El Castillo de Las Paleras, también llamado Castillo de La Mota o Despoblado de La Mota, es una fortificación de origen árabe que se halla situada en las cercanías de la población de Pliego en la Región de Murcia.
Los
restos de las estructuras fortificadas se encuentran situadas en una
pequeña elevación amesetada en la ribera derecha del llamado
Barranco de La Mota, que le da su nombre. Al lugar se llega
fácilmente desde el núcleo urbano de la villa, pero no es posible
acceder al interior del recinto o a la cima del altozano, ya que,
desaparecidas las subidas antiguas a causa de la erosión y las
avenidas de la rambla, todos los alrededores aparecen cubiertos con
una tupida capa vegetal compuesta por paleras, que han terminado por
darle nombre a la fortificación.
Los
restos de la fortificación que hoy conserva el castillo han de
proceder de las defensas de un núcleo poblacional de origen
islámico. Quizá, tal y como señalan algunos historiadores, sus
orígenes se puedan remontar al siglo XII, cuando efectivamente las
vegas de regadío en particular, y el reino de Murcia en general,
dispusieron de una gran presión poblacional que requería, dada la
hostilidad amenazante de los reinos cristianos y norteafricanos, de
protección defensiva.
Aunque
los investigadores no han podido llegar a determinar la época exacta
de su fundación, hubo de adquirir su máxima importancia durante la
segunda mitad del siglo XII y la primera de la siguiente centuria,
así como su aspecto defensivo y las dimensiones aproximadas de los
restos que subsisten en la actualidad. Todo ello coincide con la
evolución histórica de otros núcleos de raíz islámica existentes
en su entorno.
Al
parecer, tras el Tratado de Alcaráz entre el rey moro de Murcia y el
monarca castellano (1243), el poblado continuó habitado por familias
musulmanas. Sin embargo, el levantamiento y posterior sofocación de
la rebelión mudéjar (1264-1266) condujo a que la población de
origen islámico fuese desalojada de La Mota, así como a la
destrucción de sus muros, con lo que el lugar quedó despoblado para
siempre. Sería el Pliego actual y su complejo fortificado -que
pasarían a depender de la Orden de Santiago en los primeros años
del siglo XIV-, el que recogería el testigo como núcleo poblacional
en la zona.
Se
trata de un recinto amurallado que parece adaptarse a la superficie
de la elevación sobre la que está situado. A pesar de ser muy
escasos los restos conservados, se puede deducir que una vez
constituyeron las estructuras defensivas (muros y torreones) que
encintaron las viviendas de los habitantes del hoy llamado despoblado
de La Mota.
Las
construcciones hoy conservadas fueron levantadas con tapial, mediante
la técnica del encofrado. A pesar de que la mayoría de las
estructuras están desaparecidas hasta los cimientos, los arqueólogos
García Blánquez y Sánchez Pravía pudieron diferenciar un elemento
característico del complejo urbano: al parecer, en el extremo
nororiental del cerro, la zona más prominente fue aislada del resto
del caserío con un lienzo de muro, y en el interior resultante -muy
reducido en extensión- fue construido en el ángulo de levante una
torre de planta cuadrada que hubo de sobresalir por encima de las
demás.
Fuentes: Wikipedia
regmurcia.com
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