Las Muralla de Alcoy se encuentran ubicadas en las margenes del río Molinar, afluente del río Serpis, en el mismo casco urbano de la ciudad homónima de la provincia de Alicante (Comunidad Valenciana).
Resultado
de la concentración de las alquerías islámicas después de la
conquista cristiana, la ciudad de Alcoy, capital de la comarca de
L´Alcoià y de la Montaña Alicantina no presenta hasta el momento
restos arqueológicos observables de la presencia islámica en el
sustrato excavado hasta la actualidad, aunque es muy probable que los
restos de ellos fueran totalmente arrasados tras la conquista por el
rey Jaime I en el año 1.256. De lo que si queda constancia es de los
más de 100 metros que se han podido recuperar del recinto amurallado
medieval que se construyó a continuación, en el que además de los
lienzos de murallas existieron al menos 20 torres defensivas en todo
su contorno.
La
construcción del recinto amurallado , que abarcaba unas 3,2
hectáreas de superficie y dividido en dos partes, se corresponden
con el trazado de la villa medieval y su arrabal, también conocido
como Vila Nova d´Alcoi o la Pobla Nova de Sant Jordi. Los estudios
arqueológicos han permitido establecer que el cierre de la muralla
no estuvo acabado antes de finalizar el siglo XIII, ni siquiera
después de haberse iniciado la fortificación del arrabal, a partir
del año 1.305 (Torró i Abad,2002).
El
trazado de la muralla se ajustó a la abrupta orografía del terreno,
generando una forma apuntada en su extremo septentrional, allá donde
confluyen los ríos Molinar y Riquer y el rellano donde desembocaba
el camino hacia Alicante, punto donde se inicia el eje del Carrer
Maior, que junto al Carrer de Sant Miquel, iniciaba el llamado Camino
de Castillla. Al exterior de este recinto, y producto de la rebelión
mudéjar del reino de Murcia en el año 1.264, se erige en el extremo
sur una fortificación de debía tener planta cuadrangular y torres
en las esquinas, conformando una “domus maior” y que serviría
como refugio de la población ante cualquier ataque y que
posteriormente debió ser una residencia señorial de la villa, una
vez entregada al almirante calabrés Roger de Lauria, en el año
1.276, que posteriormente se convertiría en el Convento de Sant
Agustí, para actualmente ser la conocida y populosa Plaça de Dins,
centro neurálgico de la ciudad.
De
los restos descubiertos destaca el de la Torre Maior, como se la cita
en el año 1.300 y conocida también como la Torre-Portal del Castell
o de Cocentaina, ya que se trata del principal acceso medieval a la
villa murada desde el camino de Valencia, y construida seguramente
entre los años 1.274 y 1.276 (Torró i Abad, 1992). Los casi 12
metros de longitud conservada hablan de su monumentalidad, formando
un conjunto sólido construido en sillería, junto al muro que
delimitaba el barranco del río Riquer, completándose con la
imponente Torre del Molinar. Desde la torre del Castell, la muralla
ascendía bordeando el barranco del Riquer hasta llegar a la Torre Na
Valora, a unos 160 metros hacia el suroeste (Segura Martí, 2008)
La
Torre Na Valora, conocida también como dels Carderers, fue
descubierta en el transcurso de unas demoliciones efectuadas en el
año 1.987. La técnica constructiva es mixta, a base de tapial de
mortero y tierra apisonada por capas de unos 5 centímetros, con las
esquinas reforzadas con sillería. La planta mide 6,5 x 5,8 metros y
los muros tienen un grosor de 1,13 metros, mostrando dos alturas, por
lo que los estudios han determinado que la torre debería tener
originariamente poco más de 10 metros. Su elemento destacado es el
arco apuntado por el que se accede al interior, de unos 4 metros de
altura. Al este se adosa un tramo de muralla construido en tapial, de
más de 8 metros de longitud, que originariamente alcanzaba los 5
metros de altura. La construcción de este muro es más tardía,
seguramente en la segunda década del siglo XIV.
Desde
la Torre de Na Valora, pocos restos se pueden documentar ya que los
tramos de muralla que defendían la villa por los frentes sur-sureste
han desaparecido completamente, debido a las intervenciones
urbanísticas en la zona. En cuanto al recinto amurallado que
limitaba el arrabal, se ha demostrado que su estado se ha conservado
mejor, ya que presenta una superficie interna de 1,8 hectáreas, con
un callejero más rígido, fruto de una cuidada planificación previa
del espacio a construir (Torró i Abad, 1995). De los restos
conservados destaca el sector del Portal de Riquer, donde aun existe
un tramo de muralla de casi 70 metros, provisto de dos grandes
torres: la Torre de Naixa y la Torre del Portal Riquer .
A tenor de
las informaciones documentales , el conjunto debió erigirse entre
los años 1.305 y 1.308, tratándose de una estructura de planta
rectangular de 7 x 5,6 metros, en la que se apoyan los dos tramos de
la muralla: uno en el lado noroccidental , otro en el suroriental, de
manera que quedaban los lados de la torre dentro de la villa y otros
dos a extramuros. Como se trataba de un acceso al arrabal, hay en su
planta baja dos arcos ligeramente apuntados. Los muros de la planta
baja alcanzan los 7 metros de altura y están construidos con fábrica
de sillería, siendo su grosor de 1,13 metros. La cubierta de la
planta baja se resuelve con una bóveda de cañón apoyada en los
muros mayores, sonde se abren los arcos. El resto de la torre,
formado por dos pisos y cubierta, es de fábrica de tapial, donde al
primero de ellos sólo podía accederse desde fuera del edificio
(Torró i Abad, 2005).
A
la esquina oriental de la torre viene a apoyarse un largo lienzo de
muralla durante unos 42 metros. Su trazado corresponde
aproximadamente a la línea actual de la calle Puríssima y puede
apreciarse en su fábrica de tapial, de 0,92 metros de grosor, con la
presencia de varias aspilleras a distintas alturas. A tres metros de
la Torre del Portal de Riquer la muralla presenta un hueco de cuatro
metros de luz en forma de arco, conocido como el Arc de San Roc,
abierto en el lienzo tras la Guerra de Sucesión como acceso a la
nueva calle edificada extramuros, en el llamado Barrio de Poblet.
Otra de las torres es la Torre de Naixa ó N´aíça, al menos desde el año
1.359, lo que sugiere que su construcción no estaba prevista
inicialmente y fue levantada para proteger adecuadamente el lado
nororiental del Portal de Riquer. El tipo de fábrica es muy similar
al conjunto anterior, con hiladas de sillería en la planta baja y
fábrica de tapial para las zonas altas, aunque con unas dimensiones
superiores – 6,4 x 7,4 metros -, a las del Portal de Riquer. A
continuación de ésta, se encuentra otro tramo de muralla, de unos
20 metros de longitud , que ofrece un trazado quebrado y oblícuo
respecto a la calle Puríssima, en dirección al barranco de Na Lloba , donde está situada la Torre Na Lloba (Torró i Abad, 2005).
A partir de este punto, la muralla del
arrabal gira hacia el sur, bordeando el tajo hasta llegar a la Torre
de L´Andana, también llamada del Postic o de la Figuera. Es una
típica torre esquinera de la que sabemos que en el año 1.725 se
autorizó a fabricar en ella una casa, por el mal rincón de esa
torre (Segura Martí, 2008). Pese a las modificaciones, se advierte
que la planta baja era de sillería y el resto del alzado en fábrica
de tapial, de modo que el acceso a su interior debía realizarse por
el primer piso. Se trata evidentemente de una defensa con
características similares a las del Portal de Riquer y la Torre de
Naixa, lo que permite sostener una fuerte unidad técnica y
cronológica del conjunto, que debió construirse en menos de veinte
años.
Fuentes: Wikipedia
Castillos de Alicante
Guardianes de piedra
Galería:
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