jueves, 9 de enero de 2020

La Calahorra (Elche, Alicante)


La Calahorra, conocida también como Torre de La Calahorra, se encuentra situada en el casco antiguo de la ciudad de Elche, en la provincia de Alicante (Comunidad Valenciana). 

Frente al antiguo Convento de las Clarisas de Elche, se encuentra esta monumental torre de planta rectangular y disposición exenta y algo avanzada respecto al recinto amurallado de la ciudad, que está construida con fábrica de tapial de mortero de cal de una cronología almorávide- mardanisí (finales del siglo XI-finales del siglo XII), según López Seguí et alii (2004). 

Las calahorras son defensas avanzadas conectadas por un puente fijo o retráctil con el recinto amurallado para defender puntos estratégicos claves como sería en este caso la Puerta de Alicante o Lucentina de “Madinat Ils (Elche)”, que contaba con un acceso dotado de rastrillo y foso perimetral con puente levadizo, lo que la convertía en uno de los principales ingresos a la ciudad islámica ilicitana (Azuar Ruiz, 1995). 

Los estudios arqueológicos realizados sobre la construcción parecen confirmarnos que la torre rodaba los 30 metros de altura, perdiendo 15 metros durante el terremoto que asoló la costa sur de la provincia de Alicante en el año 1.829. Su planta y enorme altura, la disposición avanzada y la disposición de un foso con puente levadizo, convertía este punto en una auténtica fortaleza que fue considerada como inexpugnable por el mismísimo rey Jaime I en el momento de tomar la plaza, camino del reino de Murcia (López Seguí et alii, 2004). 

Desde finales del siglo XV, con el largo dominio de los Cárdenas en Elche, la torre sufre una primera reforma adosándole una casa señorial, con dos plantas y un sótano, destinado a la residencia del contador señorial y lugar donde se situaría el emplazamiento del Almudín de la villa, ya que se tienen noticias de que en el año 1.442 el Consejo de la ciudad acordó construir un depósito de grano a extramuros , fuera del portal de La Calahorra. Parece ser que, en un principio, este almacén sería un pórtico con arcos que, posteriormente, fue cerrado y se dividió en distintas habitaciones. En dicho almudín se almacenaba el grano procedente del diezmo eclesiástico hasta su reparto entre sus beneficiarios, fundamentalmente el señor feudal, el obispo y cabildo catedralicio de Orihuela y los cleros de Santa María y San Salvador. 

Posteriormente, con motivo de la psicosis corsaria berberisca que asolaba la costa levantina, Bernardino de Cárdenas remodela la torre a mediados del siglo XVI, dotando su remate con troneras y matacanes, de cuyos restos no ha quedado prueba arqueológica alguna, ya que se debieron destruir con el terremoto citado anteriormente (Azuar Ruiz, 1995). Los últimos señores de la ciudad venden el edificio en 1.870 a Rafael Brufal Melgarejo, marqués de Lendínez, quien habilitó la construcción como residencia, abriendo ventanales en la fachada septentrional y en el lado de la Plaza de Santa Isabel. Lendínez también rehabilitaría el antiguo almudín de trigo como salón de baile, que sirvió además como centro de reuniones de la Logia Masonica ilicitana, que fue fundada en Elche en el año 1.878, siendo decorada por el erudito local Pedro Ibarra con motivos egipcios sobre la vida y la muerte. En el suelo se aprecian símbolos masónicos, uno de los cuales se encuentra sobre una trampilla, que facilitaba la huida de los congregados por el sótano en caso de ser sorprendidos en alguna de sus reuniones secretas. A esta época corresponde el actual remate de almenas piramidales de ladrillo, de claro estilo neoárabe, que combinan con las ventanas de herradura de su fachada de poniente. 

En 1.909, compró la casa José Revenga, un terrateniente procedente de Caudete y se la ofreció a su mujer, Asunción Ibarra, hija de Aureliano Ibarra y Manzoni y viuda del Dr. Campello -quien fue el propietario del yacimiento de Ilici-La Alcudia-, como regalo de bodas. El enlace permitió que se rehabilitase el edificio, decorando las paredes con motivos neoárabes, conviertiéndola en una casa señorial de la alta burguesía de la época. La decoración del vestíbulo de la torre, como el resto de las dependencias, remiten a la corriente historicista y romántica decimonónica y se deben al muralista alcoyano Agustín Espí Carbonell (Alcoy, 1881-Madrid, 1940), quien en 1.909 realiza la decoración neogótica del Santuario de la Virgen de Gracia de Caudete, en la que se inspiraría la de la Calahorra. Fue, Pedro Ibarra quien, a instancia de José Revenga, ideó, sugirió y guió estas decoraciones murales. En la actualidad, el edificio acoge diferentes eventos, como exposiciones o conferencias. 

Fuentes: Wikipedia
               Castillos de Alicante
               Guardianes de piedra

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