Las Murallas de Yepes se encuentran situadas en el casco urbano de la localidad del mismo nombre de la provincia de Toledo (Castilla-La Mancha)
La
Villa de Yepes posiblemente tuviese origen hebreo. Se la conoce en
la comarca como la Toledillo, por su importancia histórica y su
riqueza monumental. Las primeras informaciones sobre este lugar datan
del siglo XIII, con motivo de la cesión del señorío que hizo el
rey Alfonso VII a los arzobispos toledanos, que lo mantuvieron hasta
la llegada de Felipe II. Al año siguiente, Alfonso VIII hizo entrega
de Yepes al arzobispo Jiménez de Rada, y en el año 1223 éste
otorgó a la villa el fuero de población.
Yepes
siempre fue, por privilegio real, gobernada por el estado llano, lo
que implicaba que los hidalgos no formaran parte del Concejo. Más
tarde, en el año 1576, con la autorización del papa Gregorio XIII,
Felipe II vendió la villa a su ayuntamiento. Conserva parte de los
dos recintos amurallados revelando su antiguo carácter defensivo,
quedando de estas estructuras defensivas.
Del
primer recinto amurallado de Yepes quedan dos torres albarranas del
siglo XIV:
La
Torre Norte, que se encuentra situada en el interior de una
manzana de la calle Santa María, muy cerca del acceso al recinto
amurallado por la Puerta de la Villa. Se trata de una torre
albarrana, de los siglos XIII-XIV, construida con mampostería y
algunas hiladas de ladrillo, con un frente plano y otro lateral
semicircular coronada por merlones prismáticos con capitel piramidal
de ladrillo y piedra. Tiene cuatro plantas a las que se accede por
una escalera lateral, y cuante con pequeñas ventanas de arco de
medio punto. De la parte redondeada sale al exterior un can, y en una
de las claves de la bóveda aparece el escudo de arzobispo Don Pedro
Tenorio, es el primitivo escudo de la Villa, y
La
Torre Sur, situada en la calle Fray Diego, esta construida en
mampostería encintada. Contaba con cuatro pisos en altura a las que
se ascendía por una escalera lateral. En la actualidad reformada, le
falta el último piso y está rematada por una cúpula, conservando
restos de ladroneras con canes de sostén.
Del
Segundo recinto amurallado de Yepes quedan cuatro puertas de la
muralla del siglo XIII:
La
Puerta de Toledo, o Puerta del Carmen, que esta precedida por
dos torres semicirculares con saeteras y matacanes. Hacia intramuros
tiene una imagen de Nuestra Señora del Carmen sobre retablo barroco.
Su nombre se debe a la proximidad del convento
contiene en la parte superior, dirigida hacia el interior de la
villa.
La
Puerta de Madrid, o de San Miguel, esta formada por un arco de
medio punto adovelado flanqueado por dos torres semicirculares, con
saeteras, merlatura y remate almenado. Cobija un cuadro con la imagen
de San Miguel Arcángel, como símbolo protector de la villa.
La
Puerta de Ocaña, o de la Villa, que pudo ser el antiguo
camino a Ocaña, y está precedida de dos torres, con saeteras,
merlatura y almenas, conservando una línea de canecillos del antiguo
matacán. En el arco, hacia el interior de la villa, se sitúa la
imagen de San Cristóbal sobre un pequeño retablo, escultura
popular, y
La
Puerta Nueva, o de la Lechuguina, que conducía a las Eras de
la Villa, y su nombre deriva de ser la última que se construyó. Tan
sólo se conservan parte de las dos torres laterales rematadas en
sillares esquineros, y arco adovelado de medio punto, habiendo
desaparecido el remate almenado.
Fuente: Castillos del Olvido
Galería:
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