El Fortín de Moraira se encuentra situada en la pedanía del mismo nombre, perteneciente a la población de Teulada, en la provincia de Alicante (Comunidad Valenciana).
Emplazado a mediodía de Moraira, y
sobre una pequeña elevación rocosa junto al mar encontramos esta
batería de costa de planta mixta, en disposición conocida como
“pezuña de buey”, compuesta de una fachada semicircular y por
una tenaza que defiende el ingreso arquitrabado al recinto, el cual
se realizaría a través de un puente retráctil dotado de un pequeño
foso. Su superficie es algo superior a los 200 metros cuadrados,
siendo un edificio de un solo cuerpo de unos 10 metros de altura,
dotado de cubierta con plataforma horizontal y un parapeto corrido a
la barbeta donde se disponen hasta 6 cañoneras con deriva externa.
Los
muros del edificio son de mampostería en su núcleo revestidos al
exterior con sillería labrada, presentando tres aperturas
arquitrabadas con deriva interna. La piedra tallada procedería, muy
posiblemente, de la cercana cantera situada en el Clot de la Reina,
una barrera fósil que presenta abundantes marcas de extracción de
piedra y que actualmente provoca que el agua del mar inunde la zona
generando clots (hoyos), que son muy apreciados por los turistas
(Buigues i Vila ,2003). En el remate, se conservan las ménsulas de
un gran matacán, a modo de balcón dionisiano que se sitúa en el
muro de poniente, mientras que un medio bocel circunda todo el
conjunto en la línea del remate. El acceso se articula con un vano
arquitrabado, coronado con una inscripción fundacional con el escudo
de la Casa Real de los Borbones, con cuatro campos una orla
encintando a un cordero y el Toisón de Oro enmarcando el conjunto
con una inscripción donde se lee “1742”, que indica el año de
su fábrica. Hasta el trabajo de Rafael Azuar Ruiz (1983), siempre se
había considerado a esta construcción como propia del mundo
abaluartado, más exactamente del año 1.561, pero la disposición
del escudo borbónico y su traza confirman su construcción a
mediados del siglo XVII.
La
Guerra de Sucesión borbónica a principios del siglo XVIII puso de
manifiesto la urgencia de elaborar un nuevo sistema defensivo que
actualizara las caducas y maltrechas defensas costeras. La llegada al
trono de Fernando VI sacará de la inacción a muchas de las
instituciones creadas bajo el reinado de Felipe V y solucionar las
graves carencias militares en la costa. Las actividades británicas y
argelinas por el Mediterráneo seguían siendo uno de los problemas
más importantes en este periodo. En concreto, las acciones
norteafricanas revistieron cierta espectacularidad con ataques en
Calpe y Alcalá de Xivert, plazas que presentaban un preocupante
estado de indefensión (Pradells Nadal, 1995). En Calpe, se protesta
duramente por la situación del puerto de Gallicant, la cala más
cercana al Peñón de Ifach, en el que se internaban las barcas
corsarias para conseguir sus presas, provocando finalmente el sonado
desembarco de argelinos en 1.744 que motivó a los ingenieros Bodín,
Porfondy y Frenchs a que realizasen diversos proyectos en las
defensas de la villa calpina.
El
Marqués de Ensenada insiste en la urgencia de reforzar la frontera
marítima mejorando los puertos y villas para que sean capaces de
resistir a los corsarios y a la poderosa flota británica en 1.748,
caso de las defensas del Grao de Sagunto (1.711) las Baterías de
Valencia Peñíscola y Oropesa (1.751) o la de Palamós (1.752).
También se construyen baterías en importantes puntos marítimos de
rango menor, como el Fortín de la cercana Cala Granadella o el
Fuerte de San Juan de las Águilas, en la localidad murciana de Águilas.
Junto
a sus funciones militares también sabemos que esta batería servía
como espacio de culto, a falta de otras edificaciones destinadas a
tales funciones. Pero para ello esta construcción debía ser
consagrada y dedicada a alguna advocación. Por ello sabemos que en
el año 1.746, el arzobispo Mayoral hizo donación de una talla de la
Virgen de los Desamparados, con el fin de poder celebrar misa en este
baluarte,como consta en la documentación del Archivo Parroquial de
Teulada, de la que dependía la población de Moraira (Buigues i
Vila, 2003). Su destrucción se sitúa en el 29 de julio del año
1.801, por parte de las tropas inglesas durante la Guerra de la
Independencia. Gracias a los planos iniciales que se conservaban de
su construcción pudo ser reconstruida totalmente a mediados del
siglo XIX.
Fuentes: Wikipedia
Castillos de Alicante
Guardianes de piedra
Ximo G. Rico (Fotos)
Galería:
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