La Torre de Azuqueca se encuentra situada en el término municipal de la localidad de Consuegra, en la provincia de Toledo (Castilla-La Mancha).
Dentro
de los territorios que históricamente se asocian a Los Yébenes se
alza la torre de Azuqueca, conocida por todos como la Torrecilla. En
tiempos antiguos se la nombraba, como centro de un caserío del
mismo nombre, junto a otros territorios vinculados a la villa, tal
que los sitios de San Andrés, también en la margen derecha del
río Algodor y a muy corta distancia de esta fortaleza medieval.
Junto
con la atalaya, de las que nos queda poco más que el topónimo,
una torre en la crestería de la sierra y una posible torre en
Finibusterre, esta torre componía un cuerpo vigía de gran
importancia para la defensa de los pasos de Yébenes y del propio
castillo de Guadalerzas.
La
Torre de Azuqueca es una fortaleza visible desde los Yébenes, pues
se levanta a pocos kilómetros al sureste, sobre una pequeña
elevación del terreno junto al río Algodor. Es una construcción
de doce metros de altura y de forma rectangular, midiendo sus lados
doce con cinco y nueve metros. Su superficie ocupa unos once metros
cuadrados. Internamente debió constar de un sótano, almacén,
con aljibe o pozo, una planta correspondiente al nivel de la entrada
y un piso superior. Se conservan los huecos para las vigas que
sostenían los techos.
La
puerta, al noroeste, a unos dos metros del suelo, es un arco de
herradura de ladrillo, al que se llegaba por una escalera apoyada en
una estructura de mampuesto, cuyos restos se mantiene. Hoy se entra
en la planta inferior por un gran hueco, abierto probablemente por
los buscadores de tesoros. La torre ha perdido su coronamiento. En
su entorno debió existir una barrera aproximadamente ovalada,
siguiendo los bordes de la pequeña elevación en que se emplaza,
que usaría la zona pantanosa que la rodea como defensa natural.
Pudo ser la muralla de una pequeña puebla cuya defensa principal
sería la indicada torre.
Este
pequeño enclave existiría en la época del dominio islámico,
pues la parte inferior de la torre recuerda a otras construcciones
semejantes de época califal. Luego probablemente sería abandonada
al convertirse la región del Algodor en frente de batalla.
Posteriormente, al consolidarse el dominio cristiano sobre la zona y
pasar Consuegra a los caballeros hospitalarios, se repararía la
construcción primitiva, que volvería a modificarse al convertirse
en centro de una encomienda y explotarse económicamente estas
tierras para pastos y agricultura.
Los
restos conservados parecen tardíos, una construcción cristiana de
influencia mudéjar, tal vez ya del siglo XIV, que sustituía a la
construcción cristiana anterior, probablemente del XIII, que a su
vez pudo usar restos islámicos precedentes. Su existencia consta ya
documentalmente en la concordia con los calatravos de 1232.
Azuqueca
fue pues una encomienda de la Orden de San Juan, que ocupaba una
posición de cierta importancia estratégica al controlar un vado
en el camino de Consuegra a Toledo. Con la fundación de los
Yébenes, Azuqueca perdería importancia y acabará integrada en
esta encomienda nueva, según consta en la división de la Cámara
Prioral de Consuegra que se lleva a cabo en 1504.
Fuente: Castillos del Olvido
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