El Castillo del Portazgo Superior se encuentra situado en el término municipal de la ciudad de Murcia, en la Región de Murcia.
Se
encuentra situado en el Puerto de la Cadena, el paso que, a través
de la concatenación montañosa de las Sierras del Puerto y la Cresta
del Gallo, comunica el Campo de Cartagena con la Huerta de Murcia. En
la actualidad este punto pertenece administrativamente al término
municipal murciano, en concreto a su pedanía de El Palmar.
Junto
a otras dos edificaciones próximas compone un complejo estratégico que
ejercía un efectivo control de las comunicaciones entre la costa y
el interior junto al Castillo del Portazgo Inferior y el Castillo de la Asomada,
construcciones de un mismo programa constructivo cuyos orígenes se
remontan, quizás, a época mardasaní, cuyo avatar histórico dejó
inconcluso el Rey Lobo.
Modernamente
el acceso, difícil y peligroso, se efectúa desde la autovía que
une las ciudades de Cartagena y Murcia (N-301), a la altura del
kilómetro 404 y en dirección a la capital de la región. Desde allí
el ascenso se realiza a pie por una ladera muy escarpada.
Son
muy escasas las referencias documentales a esta estructura edilicia,
por lo que poco sabemos de su devenir histórico si no es gracias a
diferentes estudios arqueológicos que generalmente se han centrado,
con muy buen criterio, en todo el complejo existente alrededor de la
rambla del Puerto: Portazgo Inferior, Superior, y el Castillo de La
Asomada.
Al
parecer, existen suficientes elementos que sostienen la hipótesis,
ya planteada por González Simancas en los primeros años de la
pasada centuria, de que estamos ante un palacio fortificado. Una
edificación que respondería a la tradición islámica de asociar
este tipo de construcciones a grandes explotaciones agropecuarias,
que tiene en Murcia singulares ejemplos, especialmente en Monteagudo.
Así
se podría datar este palacio en torno al siglo XII. El arqueólogo
Manzano Martínez precisa incluso que podría tratarse de un espacio
cortesano construido durante el máximo esplendor de la taifa
islámica de Murcia, en concreto durante el emirato del famoso Ibn
Mardanís, el Rey Lobo de las crónicas cristianas, quién, con la
ayuda castellana, iba a resistir la invasión almohade del sureste
peninsular. Y sería precisamente el fracaso de esta empresa la que
dejaría inconclusas las obras existentes en el Puerto de la Cadena,
abandonadas tras el colapso y desaparición del poder mardanisí con
la entrada de las tropas almohades.
La
planta del edificio se inscribe en un rectángulo con unas
dimensiones exteriores de 31 m en sentido este-oeste y 22,50 m en
sentido norte-sur. A pesar de que la cota general es homogénea, el
fuerte desnivel hacia el norte que presenta el terreno donde fue
construido, hace que la altura de los muros sea muy irregular. Así
en el lado septentrional se pueden contemplar alzados aproximados de
unos seis metros, mientras que al sur los alzados son muy escasos.
Precisamente este desnivel motivó la construcción de tres grandes
contrafuertes que sujetan el muro norte. Las ruinas de las estancias
interiores parecen haber sido distribuidas en torno a un gran patio
central de planta cuadrada.
Manzano
Martínez plantea la hipótesis de que el lado sur careciera de
muralla, y fuese a estar abierto al exterior por un pórtico con
vistas al Castillo de la Asomada y al Portazgo Inferior. Esta
circunstancia reforzaría la identificación del Portazgo Superior
con un palacio fortificado, algo sobre lo que ya escribió González
Simancas a comienzos del siglo XX. En cualquier caso parece que los
restos conservados corresponden únicamente a los niveles de
cimentación, lo que puede indicar que el edificio no se llegó a
terminar nunca.
Los
elementos arquitectónicos que se conservan fueron construidos con un
sólido tapial de argamasa de cal cuyos encofrados poseen una altura
aproximada de unos 80 cm, mientras que en los restos de las bóvedas
es visible aún el uso de ladrillo.
Fuentes: Wikipedia
regmurcia.com
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