jueves, 9 de enero de 2020

Fortín de Granadella (Jávea, Alicante)


El Fortín de Granadella, conocido también como la Batería de la Cala Granadella, se encuentra situado en el término municipal de la población de Jávea, en la provincia de Alicante (Comunidad Valenciana). 

Se encuentra en el extremo de la denominada Punta del Morro Castell y penúltimo saliente rocoso anterior al Cabo de la Nao, y controlador visual de la Cala de la Granadella por su frente sur. Los trabajos efectuados en las ruinas de la fortaleza entre los años 2.001 y 2.005 por el Ayuntamiento de Xàbia con vistas a convertirlo en uno de los referentes turísticos de la zona y parada obligada de todo senderista que coja las rutas medioambientales establecidas han permitido recuperar algunos de sus restos y devolverle parte de su esplendor perdido por la acción de arbustos maleza y abandono secular (Martí La Peña 2012). Aunque siempre se le ha conocido como el Castell de Granadella la realidad e que no se trata de un castillo al uso sino que realmente es una Batería de Costa similar a la que existe en Moraira, aunque de distinta factura. 

En la década de los 80 del siglo pasado se publicaron algunos materiales cerámicos localizados en los alrededores de la construcción, donde se identificaban varias cerámicas datadas en la segunda mitad del siglo XIV (Roig i Sarrión 1987) que indica la existencia durante el siglo XV de un hipotético puesto de guardia en esta cala (Bolufer Marqués, 2005). Quizás, estos restos dan sentido a las noticias extraídas de la Crónica de Martí de Viciana (1.564) sobre la construcción de un castillo en la Granadella en el año 1.492 levantado por orden del Marqués de Denia Don Diego de Sandoval, aunque los recientes trabajos arqueológicos no han encontrado ningún resto que pueda relacionarse con una construcción defensiva anterior, o que la actual batería al ser construida acabara con cualquier resto preexistente del citado castillo (Martí la Peña, 2012). 

Los restos que actualmente presiden la punta de la cala muestran una batería de costa de cronología borbónica, con una planta mixta con un frente semicircular orientado al norte de unos 13 metros y un fondo de 15 metros. Su altura total debía rondar los 17 metros, aunque ahora su coronamiento está perdido. Atendiendo a lo que apreciamos en los planos de la construcción de la batería que aun se conservan y que están datados en el año 1.737, parece que contaba con dos forjados a los que se accedía por una estrecha escalera de caracol. Uno, situado por debajo de la planta de acceso, y un segundo que comunicaba la cámara con la plataforma artillera. Los muros son de unos 2 metros de ancho en su parte inferior rebajándose a 1,5 metros en la parte superior. El frente de tierra poseía foso, que descendía hasta casi el nivel de cimentación de la batería, por lo que además debería de disponer de un puente retráctil o contar con una escala de cuerda enrrollable que aislase del exterior a los guardias impidiendo la acción invasora. El acceso al propugnáculo principal se encontraba en el frente que mira hacia el interior, con un vano de deriva interna que debía de encontrarse en altura de unos 7,5 metros del suelo. 

Situada por debajo del acceso, existía una planta inferior con dos cámaras. La primera tendría unos 25-30 metros cuadrados de superficie, utilizada como armario de la munición y almacén de alimentos para los guardas. La segunda cámara, destinada para el cuerpo de guardia, contaba “...un tinglado bueno y dos alazenas para resguardo de efectos y pertrechos...” (Pastor Fluixá, 1988) y con una batería de 5 troneras con deriva interna que permitía controlar la cala y el mar abierto. Desde aquí, se dispone el tramo de escalera de caracol que conecta la cámara principal con la plataforma artillera, que contaba con capacidad para albergar 2 cañones y estaba dotada con 3 cañoneras de deriva externa. El remate está realizado con un parapeto abocelado a la barbeta. Se cree que la fachada debería contar con el habitual escudo de armas borbónico que suele presidir las fortificaciones de este momento, similar al que existe en la Batería de Moraira, aunque en las planimetrías históricas no se aprecia en la fachada. 

La actuación arqueológica del año 2.005 también permitió localizar un aljibe para el almacenamiento del agua del consumo de la tropa destinada a la batería y donde han aparecido el mayor número de material cerámico recogido en la actuación, que muestra una horquilla cronológica situada en la segunda mitad del siglo XVIII (Martí la Peña, 2012). 

Las noticias de esta fortificación también sitúan su levantamiento entre los años 1.737 y 1.742, durante el reinado Fernando VI. Como ocurre en el caso de la Batería de Moraira, esta defensa nace como última solución de la política emprendida por el Marqués de la Ensenada para frenar las incursiones corsarias en la costa de Alicante, como ocurrió en el desembarco del año 1.779, en el que varias naves del puerto de Xàbia fueron atacadas por un jebeque tunecino, que se refugió en la Cala de Granadella, donde, después de reñido combate en el que tomaron parte más de 50 hombres de tierra, consiguieron derrotar a los corsarios (Palau Diego, 1983). 

Lo que nos parece significativo es que el ataque fue tan reñido por la nula actividad de la batería de la Granadella, la cual, al parecer, tenía los cañones desmontados, lo que obligó a un enfrentamiento casi cuerpo a cuerpo sin apoyo artillero (Bolufer Marqués, 2005). De ser cierto, indicaría que la vida activa de esta defensa costera fue escasa, ya que su vida pasiva como enclave de vigilancia, se extenderá hasta la guerra con el Francés a principios del siglo XIX, cuando parece ser que se produjo la voladura de la misma (Martí la Peña, 2012).

Fuentes: Wikipedia
               Castillos de Alicante
               Guardianes de Piedra
               Ximo G. Rico (Fotos)

Galería:

 








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