jueves, 2 de enero de 2020

Castillo de Las Paleras (Pliego, Murcia)


El Castillo de Las Paleras, también llamado Castillo de La Mota o Despoblado de La Mota, es una fortificación de origen árabe que se halla situada en las cercanías de la población de Pliego en la Región de Murcia. 

Los restos de las estructuras fortificadas se encuentran situadas en una pequeña elevación amesetada en la ribera derecha del llamado Barranco de La Mota, que le da su nombre. Al lugar se llega fácilmente desde el núcleo urbano de la villa, pero no es posible acceder al interior del recinto o a la cima del altozano, ya que, desaparecidas las subidas antiguas a causa de la erosión y las avenidas de la rambla, todos los alrededores aparecen cubiertos con una tupida capa vegetal compuesta por paleras, que han terminado por darle nombre a la fortificación. 

Los restos de la fortificación que hoy conserva el castillo han de proceder de las defensas de un núcleo poblacional de origen islámico. Quizá, tal y como señalan algunos historiadores, sus orígenes se puedan remontar al siglo XII, cuando efectivamente las vegas de regadío en particular, y el reino de Murcia en general, dispusieron de una gran presión poblacional que requería, dada la hostilidad amenazante de los reinos cristianos y norteafricanos, de protección defensiva. 

Aunque los investigadores no han podido llegar a determinar la época exacta de su fundación, hubo de adquirir su máxima importancia durante la segunda mitad del siglo XII y la primera de la siguiente centuria, así como su aspecto defensivo y las dimensiones aproximadas de los restos que subsisten en la actualidad. Todo ello coincide con la evolución histórica de otros núcleos de raíz islámica existentes en su entorno. 

Al parecer, tras el Tratado de Alcaráz entre el rey moro de Murcia y el monarca castellano (1243), el poblado continuó habitado por familias musulmanas. Sin embargo, el levantamiento y posterior sofocación de la rebelión mudéjar (1264-1266) condujo a que la población de origen islámico fuese desalojada de La Mota, así como a la destrucción de sus muros, con lo que el lugar quedó despoblado para siempre. Sería el Pliego actual y su complejo fortificado -que pasarían a depender de la Orden de Santiago en los primeros años del siglo XIV-, el que recogería el testigo como núcleo poblacional en la zona. 

Se trata de un recinto amurallado que parece adaptarse a la superficie de la elevación sobre la que está situado. A pesar de ser muy escasos los restos conservados, se puede deducir que una vez constituyeron las estructuras defensivas (muros y torreones) que encintaron las viviendas de los habitantes del hoy llamado despoblado de La Mota. 

Las construcciones hoy conservadas fueron levantadas con tapial, mediante la técnica del encofrado. A pesar de que la mayoría de las estructuras están desaparecidas hasta los cimientos, los arqueólogos García Blánquez y Sánchez Pravía pudieron diferenciar un elemento característico del complejo urbano: al parecer, en el extremo nororiental del cerro, la zona más prominente fue aislada del resto del caserío con un lienzo de muro, y en el interior resultante -muy reducido en extensión- fue construido en el ángulo de levante una torre de planta cuadrada que hubo de sobresalir por encima de las demás. 

Fuentes: Wikipedia
               regmurcia.com

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