jueves, 9 de enero de 2020

Castillo El Vell (Ibi, Alicante)


El Castillo El Vell, en castellano Castillo El Viejo, se encuentra situado a las afueras de la ciudad de Ibi, en la provincia de Alicante (Comunidad Valenciana). 

Se ubica en el llamado Barranco de Los Molinos, situado al norte de la población, a la derecha de la antigua carretera Ibi- Bañeres, en las estribaciones de la Sierra de Menechaor. A la salida de la población de Ibi hacia Bañeres de Mariola, hay una curva pronunciada  con una finca en la misma. A escasos 200 metros tras ella, al norte, están los restos del castillo. 

El origen de la ciudad de Ibi es la de un asentamiento romano del siglo II, pues algunos descubrimientos arqueológicos efectuados en la ciudad así lo ponen de manifiesto. Pero el esplendor de esta domus romana no llegó a alcanzar sus cotas más altas hasta la dominación árabe tras la invasión de la comarca, donde instalaron una medina islámica, y consecuentemente, la fortaleza en el cerro de Santa Lucía, el Castell Roig, para su salvaguarda. 

En los tiempos de la reconquista, la alquería pertenecía a Sib Abú Said, cuya hija, llamada Alda, estaba casada con Ximén Pérez de Arenós, a los cuales cedió el señorío una vez tomado el territorio por el rey Jaime I, hacia el año 1.248. Tiempo después, a petición del propio rey Jaime I, las posesiones de Ibi fueron canjeadas al mismo por Ximén Pérez Arenós, quedando todo el territorio en poder real. En el año 1.286, Alfonso III procedió a donar las posesiones a Pedro de Montagut, pero años más tarde pasaría de nuevo a la corona. Posteriormente, el castillo intervendría, en mayor o menor medida, en los avatares bélicos de los siglos posteriores. 

En julio de 1.812, en la Batalla de Castalla, las fuerzas del general Roche causaron importantes bajas a los franceses, llegando a tomar el castillo y la ciudad, en poder de los franceses. Por ello también es conocido el castillo, en honor al general que lo conquistó para la corona. No obstante, con el posterior desarrollo de la batalla, sus tropas tuvieron que retirarse hacia Alicante. El castillo fue perdiendo protagonismo hasta caer en completo abandono. 

Remontando el pronunciado desfiladero que forma el Barranco Los Molinos, y en una posición que lo domina, se localizan los escasísimos restos de este castillo. Existe muy poca documentación acerca de él, pero se tiene la certeza absoluta de que trata de una fortaleza árabe, al igual que el Castillo El Roig, y presumiblemente anterior  a él en su construcción. Las referencias más concretas son algunas vagas nominaciones durante la época de la reconquista, en la que, en los anales de las misma, se habla de la toma de “dos castillos” en la medina de Ibi. De hecho, permanece en el casi más completo olvido hasta para los habitantes de la localidad, habiendo contribuido a ello su poca relevancia en la historia de Ibi; lo inaccesible y abrupto de su entorno y la lejanía respecto al núcleo de población. 

Debió ser un castillo de pequeñas dimensiones, del que hoy apenas quedan algunos restos esparcidos por la ladera del monte donde se encuentra. Su localización no es fácil, ya que incluso los restos son poco visibles por la poca entidad que tienen, reduciéndose a algunos escasos restos del basamento de sus murallas. Sin embargo, el hermoso emplazamiento natural donde fue construido, es digno de ser visitado. 

Por las partes norte y oeste es inaccesible, pues ambos lados son caídas verticales de considerable altura. Su parte izquierda tiene una empinada pendiente de difícil acceso, por lo que sólo por su frente es atacable, aunque con acusado desnivel. Aquí se encuentra la muralla que defendía la fortaleza, de tipo menor, de la que todavía quedan algunos restos apreciables. Se trata de un lienzo de varios metros de longitud y bastante altura, que han permitido levantar planos del perímetro exterior. 

Su fábrica es de mampostería, de piedras dispuestas en hilera, típica de la arquitectura árabe. Adosada a la muralla queda la base de una torre cuadrada de unos 4 metros de altura, construida con los mismos materiales que la muralla. En la zona fueron encontrados numerosos restos de cerámica árabe, en arcilla tosca y decorada con esmaltes verde, rojo y azul. También se encontraron diversos objetos de hierro. Todo ello fue datado a finales del siglo XII y comienzos del XIII, época en que seguramente fue construida la fortaleza, cuya función era estratégica y militar, pues su cometido era defender y vigilar el barranco del paso de tropas y gentes hacia la canal de Alcoy.

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