ximénez y Doña Giomar, por lo que pasaría a ser una de las piezas importantes de la familia de los Cameros. En 1224 se cita a Álvaro Díaz como señor de Enciso, y en 1246 a su sobrino Simón Ruiz, que vendió la villa y el castillo con todas sus aldeas a la Orden de Calatrava. La orden cedió los castillos de Enciso y Préjano en 1288 a Don Vela Ladrón de Guevara de por vida, a cambio de heredades en Écija. Enciso perteneció posteriormente al Señorío de Medinaceli. 

La planta del castillo de Enciso se adapta a la forma casi ovalada del cerro en el que se asienta. Consta de un recinto central en el que destacan una torre cuadrangular y otra elipsoidal al exterior y cuadrada al interior, con acceso acodillado al estilo musulmán, y dos barreras de murallas de las que la exterior tiene en el extremo noroeste un torreón cuadrado. 

La villa también estuvo amurallada, y a principios del siglo XIX todavía se conservaban tres de las cinco puertas que tuvo, y que se denominaban de Juan o Collado al norte, de Solovilla al noreste, del Postigo al este, de Santolino al sur, y del Portillo al oeste. El antiguo sistema defensivo de la localidad contaba además con dos fosos tallados en la roca, situados sobre el cerro conocido con el nombre de San Juan. 

En su construcción se empleó el encofrado de tierra y en el torreón mencionado las esquinas están reforzadas con pilares de tierra apisonada, enmarcados en piedras dispuestas verticalmente. En las dos torres del recinto superior los muros de tierra están forrados al exterior con paramentos de mampostería. 

Fuentes: castillos.net
                encisoturismo.com
                Edujoser

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